Encuentro a puertas cerradas de los grandes empresarios de argentina en la localidad rionegrina de Llao Llao
Fiel a su estilo de Surcador de la legalidad y tan polémico, provocador y desubicado como siempre, los dichos de este viernes del presidente argentino Javier Milei en la discreta cumbre de empresarios argentinos en Llao Llao no pasó desapercibida. Es que mientras "los que fugan son héroes que escapan de las garras del Estado" según el mandatario, los otros que observan esa enorme transferencia de capital huir fugazmente del territorio argento, se siguen sumergiendo en un manto de incertidumbre.
Mientras las protestas sociales amenazaban el encuentro, el hotel fue cerrado de manera hermética -amenaza de operativo anti piquete de por medio- por parte de la siempre incitadora Ministra de seguridad Patricia Bullrich.
Mientras Milei celebraba el ajuste junto a sus obsecuentes ceos, el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar sentenció: "Al Presidente solo le interesa conversar con empresarios como los que van a estar en Bariloche. Planeros con exenciones impositivas y violadores de leyes laborales fugados al Uruguay, dueños de empresas energéticas enriquecidos con el aumento de tarifas, herederos de supermercados culpables de la inflación en la Argentina y CEOs de laboratorios, lacras que lucran con los jubilados"
Fuentes allegadas al periódico Página I12 aseguraron que el mandatario argentino en su magnánima jactancia aseveró que "este Gobierno realizó el ajuste fiscal más grande de la humanidad”.
Los demás trascendidos de las declaraciones del actual mandatario argentino aseguran que "el único defecto que tienen la Ley Bases y el DNU es que ambas herramientas van contra los curros de los políticos”. Y aseveró que "el 15% del PBI que antes se lo llevaba el Estado en déficit fiscal para actividades parasitarias vuelve al privado para inversiones productivas".
Los participantes
Del otro lado del estrado, estaban los expositores invitados, como los jefes de estado de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Santiago Peña.
Entre los 120 invitados que participaron en esta edición estaban Marcos Galperin (mercado libre), Martín Migoya y Guibert Englebienne (Globant), Carlos y Antonia Miguens (San Miguel), Andrea Pagani (Arcor) Sebastián de Montalembert (Grupo Peñaflor), Roberto Murchison, Emiliano Kargieman (Satellogic) y Máximo Cavazzani (Etermax), Matías Woloski (Auth0), Gastón Taratuta (Grupo Aleph), Verónica Andreani (Andreani), Martín Eurnekian, Alberto Arizu (Luigi Bosca), y no podemos dejar de mencionar el siempre incondicional de Milei, Eduardo Elsztain (grupo IRSA) y dueño del Llao Llao.
Los comienzos
El evento nació en 2012, aunque en ese entonces tenía otro nombre. Elsztain le propuso al grupo de emprendedores que integran Endeavor Argentina un encuentro en el hotel para celebrar la reapertura, luego de una erupción volcánica.En 2016 el encuentro comenzó a llamarse Foro Llao Llao.
Hasta el momento hubo siete ediciones, de las cuales participan en cada una, un promedio de 100 empresarios. La mayoría de los integrantes de dicha reunión pertenecen a la asociación Generación por una Argentina Mejor (GAM), un grupo de grandes empresas, que son las que financian dichos encuentros.
El evento que muchos ven como reflejo del foro de Davos en Suiza, permanece en especial hermetismo entre sus participantes, y sus palabras son guardadas entre almuerzos y las cenas, a demanda de algunos de sus participantes.
El epílogo
La dinámica de la organización no deja rastros escritos de lo sucedido en el evento, y el celo fue aún más lejos. Según lo trascendido, en esta oportunidad, la agenda se mantuvo en secreto hasta el último momento, y ni siquiera los invitados estaban al tanto de quiénes serían los expositores hasta escasas horas antes de comenzar el encuentro.
Desde el foro destacaron que "Como es tradición, la organización convoca a reuniones de todos los participantes bajo la regla de Chatham House (Londres – 1927), para fomentar conversaciones enriquecedoras". Una regla que permite a sus participantes hablar sobre lo discutido cuando finaliza el evento, pero no adjudicar paradero de las declaraciones.
*Foto de Portada: La Izquierda Diario