Desde diciembre del año 2000 en México se decomisaron más de 10.000 granadas y 93.000 armas, en su mayoría fusiles de asalto. "Estas armas serían suficientes para armar un ejército en muchos de los países de América Latina, África y Asia", dijo el mandatario, asegurando que "a todas las organizaciones se les ha combatido y a todas se les ha golpeado contundentemente".
Según Calderón, 28% de los detenidos pertenecen al cártel del Golfo y sus antiguos lugartenientes, "Los Zetas" -ahora envueltos en una lucha entre sí-, y un 24% son del cártel del Pacífico o de Sinaloa, liderado por Joaquín "El Chapo" Guzmán, prófugo desde 2001.
Al llegar al poder en diciembre de 2006, Calderón lanzó una estrategia de corte militar en la que participan más de 50.000 elementos de las Fuerzas Armadas y policías federales para combatir al narcotráfico, al que se atribuyen la mayor parte de las más de 28.000 muertes violentas ocurridas desde entonces. Y las más de 10.000 que hubo este año, razón por la cual Calderón admitió que 2010 fue un año difícil donde quedó de manifiesto que el patrimonio y la integridad de los mexicanos "están amenazados por los criminales".
La principal causa del aumento de la violencia este año fue, justamente, la ruptura entre los cárteles del Golfo y Los Zetas. De todas maneras, un vocero del gobierno federal en materia de seguridad, Alejandro Poiré, comentó en una rueda de prensa que el promedio semanal de crímenes atribuidos al crimen organizado se redujo en un 38% en los últimos meses: en julio y agosto eran 55 por semana, pero desde septiembre son 34 por semana.
"Esta tendencia deberá consolidarse con el avance de la acción coordinada y efectiva de las autoridades", dijo el vocero, una semana después de que el gobierno federal anunciara el envío de miles de efectivos para reforzar la seguridad en los estados de Nuevo León y Tamaulipas.
Poiré afirmó que esta semana se redujeron 48% los crímenes en municipios fronterizos con EE.UU., los más afectados por la situación.
"Gracias a la acción disuasiva de la fuerza federal, las autoridades locales, así como escuelas comercios y pequeños negocios realizan actividades con normalidad", declaró Alejandro Poiré, quien aseguró que ya "se ha iniciado un proceso de retorno de las familias que abandonaron temporalmente sus hogares ante el recrudecimiento de la violencia entre bandas criminales".
El vocero en materia de seguridad aseguró que el gobierno ha mermado "considerablemente" las estructuras de los cárteles del Golfo y Los Zetas, y una muestra de esto es que, en lo que va de 2010, han sido detenidos más de 1.300 líderes, operadores y sicarios de ambas organizaciones, además de que se les han decomisado más de 250 toneladas de marihuana, dos de cocaína, más de 4.000 vehículos y 6.400 armas.