afirmó Michael Braun,  ex jefe de operaciones de la DEA, en una entrevista con el diario El Universal

La similitud con los grupos terroristas tiene una explicación: "Como ejemplo: si una célula es detenida o arrestada, él o ella solamente conocen a los otros miembros de su célula y el tipo de actividad en la que están involucrados, y están imposibilitados de proporcionar información que valga la pena a las fuerzas del gobierno que podrían utilizarla para atacar a la gran organización", explicó.

A su vez, a las células se les suele asignar una tareas específica (transporte, distribución, lavado de dinero, asesinatos) de manera que ante una eventual detención, tampoco manejan información más allá de esa actividad que le pueda ser útil a policía.

Un aspecto que resaltó Braun, que actualmente trabaja en la consultora Grupo Internacional Spectre, es la inversión de "grandes sumas de dinero en nuevas tecnologías". Según precisó, "Los cárteles mexicanos utilizan lo último en tecnología para coordinar y dirigir las actividades de sus subalternos alrededor del mundo. Ellos utilizan mucho Internet y generalmente a simple vista, como son las salas de chat; usan celulares, teléfonos satelitales y radios encriptados y utilizan lo último en tecnología de navegación para mover contrabando con exactitud de punta".

La relación con los Estados Unidos

México suele acusar a su vecino, el principal consumidor de droga del mundo, como la causa de buena parte de sus males. Por eso, Braun estima que los cárteles mexicanos dominan el tráfico de droga hacia el país norteamericano, donde operan en 230 ciudades.

De hecho, un dossier del Center for a New American Security publicado hace un par de días asegura que las bandas mexicanas del narcotráfico ya penetraron casi todo el teritorio de los Estados Unidos, incluida su capital. La presencia más importante se registra en Texas, con 32 centros de distribución de drogas al mayoreo.

Por eso, para el gobierno del país norteamericano, según Braun, es fundamental que las autoridades mexicanas ganen la lucha contra el narcotráfico. "Si México pierde, ciertas regiones del país serán controladas por los más poderosos cárteles que el mundo haya conocido, y esas áreas son nuestra frontera compartida donde 85% del comercio se realiza entre ambos países. No es bueno para la seguridad nacional de México y no es bueno para nosotros", subrayó.