Fue mucho más que un espacio de comunicación; fue mucho más que una intensa movida feminista, y fue bastante más, que la libre expresión de un activismo feminista extendido por América Latina. Fue el programa “Historikas”, que desde tierra argentina, lunes a lunes, se trasmite por el Canal de You Tube “La Neurona Rebelde”, con plataforma en todas las redes sociales. Fue una valiente y una rebelde (por excelencia) demostración de que estamos viviendo tiempos de compromisos y de denuncias. Compromisos y denuncias destinadas a señalar, en tono de denuncia, con voz y acción, a un patriarcado disciplinador, autoritario y destructor, por si fuera poco. Sofía y Ceila abrieron su alma, su corazón y su espacio, a las jóvenes artistas y activistas del Movimiento Cultural Artístico e Internacional Our Voice (Nuestra Voz), Sonia Bongiovanni y Fátima Amaral, que juntas, desde Montevideo, Uruguay, sembraron semillas de colectivo, vivo, operante, pujante y esperanzador, haciendo parte, en ésta oportunidad, de un universo de lucha mundial en favor del pueblo palestino; pueblo palestino que al día de hoy lleva ya contabilizados 35.100 seres humanos asesinados.
Desde el arranque Sonia hizo que sus palabras, dirigidas a la audiencia, dieran forma al colectivo. Un colectivo internacionalista, y con solidas bases para las múltiples luchas que tienen entre manos: “Yo soy italiana, pero vivo en Uruguay, con las compañeras y los compañeros. Y bueno, es un colectivo internacionalista que nace en Italia, pero después también con compañeras y compañeros en general, lo fundamos también acá en Uruguay, en Argentina y en Paraguay. Y bueno, nosotras y nosotres siempre a través del arte y a través también de la educación de la militancia en las calles, abrazamos las distintas causas sociales, obviamente, desde la causa feminista hasta las varias causas. La solidaridad internacionalista es algo que siempre llevamos adelante por eso también nuestro vínculo y nuestro apoyo con Palestina y con todos los territorios y los pueblos que son oprimidos. Y bueno, también el ambientalismo, digamos las varias causas sociales e interseccionales. Creemos profundamente en el poder que tiene el arte y las intervenciones artísticas en las calles. Nosotras nos movemos mucho también desde el cuerpo, desde de nuestro cuerpo, para reapropiarnos de nuestros cuerpos y de nuestros territorios y de nuestras calles. Y ahí dar ya un mensaje, un que sea de denuncia social y que sea también de sensibilización a nivel político a través del arte”.
Fátima Amaral fortalece el concepto: “A veces es generar otro tipo de actividades, justamente que permitan esto, que distintas causas sociales empiecen a vincularse y empiecen a tejer de alguna manera red con otras comunidades, con otras colectividades, de cada uno de los países en los que estamos y también en otros países, justamente para hacer esto que estamos haciendo ahora: potenciar voces, unir y sostener esas luchas porque solas, individuales no llevan a ningún lado. Y sobre todo poder analizar y complejizar la cuestión y bueno, ver dónde se tocan esas luchas donde nuestras trincheras al final van de la mano”
Ser golpeadas por Palestina
Ceila y Sofia, como activistas anfitrionas de “Historikas”, cuya maestría en la comunicación no pasa inadvertida ni tampoco su madurez en la militancia feminista, hacen marco ideal para un muy jugoso encuentro. Y estoy más que seguro que Sonia y Fátima, desde la otra orilla, lo vivieron como un halago para su alma de combatientes, dado el tono de cada una de sus palabras, y cada una de sus reflexiones, tomando como propia la bandera del pueblo Palestino.
Con sinceridad y sin hipocresías, abrazadas a la causa palestina, las activistas argentinas vivieron juntas el arranque del programa: “Es difícil ingresar todo lo que es relevante a Palestina y a la lucha Palestina sin ser golpeadas, digamos, y desde muchas veces la parla, sino que a veces lo más fácil no es a través del arte, que creo que ustedes lo han podido hacer bien y lo que nosotres intentamos en su comienzo fue bueno” dijo Ceila.
Y prosiguió: “Cuando lo empezamos a hacer medio que la gente no entendía, porque están haciendo una perfo feminista gritando en contra de Milei, por la solidaridad combativa, la organización y tienen las banderas de Palestina; entonces, eso hizo que pudiéramos de a poquito ir también instaurando entre nosotres y con las personas con las que nos cruzamos, el hecho de la causa y la lucha por la liberación de Palestina ¿Como es que lo han podido hacer?”
Sonia Bongiovanni responde: “Nuestro apoyo a Palestina, como decía antes, obviamente surge desde el principio, del nacimiento de nuestro colectivo y también hicimos otras intervenciones por Palestina, la primera fue después de todo lo que empezó, de todo el genocidio, que se dio a partir de octubre para adelante. Entonces ahí hicimos una fila de intervención y hubo varias instancias en las cuales llevamos estas intervenciones y bueno, al 8 M. decidimos también concentrarnos sobre este apoyo a Palestina, y no solo porque nuestra intervención, obviamente, denunciaba también el gobierno de ultraderecha de Milei en Argentina, afectando no solo a Argentina sino a toda la región”
“En general para solidarizarnos con ustedes, con las compañeras, que ustedes en primera persona están viviendo este ataque fascista por parte de gobierno y bueno, también denunciaba eso y el vínculo que tiene Milei con el Estado de Israel directamente. Unimos las dos cosas y dijimos, nos solidarizamos con nuestras compañeras y compañeros y compañeres en Palestina, que están viviendo este genocidio desde hace ahora siete meses, en realidad hace 76 años. Lo sabemos bien, desde el principio de la Nakba, de hecho, ahora el 15 de mayo es el aniversario de la Nakba Palestina, que significa la catástrofe: el momento en el 48, cuando empezó bueno la expulsión de los palestinos de miles y miles de palestinos y palestinas y digamos, el nacimiento del Estado de Israel para adelante. Entonces, la intervención hizo simbolizar eso, simbolizó eso. Nos reunimos entre nosotras y nosotres un tiempo ante, y bueno, empezamos a crear. Nuestras creaciones son colectivas y también con artistas plásticas, artistas que más mueven el cuerpo. Y bueno, y se dio. Esta creación que quería simbolizar una danza de resistencia, una danza de lucha por parte de las mujeres de las disidencias, que somos las primeras junto al equipo en vivir esa dominación patriarcal y fascista por parte de sus gobernantes, por parte de estas políticas que destruyen a nuestros territorios, de nosotras y nosotros, y bueno desde ahí, desde esa danza, denunciar a ese poder sionista y ese poder patriarcal que está presente en todo el mundo, que está presente también en nuestros territorios a través de los lobby sionistas tanto en Argentina como en todo Latinoamérica. En todo el mundo, y que están apoyando este genocidio; que están apoyando estos actos, que estan cometiendo actos nazis y fascistas, que están convirtiendo el Estado de Israel en el territorio Palestino. Eso fue un poco el espíritu que nos empujó a crear esta intervención” agrega Sonia.
Palestina en un 8M, en el Uruguay
Fátima Amaral va más vas allá, porque entra en terreno específicamente internacionalista. Sus dichos hablan a las claras de todo el alcance de esa fecha, en cada país (en el Uruguay) y en el mundo.
“Lo primero que salimos a decir es que, primero que no los llevamos nosotras y nosotros como colectivo, sino que fue todo el movimiento feminista en Uruguay, en la región y en el mundo, que dijo este 8 de marzo no solidarizamos con Palestina. Además, que es histórico el rol de las mujeres y las disidencias en una primera línea de combate frente a los genocidios, las guerras, las dictaduras, y cualquier proceso de militarización. Es histórica la revolución feminista frente a estos actos, entonces, no es aislado que hoy este movimiento feminista se quiera solidarizar con Palestina. Claramente su liberación está totalmente vinculada a la nuestra, como la de cualquier pueblo, cualquier territorio en el mundo. La solidaridad con Palestina era un eje que nos unía a todas y nos unía a todes en diversas expresiones, que nuestra intervención artística se sumó a eso”
El valor de la unión
Fátima mantiene la palabra, el relato, la idea. Argumenta sobre la unión: “Entonces, bueno, ahí empezamos a crear una marioneta que tenía rasgos de Milei, justamente los últimos tres días antes de ese 8 de marzo, este Milei y su gobierno habían hecho un montón de intentos de políticas y discursos que son de odio hacia las mujeres, que son de odio a las disidencias, y dijimos, bueno, no podemos ignorar esto que pasa en la región y que se expande porque las políticas después se expanden, por ejemplo en Uruguay. De alguna manera empieza a venir la práctica de Milei, entonces dijimos, nos tenemos que unir, nos tenemos que unir”.
“Y bueno, fue un poco lo que hicimos a través del arte de la danza, de poner el cuerpo el 8 de marzo, y obviamente molestó de alguna manera esa intervención, y bueno, por eso ahí empezó toda una campaña mediática, que pretendía de alguna manera invisibilizar esta gran movilización del 8 de marzo con una foto, y una tergiversación de nuestra intervención artística. Nosotras seguimos adelante y nosotres, porque en realidad es eso. O sea, fue un 8 de marzo masivo, hace muchos años que no había tanta gente, en la calle unida. Fueron inmensas reivindicaciones y luchas que se expresaron ese día, que tienen que ver con las luchas históricas de todos los días, esas mujeres disidencias, entonces, en ese sentido estamos súper felices de lo que fue el 8 de marzo. Y bueno, más adelante también vino una denuncia, por el Comité central israelita del Uruguay. Pero seguimos haciendo frente a eso también”.
¿Todo lo que les pasó no las frenó?
“No nos frena, como no nos frenan a todas y todos los que estamos en estas luchas tejiendo redes” fue tajante la respuesta de Sonia, a Sofia.
“Lo que nosotros primero tuvimos un ataque mediático a través de las redes por parte de personas en general y por parte del sionismo uruguayo y nada. Después llegó una denuncia penal hecha por el Comité Central israelita del Uruguay como decía la compañera hacia nuestro colectivo y desde esa denuncia penal que después nosotras, nosotres decidimos hacer la conferencia de prensa. La conferencia de prensa no enseguida porque tuvimos varios medios que querían entrevistarnos, pero de esos medios sionistas y patriarcales no, seguramente entonces salimos después, luego con compañeros y compañeras de las distintas luchas feministas de acá y de las luchas en general… salimos con una conferencia de prensa colectiva donde nosotras y nosotres desde nuestro colectivo. Leímos nuestro comunicado público, en el cual explicamos el significado de nuestra intervención, porque mismo el ataque se dio sin saber qué significaba la intervención y obviamente tergiversaron en vez de hacer una pregunta, obviamente. Ese es el intento, porque es una excusa, una intervención para bajar todo un movimiento feminista, todo el movimiento por Palestina, que acá en Uruguay, está siendo siempre más fuerte. Un poco antes del 8 M el 29 de febrero, si no me equivoco, habíamos hecho una marcha masiva por Palestina, fueron miles y miles de personas. Bueno, eso, vimos nosotras. El problema no era nuestro colectivo El problema es la voz que se está alzando por Palestina. A través de esa conferencia de prensa, como que reafirmamos nuestra denuncia. Reafirmamos y reivindicamos nuestra acción, reivindicamos el arte. El arte es, y tiene como base la libertad de expresión. Ellos lo que hicieron fue amenazar.”
Incitación al odio
Fátima Amaral describe las instancias que sobrevinieron ante la Fiscalía Penal : “Después de la conferencia de prensa cinco compañeras, compañeres del colectivo, fuimos citados a la Fiscalía en un proceso de investigación donde estamos acusados y acusades por incitación al odio” .
“Una hipocresía, porque personas sionistas, que de alguna manera hacen apología del odio, que son quienes reivindican, justifican la masacre de miles y miles de personas en Palestina, y nos dicen que nosotras, nosotres, como colectivo, como expresión artística, somos antisemitas y por ende, estamos haciendo una incitación al odio. Entonces tuvimos que enfrentar esa citación. Cinco compañeras y compañeres que fuimos a declarar ahora estamos esperando hasta mitad de mes para hacer un pedido de que se archive la causa, porque claramente, que fundamento en cuanto a esa citación no hay. Realmente quedó muy claro en las declaraciones. Quedó muy claro lo que se dijo a la prensa después, y lo que ya veníamos además reafirmando colectivamente con distintas organizaciones sociales del país. O sea, no hay probabilidad ninguna de que eso sea posible de probar, que no hay tal incitación, por el contrario. Seguimos denunciando que los que sí están incitando al odio son quienes de alguna manera acompañan desde el lobby sionista en El Mundo a Israel, que es un Estado genocida y eso es innegable. Intervención y denuncia y eso lo vamos a seguir haciendo. No hay forma de poder arrepentirnos porque justamente es lo que como colectivo vamos a seguir haciendo.”
Las voces finales que se oyeron en “Historika” son las voces del activismo del Movimiento Our Voice, que unido a los colectivos que hacen parte de la Neurona Rebelde; que unido a Sofia y Ceila, deja huellas. Huellas para una revolución cultural y artística que va ganando terreno, paso a paso, a través de las redes sociales, que sin fronteras, van abriendo puertas, calles, patios, plazas, campos, avenidas, y universidades, en un continente, donde miles y miles de jóvenes no dan la espalda al pueblo palestino, ni tampoco a otras luchas sociales, y mucho menos a las causas feministas que internacionalmente están posicionándose a pasos agigantados.
Los pasos agigantados que hoy por hoy hacen a la identidad de las generaciones, que buscando horizontes, se rebelan a lo sistémico, a las estructuras y al poder. A los patriarcados que hacen añicos vidas y esperanzas.
La lucha está en curso. La lucha en favor de la vida, desde los espacios de la comunicación y del arte militante.
Y si esas luchas desatan represalias y represiones; molestias; obstáculos; difamaciones; amenazas y denuncias ante jueces y fiscales, o campañas mediáticas, es que todos esos movimientos sociales son señal inequívoca, de que todo ha llegado a su punto extremo, y que esas luchas van por muy buen camino.
¿Nos podremos atrever a ser indiferentes? Me parece que cabe una sola respuesta: No podemos ser indiferentes, debemos más bien hacer parte de todas esas voces, si algo tenemos todavía de dignidad humana.
*Foto de Portada y restantes: Our Voice