Moscú realiza ejercicios nucleares.
David Cameron habló sobre la legitimidad de Kiev para atacar territorio ruso con armas suministradas por Occidente
En Europa, la tensión se está disparando y el conflicto en Ucrania corre el riesgo de convertirse en una escalada aún más apocalíptica. Tras las declaraciones de Emmanuel Macron, que había invocado la posibilidad de enviar tropas al país, acompañado de las del ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, a favor de la legitimidad de los ataques de Kiev contra territorio ruso con armas occidentales, Moscú ha decidido aumentar las apuestas en el juego.
El presidente ruso Vladimir Putin ordenó al Estado Mayor "aumentar la preparación de las fuerzas nucleares no estratégicas" para "llevar a cabo misiones de combate" como "respuesta a declaraciones provocativas y amenazas de funcionarios occidentales individuales".
Los ejercicios con "formaciones de misiles" se llevarán a cabo en el "distrito militar del sur", es decir, cerca de Ucrania, y en las maniobras también participarán la fuerza aérea y la marina.
Según el Ministerio de Defensa ruso, estas actividades tienen como objetivo mantener la preparación del personal de las unidades para el uso en combate de armas nucleares tácticas (TNW). Este tipo de bomba es adecuada para destruir grandes objetivos y concentraciones de fuerzas enemigas. A diferencia de las armas nucleares estratégicas, el equivalente en TNT de las ojivas tácticas no suele superar varios kilotones.
Una TNW puede ensamblarse en forma de bombas aéreas, ojivas de misiles, proyectiles de artillería, cargas de profundidad, torpedos, etc. Todas las potencias nucleares tienen armas nucleares tácticas, excepto Gran Bretaña, que sólo posee armas nucleares estratégicas.
Las maniobras representan la última pieza de un vaivén diplomático de creciente tensión entre Moscú y las potencias occidentales. Ya el viernes, comentando las declaraciones de Macron y Cameron, el Kremlin había hablado de una "tendencia muy peligrosa" por parte del Elíseo al considerar la posibilidad de enviar soldados sobre el terreno para apoyar la resistencia ucraniana y una "escalada directa" la apertura de Cameron a que Kiev utilice armas británicas para atacar a Rusia.
"Kiev tiene derecho a utilizar armas suministradas por Gran Bretaña para ataques en Rusia. Es su decisión cómo utilizar estas armas. Están defendiendo a su país, han sido invadidos ilegalmente por Putin y deben reaccionar", dijo el ministro de Asuntos Exteriores inglés.
Al mismo tiempo, Emmanuel Macron, en una entrevista con The Economist, había afirmado que no descartaba enviar tropas a Ucrania, en caso de que Rusia rompiera las líneas de defensa ucranianas y el gobierno de Kiev hiciera una petición similar.
"Si los rusos rompieran las líneas de defensa, si hubiera una petición ucraniana, que por el momento no la hay, deberíamos plantearnos legítimamente esta pregunta", afirmó, precisando que "excluirla a priori significaría no haber aprendido la lección de los dos últimos años", cuando la OTAN inicialmente no contempló la posibilidad de enviar tanques y aviones a Kiev, antes de "finalmente cambiar de opinión".
En respuesta, Peskov, al comentar ambas declaraciones, advirtió que podrían conducir a "resultados potencialmente peligrosos Europa y toda la arquitectura de seguridad europea".
En cuanto al fondo de la cuestión, el ex presidente ruso y actual subsecretario del Consejo de Seguridad Nacional, Dmitry Medvedev, profirió palabras aún más duras:
"El envío de tropas occidentales a Ucrania conducirá a una entrada directa de esos países a la guerra, a lo que tendremos que responder. Y, lamentablemente, no en el territorio de Ucrania". Estados Unidos, Francia y el Reino Unido "no podrán esconderse, habrá una catástrofe global", escribió en Telegram.
En 2023, Moscú desplegó armas nucleares tácticas en Bielorrusia, manteniendo un firme control sobre ellas. Una medida que provocó una fuerte reacción crítica de Occidente. Sin embargo, hay un detalle que a menudo se pasa por alto: el programa estadounidense de intercambio nuclear. Este programa permite a Estados Unidos colocar sus armas nucleares en países miembros de la OTAN que no las tienen. Actualmente, hay aproximadamente 100 armas nucleares tácticas ubicadas en Europa y Turquía. Estas armas, cuyo rendimiento oscila entre 0,3 y 50 kilotones, están almacenadas en seis bases ubicadas en Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía. Además, Polonia ha expresado repetidamente su interés en colocar armas nucleares estadounidenses en su territorio.
A mediados de marzo, el propio Putin afirmó en una entrevista con el periodista Dmitry Kiselev que Rusia estaría dispuesta a utilizar armas nucleares sólo si la cuestión afectara directamente a la existencia misma del Estado ruso, amenazando su soberanía e independencia.
*Foto de Portada: Antimafia Duemila