AVION DERRIBADO
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El F-15 se estrelló en suelo libio el lunes por la noche y uno de los dos pilotos fue recuperado después que ambos se eyectaran del aparato, anunció el comando estadounidense Africom en Stuttgart (sur de Alemania).
"Los dos miembros del equipaje se eyectaron. La operación para recuperar al segundo piloto está en curso", declaró Karin Burzynski, portavoz del US Africa Command, que asume la coordinación de las operaciones desde Stuttgart (Alemania). No se indicó por qué ni donde cayó el avión.
Horas antes, una base naval situada a 10 km al este de Trípoli había sido impactada por los bombardeos de la coalición, según testigos.
Sin embargo la intensidad y el número de ataques disminuyó desde la primera ofensiva, la noche del sábado al domingo.
"Salvo si ocurre algo inusual o inesperado, podríamos asistir a una menor frecuencia de los ataques. Ya vimos entre la primera y la segunda noche una reducción importante" de la ofensiva, declaró el lunes a la prensa el jefe de la coalición, el general estadounidense Carter Ham.
"La extensión de la zona de exclusión aérea, prácticamente de una frontera a otra (egipcia a tunecina, ndlr), nos debería permitir disponer de una gran libertad de movimiento", prosiguió.
La finalidad de la operación es objeto de declaraciones dispares, después de que altos responsables aseguraran que la coalición no tenía como objetivo directo el coronel Gadafi.
"La posición de Estados Unidos es que Gadafi debe irse", afirmó sin embargo el lunes el presidente estadounidense, Barack Obama.
El primer ministro británico David Cameron dijo creer que "Libia debe deshacerse de Gadafi", y que le corresponde "al pueblo libio elegir su propio destino".
También en el seno de la coalición -en la que participan del lado europeo Francia, Gran Bretaña, Italia, Bélgica, Dinamarca, Grecia y España- se empiezan a oír voces de discordia en lo referente a la cuestión del mando, que muchos países desean encomendar a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Actualmente las operaciones de la coalición son nacionales y coordinadas por los cuarteles generales estadounidenses de Ramstein (oeste de Alemania) y Nápoles (sur de Italia).
"La OTAN tendrá un papel" en la nueva fase militar en Libia, afirmó Obama, y añadió que el inicio de esta fase es cuestión "de días, no de semanas".
El jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, exigió que "el mando de las operaciones pase a la OTAN". Cameron piensa lo mismo pues así "quienes participan del exterior (en las operaciones militares) pueden ser coordinados correctamente".
En cambio, Francia considera que si la OTAN dirige la intervención, los países árabes no querrán sumarse a ella y, peor aún, acabarán criticándola.
Noruega informó que sus seis F-16 enviados el lunes al Mediterráneo no iniciarán sus misiones hasta que este asunto del mando quede resuelto.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pide este martes al Congreso su apoyo para que fuerzas españolas participen, por un mes al menos, en el operativo internacional.
En fin, China reiteró el martes su oposición a la intervención militar, lamentó las víctimas civiles causadas por los bombardeos de la coalición y pidió un alto el fuego inmediato.
"El objetivo de la resolución de la ONU consiste en proteger a la población civil, pero las acciones militares de algunos países provocaron víctimas", deploró la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Jiang Yu.
La resolución 1973 de las Naciones Unidas (ONU), adoptada el pasado jueves, pedía un alto el fuego y autorizaba el uso de la fuerza para proteger a la población libia. China, miembro permanente del Consejo de Seguridad, se abstuvo en la votación, pero no ejerció su derecho a veto para bloquear el texto.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó el martes que los combates en Libia empujaron a miles de personas a huir de sus hogares para refugiarse en el este del país, indicó este martes su portavoz, Adrian Edwards.
"Los equipos del ACNUR en la frontera egipcia con Libia constataron que miles de libios se marcharon hacia el este del país y se refugiaron en las casas, escuelas y centros universitarios", precisó Edwards.
Estos desplazamientos se produjeron por "temor a una nueva ofensiva de las fuerzas leales de Muamar Gadafi en el este de Libia", añadió.
Pese al alto el fuego anunciado por Gadafi, supuestamente para conformarse a la resolución de la ONU, los enfrentamientos prosiguieron el lunes, dejando al menos 40 muertos y 300 heridos en Misrata, a 200 km al este de Trípoli, según los rebeldes.
El martes, otras cinco personas, entre ellas cuatro niños, murieron en esa ciudad a manos de tropas de Gadafi, siempre según la insurrección.
Al este, las fuerzas gubernamentales libias, que atacaron el sábado Bengasi, el bastión de la revolución (a 1.000 km al este de Trípoli), retrocedieron el lunes hasta Ajdabiya, a 160 km al sur.
Según el régimen libio, la coalición bombardeó desde el sábado Trípoli, Zuara, Misrata (oeste), Sirte y, el lunes, Sebha, atacando especialmente los aeropuertos.
Estos ataques causaron "numerosas víctimas" civiles, declaró el portavoz del Gobierno libio.
Fuente :AFP