PERIODISTA ASESINADO POR LA MAFIA
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Este crimen ocurrió en una fecha en que se recuerda el día del periodista en Paraguay, en que la mafia ha dejado un mensaje de impunidad y de poderío no solo a los periodistas sino a toda la sociedad paraguaya que acababa de salir de 35 años de la dictadura del General Alfredo Stroessner, pero seguiría prisionera de un sistema criminal mucho más peligroso, siendo uno de sus tentáculos el crimen organizado y la mafia en sus diversas clases: militar, económica, financiera, y política, y que se iba a ir consolidando en el país a lo largo de estos veinte y dos años en que cayo la dictadura de Stroessner, quién al final es el único que se ha ido, continuando sus herederos en el poder real de esta “isla rodeada de tierra” como le gustaba decir a nuestro laureado escritor premio Cervantes de literatura, Augusto Roa Bastos, al referirse a lo aislado y atrasado en que vivimos históricamente los paraguayos en relación a los demás países, especialmente nuestros vecinos, Argentina, Uruguay, y Brasil.
Con el asesinato de Santiago Leguizamon algunos paraguayos nos dimos cuenta que los graves problemas que nos aquejaban no era simplemente a causa de una larga dictadura o producto de la incapacidad de los paraguayos de amar la libertad y la justicia, sino que se empezaba a vislumbrar que toda la estructura política, económica, social y cultural en realidad estaba alimentada y sostenida por la mafia local e internacional.
Santiago Leguizamon dejo una viuda, Ana María Margarita Morra y cuatro hijos, que tenían 14, 13, 11 y 1 año respectivamente aquel 26 de abril de 1991, entre ellos nuestro entrevistado Dante Ariel Leguizamon Morra, quién para recordar los 10 años del martirio de su padre escribió una nota titulada “ El que sabe morir no muere” donde manifiesta “ El 26 de abril del 2001 se cumple 10 años de la muerte de mi padre Santiago Máximo Leguizamón Zaván, periodista propietario de una emisora de radio en Pedro Juan Caballero, corresponsal del Diario Noticias en esa misma ciudad, director de una revista regional del Amambay llamada Mburucuyá, casado, padre de 4 hijos, uno de apenas 1 año. Yo tenía 13 años en ese entonces, poco era lo que podía entender de lo que realmente estaba pasando, poco porque él no podía preocuparnos demasiado. Aquel mediodía del 26 de abril estábamos comiendo a las 12:30 todos los hermanos juntos, suena el teléfono, atiende la señora que trabajaba en mi casa y empieza a llorar, no entendíamos lo que estaba pasando hasta que dice: “Le mataron a tu papá”. Todos salimos corriendo a lo de mi Tía nadie entendía nada, yo por dentro decía convencido: “No puede ser se equivocaron seguro que no era él, confundieron el cuerpo”, estaba equivocado, pero no entendía porque poco sabía lo que realmente era capaz la gente a la cual mi papá estaba “desnudando”. Poco a poco, después de su muerte, me pude dar cuenta de todas las cosas contra las que luchaba, recibía amenazas de muerte pero no se rendía, todo lo contrario creo que lo hacía cada vez más fuerte, creía cada vez más en él, en sus ideales y en lo que él podía hacer, pero se estaba enfrentando a las peores de las mafias la del narcotráfico. Allí desde la “Terraza del País”, como él llamaba a Pedro Juan, gritaba para que todos le escuchasen….
... Cuando nos íbamos a Pedro Juan, él no le dejaba a mi mamá comprar ropa en el Brasil ni para regalo porque no pasaba por la aduana, apenas nos compraban a nosotros. Pedro Juan es una ciudad fronteriza, al cruzar una plaza está Brasil exactamente Ponta Pora, cualquiera puede cruzar la frontera sin que nadie te pida ni siquiera tu cédula, a pie, en auto. En uno de los últimos viajes a Pedro Juan había un ropero enfrente de la ventana, le preguntamos porque estaba ahí y nos dijo: “A la noche entra mucho viento y me engripo con facilidad”, por supuesto ni nos imaginamos que estaba pasando, tenía un secretario armado, un sereno armado, algo estaba pasando pero nosotros cuando estábamos con él ni nos dábamos cuenta. Su secretario era Karapé al que mi papá le dijo que corra cuando este quería disparar a los maleantes para ayudarle.
Si para mí es demasiado lo que perdí no me imagino para mi mamá, hermana, mis hermanos, sobre todo al más chiquito que solo pudo estar con él un año.
“Pero como decía *Carlos Delessert: “El que sabe morir no muere”. Él está presente en mi casa todos los días, todas las mañanas; cada uno en mi casa se levanta con la frente bien en alto para enfrentar el día sin descansar y sin rendirse, lo usamos como ejemplo en todas las actividades de nuestra vida, nos guía desde arriba y por mas que nos equivoquemos y mucho, luchamos para que esté orgulloso de nosotros como nosotros lo estamos de él. “
“Fue poco lo que yo pude aprender de él cuando estaba con vida, pero en realidad todo lo que me dejo es el legado más grande para mí para mis hermanos y creo que debería ser para todos porque la sociedad olvidó por completo los valores morales. Mi padre me dejó un ejemplo de vida muy difícil de seguir pero con valores tan claros como la ética, la moral, la responsabilidad, la valentía, porque murió parado, de frente a las adversidades no se dejó llevar por otra cosa que no sea sus principios. No se rendía fácilmente creía que desde donde estaba podía hacer algo contra ese aparato que maneja todo el norte del país que es la mafia fronteriza, creía que algo podía hacer por los campesinos sin tierras, por el tan olvidado interior del país. “
“Muchos creerán que fracasó, pero creo que el ejemplo dejado nos debe servir a todos, jóvenes, adultos, viejos, niños; no recordarlo solo el 26 de abril como hace la gran mayoría sobre todo los medios de comunicación, no digo que saquen una foto de él todos los días pero que utilicen su imagen, su enseñanza, su valentía o que sigan todos lo que nos decían: “Vamos a continuar su lucha”. Muchos medios han perdido la coherencia y demuestran su excesivo parcialismo, leer dos diarios diferentes te hace pensar que estas viviendo en dos países diferentes. No solo la prensa, los políticos, empresarios, quiosqueros, TODOS deberían recordarlo siempre, porque luchó, se cayó y se levantó con más decisión, y nos dejó un mensaje claro: “Prefiero la muerte física a la muerte ética”. Algo hay que hacer con toda la hipocresía y corrupción que hay en el país. Usemos su ejemplo pero no para recordarlo un día al año y olvidarlo al día siguiente.
“La gente que sabe que soy su hijo se acerca y me pregunta ¿Cómo terminó el caso de tu papá?, en el opare’i, (termino de valde), es lo único que puedo decir, por más que los asesinos materiales se hallan declarados culpables estando presos en el Brasil, hallan dicho los nombres de los autores morales del asesinato, ¿la justicia paraguaya nada puede hacer?. Pero no es eso lo más importante. El lema de “SANTIGO VIVE”, significa que una parte de Santiago debe estar presente en nuestro corazón que debe ser nuestro guía. Para que todo lo que hizo tenga sentido no es necesario que se resuelva el caso, que se le aprese a los asesinos pagados ni los morales, es necesario que todos vivamos con algo de él dentro nuestro que nos obligue a hacer algo contra todo lo que nos corrompe cada día. Nos tiene que preocupar el futuro de todos los jóvenes y niños que probablemente no entienden nada todavía de lo que están pasando pero si no actuamos ahora no me quiero ni imaginar su futuro, nosotros somos jóvenes pero nuestro presente es muy triste, mas debemos hacer algo por ellos y por nosotros. Sembremos ahora para que los que vienen puedan recoger el fruto maduro y puedan sembrar mejores semillas en un mejor campo. “
P- Puede hacer una breve reseña biográfica de su padre, Santiago Leguizamon.
R- Santiago Máximo Leguizamón Zaván nació el 26 de marzo de 1950 en Villa Hayes. Era el octavo hijo entre nueve hermanos. En 1968 se recibió de mecánico de aviación en Panamá; un año después obtuvo el título de ingeniero de vuelo. En 1970 decidió estudiar periodismo: ingresó en la Facultad de Medios de Comunicación de la Universidad Católica, de Asunción, recientemente creada. Dos años más tarde, en forma paralela, integró el elenco del Teatro Laboratorio. En esos años trabajó en la agencia de courrier Enlace y, después, en un depósito de materiales de nombre “Ayolas”.
El 30 de noviembre de 1974 contrajo nupcias con Ana María Margarita Morra, Trigüis licenciada en matemáticas. Fruto de este matrimonio nacieron Raquel, terapeuta para rehabilitar adictos a las drogas; Dante, abogado especializado en derechos humanos; Sebastián, comerciante, y Fernando, quien actualmente cursa la carrera de Filosofía. Aquel 26 de abril de 1991 sus hijos tenían, 14, 13, 11 y 1 año respectivamente.
El 15 de diciembre de 1975, ZP31 Radio Mburucuyá (nombre de una enredadera silvestre que da una bellísima flor azulada) irrumpió en el éter de Pedro Juan Caballero.
Desde ese momento, comenzó entonces otra rutina en su vida, la que cumplió apasionadamente durante 16 años en Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, Paraguay, escribiendo para diarios y revistas, comentando y mostrando imágenes como corresponsal para radios y canales de televisión de todo el país. Su programa radial matutino “Puertas Abiertas” era considerado la voz de los sin voz en la frontera seca entre Paraguay y Brasil.
El 26 de abril, día del Periodista en Paraguay, de 1991 fue elegido, a propósito, para silenciar definitivamente a la voz de los sin voz y provocar duelo en lugar de festejos. Leguizamón (41 años, casado, cuatro hijos) fue emboscado por cuatro individuos de nacionalidad brasileña, aparentemente contratados para ejecutarlo, quienes le propinaron 21 balazos, según el médico forense.
En ese momento también era corresponsal del Diario Noticias, de ABC Color y del Canal 13. Además se encontraba editando la Revista Mburucuyá.
P- Cuál era lo más destacable de Santiago, como padre y periodista.
R-Santiago era una persona muy exigente consigo mismo como con las personas que lo rodeadaban. Muy serio y responsable cuando tenía que serlo.
Como periodista era un profesional comprometido con las causas sociales, desde un primer momento se posicionó como “la voz de los sin voces” en el departamento de Amambay. Su micrófono se encontraba siempre abierto a la comunidad del norte, siempre tan olvidado, del Paraguay. Desde sus columnas en los diarios denunciaba las injusticias a las que eran, y lastimosamente siguen siendo expuestas, las comunidades campesinas, las comunidades indígenas, los obreros y la comunidad pedrojuanina. Sus denuncias giraban siempre entorno a la corrupción, el contrabando, la mafia fronteriza, brindando además visibilidad y apoyo a la lucha campesina e indígena.
Como padre era una persona muy alegre, simpática pero a la vez exigente. Siempre presente y pendiente de sus hijos, y preocupado por nuestro crecimiento como personas.
P- Los ideales que motivaron a Santiago Leguizamon a entregar la vida por ellos cuales eran.
R-El compromiso social que tenía Santiago era muy fuerte, con la verdad, con su país, con su gente, con las personas “olvidadas” dentro de un sistema que no solo las deja de lado sino que las oprime.
El comportamiento ético e inflexible acorde a sus valores como la honestidad, el trabajo, la solidaridad, la valentía y la asunción de la importancia de cumplir ese rol sería lo más destacable y lo que lo habría llevado a entregar su vida a estos.
P- Santiago Leguizamon es considerado también un mártir del periodismo paraguayo como Salvador Medina; ambos fueron asesinados por la mafia. A su criterio porque en estos casos no se ha podido juzgar y mucho menos condenar a los autores intelectuales o mediatos de estos crímenes.
R- Creo que la mafia en Paraguay esta enquistada de una manera bastante fuerte en el Poder. Desde la época de la dictadura, la mafia era controlada por personas con importantes vínculos con el poder político, sino eran las mismas.
Particularmente en el caso de Santiago Leguizamón, el principal sospechoso del asesinato era compadre del entonces Presidente de la República, Andrés Rodríguez, persona fuertemente vinculada con el contrabando y el tráfico de drogas. Que Rodríguez este vinculado con el contrabando y el narcotráfico no lo digo yo, sino varias investigaciones realizadas fuera de Paraguay y que no llegaron al país por orden de los propios gobernantes.
Este poder e influencia de la mafia se ejerce de distintas formas, en muchos casos por complicidad y por conveniencia, y en algunos casos por presiones o amenazas.
Fundamentalmente en el caso de Santiago es por complicidad de las autoridades en el tema. Hoy 20 años después, entiendo que es muy complicado rehacer lo que la policía y los encargados de la investigación originariamente no solo no trataron de hacer sino que se preocuparon por ocultar.
El caso de Salvador Medina, tiene las mismas características, en su trabajo realizaba constantes denuncias con relación al rollotráfico, donde estaban vinculadas políticos de la zona y del partido gobernante. También fue ultimado por personas vinculadas a las denuncias que realizaba.
La única diferencia radicaría que en el caso de Salvador Medina, independientemente de la mala actuación de los investigadores, es el único caso de periodistas asesinados en Paraguay en el que se obtuvo una condena, no a los autores intelectuales pero de todos modos existe minimamente una verdad “oficial” sobre el caso.
En el caso de Santiago Leguizamón, al igual que en otros casos, casi no existe actualmente la posibilidad de llegar a una sentencia.
P-Cuál es su visión en relación a la influencia del crimen organizado en Paraguay, sobre todo en las zonas fronterizas como Pedro Juan Caballero, Ypehu, Ciudad del Este, desde el punto de vista económico, político, social y cultural.
R-Hoy la mafia fronteriza sigue ejerciendo fuertemente el poder en las fronteras y en el país en general.
Económicamente, muchas veces se presenta como únicas alternativas de personas de escasos recursos que son explotadas mientras son útiles, cuando dejan de serlo se las saca del medio matándolas. Sigue la mafia representando un poder económico muy fuerte, moviendo una importante cantidad de negocios y dinero, que es blanqueado de distintas formas.
Socialmente, repite la lógica de la dictadura, oprime al pueblo porque lo obliga a hacer la vista gorda, a no meterse, no involucrarse y no poder decir nada de lo contrario están expuestos a la muerte. Esa suerte de amenaza constante contra la vida obliga a que las personas no puedan manifestarse, luchar o gritar contra las injusticias, las muertes y las presiones que sufren cotidianamente. Esto lastimosamente tiene inclusive repercusión cultural, nuestra gente muchas veces adopta esa posición “indiferente” ante las injusticias, y esto es debido a tantos años de opresión, miedo, represión, injusticia e impunidad.
Lo más preocupante es la repercusión de las mafias en el ámbito político. Hoy en Paraguay muchas personas y/o grupos con muy fuertes vínculos con la mafia se presentan como importantes empresarios, personas con excelente y exitosa trayectoria incursionando en la carrera política. No debería extrañarnos tanto que personas vinculadas con la mafia estén cerca o dentro de los partidos políticos, porque esto ocurre como dije desde la época de la dictadura, lo que sí debe preocuparnos es que no los cuestionemos.
No es admisible que nos olvidemos fácilmente del pasado de algunas personas y creamos simplemente en lo que nos dicen hoy. Es fácil presentarse como exitoso empresario después de haber amasado una importante fortuna manchada con la sangre de muchos paraguayos y paraguayas.
Luchar contra ese olvido que quieren imponernos, las personas vinculadas con el stronismo, con la mafia, con el marzo paraguayo tiene que ser nuestro deber como paraguayos y paraguayas comprometidos con la verdad y esperanzados en tener un país diferente.
También me preocupa mucho que quieran condicionar nuestros cuestionamientos porque no existen resoluciones judiciales que confirmen lo que todo el mundo sabe. Cuales son las posibilidades que existan resoluciones judiciales con un poder judicial totalmente funcional al poder político y al poder mafioso.
P-Puede afirmarse que actualmente el crimen organizado en Paraguay condiciona a las instituciones del Estado, en especial al poder judicial y legislativo.
R-Totalmente, como dije antes, este condicionamiento implica fundamentalmente complicidad y conveniencia. Las personas que no responden a esta lógica de complicidad y conveniencia son igualmente condicionadas con presiones y amenazas, que pueden ser presiones de destitución como amenazas de muerte.
Asimismo, la impunidad cotidiana con la que vivimos también nos condiciona, porque nos encontramos muchas veces demasiados expuestos y no podemos decir muchas veces las cosas que queremos decir.
P-Cuál es su opinión respecto al peligro que podría representar no solo para el Paraguay sino toda Latinoamérica, el enorme poder económico con que cuentan las organizaciones criminales, en relación a la frágil democracia y casi inexistente estado de derecho vigente sobre todo en nuestro país.
R-Es realmente preocupante, no solo porque las organizaciones criminales se filtran en las organizaciones políticas a fin de asegurar su impunidad y muchas veces son los mismos lideres los que se presentan como alternativas políticas utilizando el aparato de los partidos políticos, sino también porque hasta ahora las experiencia de lucha contra la mafia fue bastante nefasta, el saldo de esas luchas contra el narcotráfico fueron solo muertes y más muertes. Toda esa violencia generada solo tiene como resultado más muertes. Este discurso en post de la “seguridad” complica mucho más el panorama y victimiza a mucha gente que a lo mejor no tiene que ver nada en el tema, además el Estado generalmente se excede en esta “lucha.
P-En base a la experiencia que usted tiene como hijo de un mártir, a su parecer que hace falta para constituir o consolidar un frente antimafia en Paraguay, de la misma manera que ha surgido en Argentina, Italia y otras partes del mundo, sobre todo a partir de los asesinatos de periodistas, jueces, policías, empresarios y ciudadanos comprometidos contra la mafia; con el objeto de combatir a este terrible mal de la humanidad.
R-Entiendo que sería bastante útil para visibilizar el problema de una manera mucha más seria, poder desenmascarar a varias personas ligadas a la mafia.
Un estudio profundo podría también mostrar la magnitud del problema.
P-Finalmente un mensaje que puede dar como joven, a las nuevas generaciones, y ciudadanos del mundo, de cómo luchar contra la mafia sin perder la esperanza de construir una nueva civilización alternativa a la que tenemos.
R-Lo primero que tenemos que proponernos es visibilizar el problema, la magnitud del mismo a partir de ahí podemos pensar en alternativas de lucha contra este flagelo. Perder las esperanzas de construir una forma de vida diferente a la actual seria perder el sentido real de la vida, aunque sería peor perder la voluntad de luchar para producir transformaciones, inclusive en algunos casos con muy pocas esperanzas. Dejar pasar la vida sin involucrarse y comprometerse con un cambio social real es solo colaborar con la situación actual.
Como luchar contra la mafia es algo que tenemos que ir descubriendo y construyendo, lo que necesitamos es que todos y todas nos demos cuenta de la importancia que esto supone y sobre lo fundamental de nuestro aporte comprometido con la sociedad y en busca de una sociedad diferente.
Caaguazu, 20 de Julio de 2011
Breve currículum del entrevistado
DANTE ARIEL LEGUIZAMÓN MORRA, (Asunción, 1978) abogado egresado de la Universidad Nacional de Asunción año 2004, realizó cursos de especialización en Derecho Penal en el Centro de Ciencias Penales y Política Criminal a cargo del Prof. Dr. Wolfgang Schone, y actualmente es masterando (o Maestría en etapa de presentación de tesis) en Derechos Humanos de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Ex asistente fiscal de la Unidad de Delitos Económicos y
Anticorrupción. Actualmente abogado del Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires.