Viernes 6 Diciembre 2024

Una serie podcast de ANTIMAFIADuemila

La verdad sobre la muerte de Attilio Manca tuvo que abrirse camino a través de mil dificultades.

Testigo vivo de esta escalada infernal es sin duda la madre de Attilio, Angela Gentile, cuya soledad invadió las habitaciones de su casa desde la muerte de su marido, Gino Manca, el pasado 19 de agosto.

A pesar de todo y de todos, Angela sigue pidiendo incesantemente verdad y justicia, después de más de veinte años. Y es preciso decir que bastaría muy poco para completar el rompecabezas y cerrar el círculo.

Esta serie de podcasts producida por ANTIMAFIADuemila (director Giorgio Bongiovanni, vicedirector Lorenzo Baldo) constará de siete episodios publicados cada miércoles y sábado: se repasarán los elementos más significativos del caso, haciendo especial hincapié en los descubrimientos informados por la Comisión Antimafia de la última legislatura.

Mi mente, en el momento de la publicación de este tráiler, vuelve al capítulo "Lo sé, pero no tengo pruebas", escrito por Lorenzo Baldo sobre el libro La mafia le ordena a Attilio Manca suicidarse (Editorial Imprimatur). Desde entonces algunas cosas han cambiado, porque ahora tenemos pruebas, y bastantes. Pero quizás todavía no sean suficientes para borrar todas las dudas y condicionales. Aún no.

Pero ahora podemos decirlo: Attilio fue asesinado; y no, no fue un suicidio; y no, no era drogadicto, y no, repito, la heroína no se la dio Monica Mileti.

Y, por otra parte, podemos decir con fuerza que el asesinato de Attilio está vinculado a la fuga del jefe corleonés Bernardo Provenzano. Que se relaciona con el clan mafioso de Barcelona Pozzo di Gotto y esos "sujetos institucionales ajenos a Cosa Nostra", como los llamó la Comisión Antimafia.

La sospecha de que detrás de la muerte de Manca estuvo la mano dura de aparatos desviados, como ha ocurrido en otros crímenes relevantes, crece precisamente al leer las declaraciones del colaborador de justicia barcelonés Carmelo D'Amico, quizás el más fiable colaborador de justicia de la familia mafiosa de Barcellona Pozzo di Gotto. "Los jueces de la Corte de Apelación se pronunciaron finalmente sobre la autenticidad de su colaboración -dijo- que el 7 de octubre de 2021 condenó al barcelonés Rosario Pío Cattafi (un "delincuente sui generis" según lo define la comisión) por el delito de asociación mafiosa".

El 13 de octubre del 2015, el colaborador había declarado que "poco después de la muerte de Attilio Manca, ocurrida hacia el año 2004, conocí a Salvatore Rugolo, hermano de Venerina y cuñado de Pippo Gullotti. Rugolo me dijo que estaba enojado con el abogado Saro Cattafi porque 'había hecho matar a Attilio Manca, su querido amigo. En esa ocasión Rugolo me dijo que una persona no especificada, un general de los Carabineros, amigo de Cattafi, cercano y relacionado con los círculos de la 'Corda fratres', le había pedido a Cattafi que pusiera en contacto a Provenzano, que necesitaba tratamiento médico urgente para su próstata, con el urólogo Attilio Manca, lo que Cattafi había hecho".

Además, el 28 de abril de 2015, ante los fiscales de Messina Angelo Cavallo y Vito Di Giorgio, informó lo que había sabido de "Antonino Rotolo, conocido exponente de Cosa Nostra de Palermo, durante un período de detención conjunta en la cárcel Opera de Milán". Amico explicó que Rotolo le confió que Attilio Manca había sido asesinado por los servicios secretos para encubrir la fuga de Bernardo Provenzano, cuya operación de próstata había "interesado" a Manca: "Rotolo Antonino me confió que había sido los 'servicios secretos lo que identificaron a Attilio Manca como el médico que había tratado al fugitivo Provenzano", había dicho D'Amico. "Rotolo no me dijo quién era esta persona perteneciente a los servicios, pero entendí que era la misma persona indicada a mí por Rugolo, o sea, ese General de Carabineros que mencioné antes; ciertamente era un sujeto de las instituciones. En aquella ocasión Rotolo me añadió que aquel asesinato había sido abordado, en particular, por un sujeto al que definía como 'u calabrisi'; este hombre, según me dijo Rotolo, era un soldado de los servicios secretos, de origen calabrés, que sabía hacer aparecer como suicidio a los que eran, en todos los aspectos, asesinatos. Rotolo Antonino también me dio otro nombre involucrado en el asesinato de Attilio Manca, en particular me habló del "director del SISDE", a quien llamó 'U Diretturi'".

"Rotolo no me dijo cómo habían matado a Manca, ni me dio el nombre y apellido del 'calabrés' y del 'director del SISDE', ni le pregunté específicamente. En ese momento recordé que Rotolo, si mal no recuerdo, señaló al calabrés como 'U Bruttu', pero no sé por qué, y que era 'un curnutu', en el sentido de que era muy bueno cometiendo este tipo de asesinatos".

Aún hoy resulta difícil creer que D'Amico lo haya inventado todo.

Pero, ¿por qué se hace tan difícil profundizar en ciertos elementos, fingiendo que no pasa nada o, en el peor de los casos, escondiendo los hechos bajo el tapete de los expedientes? ¿Debemos pensar que también una cierta magistratura, por oportunidad o complacencia, es cómplice de ese sistema de poder que no quiere la verdad?

En el momento de la publicación de este texto y del podcast adjunto esperamos que la Fiscalía de Roma, hoy dirigida por Francesco Lo Voi, pueda iniciar un expediente sobre el asesinato de Attilio Manca y solicitar la apertura de un juicio.

Esperamos, pero, a diferencia de hace unos años, ahora lo sabemos; no todo, pero ciertamente sabemos lo suficiente.

 

*Foto de Portada: Antimafia Duemila