EN NARCOFOSAS 226 CADAVERES
- 2029
Las labores de excavación en Durango, de 600.000 habitantes, empezaron el 11 de abril. Los militares ubicaron primero seis fosas con 218 cuerpos, pero la semana pasada encontraron dentro de una casa ubicada en un barrio de clase media alta una séptima fosa con seis cuerpos más y el martes sacaron otros dos cadáveres.
Hasta el momento, las autoridades no han atribuido los asesinatos a ningún grupo del narcotráfico.
El número de cuerpos encontrado en Durango es el mayor localizado en un mismo lugar de México, superando incluso a San Fernando, una localidad rural del noreste a 160 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, donde se encontraron también en abril 183 cuerpos en 40 fosas, en asesinatos atribuidos al cártel de los Zetas.
Durango, un estado cercano a la costa del Pacífico donde ejerce influencia el cártel de Sinaloa, recientemente se ha visto acechado por el avance de Los Zetas, otra organización criminal que avanza desde la costa del Golfo de México.
México vive una ola de violencia atribuida al narcotráfico que deja más de 37.000 muertos desde diciembre de 2006, cuando el gobierno de Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles sustentada en el despliegue militar.
En este contexto, un juez ordenó la captura de 73 personas por su presunta vinculación con el hallazgo de 183 cadáveres en fosas clandestinas en el estado mexicano de Tamaulipas (noreste), informó el miércoles la fiscalía federal. Un juez federal de Tamaulipas "libró orden de aprehensión contra 73 inculpados" por las fosas clandestinas en San Fernando, un pueblo ubicado a 160 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, dijo la dependencia en un comunicado.
Los 73 sospechosos fueron arrestados en abril, cuando se encontraron las fosas en San Fernando y puestos bajo detención provisional a la espera de que la fiscalía presentará las pruebas ante el juez, explicó la dependencia.
Los cuerpos localizados en San Fernando podrían corresponder a víctimas del cártel de Los Zetas, que secuestró a muchas de ellas cuando viajaban en autobuses de pasajeros hacia la frontera para emigrar hacia Estados Unidos.
San Fernando también fue escenario de la masacre en agosto pasado de 72 migrantes de Centroamérica y Suramérica.
Por otro lado, un ex subdirector de una cárcel del estado mexicano de Chihuahua (norte) fue asesinado el miércoles después de que hace una semana fuera desmantelado un bar clandestino en el interior del centro penitenciario y de que denunciara que temía por su vida, informó la fiscalía estatal.
Fernando Oropeza, ex subdirector de la Unidad de Bajo Riesgo de la cárcel de Chihuahua, capital del estado homónimo, "fue sorprendido por pistoleros, quienes le dieron tres balazos" con rifle de asalto, precisó un comunicado de la fiscalía. Oropeza había denunciado públicamente los últimos días que el bar había sido "montado" para despedirlo.
Las autoridades estatales descubrieron el 24 de mayo pasado el bar dentro de esta cárcel para reos de bajo riesgo y encontraron 200 envases de cerveza, doce botellas de tequila, veinte botellas de vodka y dos mesas de billar e inmediatamente Oropeza fue destituido. Además, se hallaron armas de fuego y 180 dosis individuales de marihuana y 90 de heroína. En la prisión también había cientos de artículos electrodomésticos no permitidos.
Fuente:Ronaldo Schemedit/AFP
Hasta el momento, las autoridades no han atribuido los asesinatos a ningún grupo del narcotráfico.
El número de cuerpos encontrado en Durango es el mayor localizado en un mismo lugar de México, superando incluso a San Fernando, una localidad rural del noreste a 160 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, donde se encontraron también en abril 183 cuerpos en 40 fosas, en asesinatos atribuidos al cártel de los Zetas.
Durango, un estado cercano a la costa del Pacífico donde ejerce influencia el cártel de Sinaloa, recientemente se ha visto acechado por el avance de Los Zetas, otra organización criminal que avanza desde la costa del Golfo de México.
México vive una ola de violencia atribuida al narcotráfico que deja más de 37.000 muertos desde diciembre de 2006, cuando el gobierno de Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles sustentada en el despliegue militar.
En este contexto, un juez ordenó la captura de 73 personas por su presunta vinculación con el hallazgo de 183 cadáveres en fosas clandestinas en el estado mexicano de Tamaulipas (noreste), informó el miércoles la fiscalía federal. Un juez federal de Tamaulipas "libró orden de aprehensión contra 73 inculpados" por las fosas clandestinas en San Fernando, un pueblo ubicado a 160 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, dijo la dependencia en un comunicado.
Los 73 sospechosos fueron arrestados en abril, cuando se encontraron las fosas en San Fernando y puestos bajo detención provisional a la espera de que la fiscalía presentará las pruebas ante el juez, explicó la dependencia.
Los cuerpos localizados en San Fernando podrían corresponder a víctimas del cártel de Los Zetas, que secuestró a muchas de ellas cuando viajaban en autobuses de pasajeros hacia la frontera para emigrar hacia Estados Unidos.
San Fernando también fue escenario de la masacre en agosto pasado de 72 migrantes de Centroamérica y Suramérica.
Por otro lado, un ex subdirector de una cárcel del estado mexicano de Chihuahua (norte) fue asesinado el miércoles después de que hace una semana fuera desmantelado un bar clandestino en el interior del centro penitenciario y de que denunciara que temía por su vida, informó la fiscalía estatal.
Fernando Oropeza, ex subdirector de la Unidad de Bajo Riesgo de la cárcel de Chihuahua, capital del estado homónimo, "fue sorprendido por pistoleros, quienes le dieron tres balazos" con rifle de asalto, precisó un comunicado de la fiscalía. Oropeza había denunciado públicamente los últimos días que el bar había sido "montado" para despedirlo.
Las autoridades estatales descubrieron el 24 de mayo pasado el bar dentro de esta cárcel para reos de bajo riesgo y encontraron 200 envases de cerveza, doce botellas de tequila, veinte botellas de vodka y dos mesas de billar e inmediatamente Oropeza fue destituido. Además, se hallaron armas de fuego y 180 dosis individuales de marihuana y 90 de heroína. En la prisión también había cientos de artículos electrodomésticos no permitidos.
Fuente:Ronaldo Schemedit/AFP