"La jornada electoral se ha cerrado y logrado", declaró el presidente del Consejo electoral provisional (CEP), Gaillot Dorsainvil, en una conferencia de prensa.
El CEP indicó que la votación había sido anulada en 56 centros de votación de un total de 1.500.
"Vamos a estudiar caso por caso en los sitios donde hubo un problema", declaró por su parte el director general del CEP, Pierre-Luis Opent. "Dentro de 48 o 72 horas, decidiremos lo que haremos", añadió.
El CEP "se hallará en situación de producir un balance (sobre la votación) al regreso de sus miembros desde el interior (del país), dentro de tres días" y "agradece a la población por haber participado en el ascenso de la democracia", dijo.
Horas antes miles de haitianos se manifestaron en Puerto Príncipe por la anulación de las elecciones legislativos y presidenciales por creer que fueron amañados por el partido del presidente saliente René Preval.
La ONU por su parte llamó a la calma y expresó su "viva preocupación por los numerosos" hechos de violencia en el país.
Al término este domingo de una jornada electoral marcada por violencia y las denuncias de fraude, doce de los 18 candidatos de las presidenciales, entre ellos los favoritos Mirlande Manigat y Michel Martelly, denunciaron en una declaración conjunta "una conspiración del gobierno y del CEP" para beneficiar al oficialista Jude Celestin.
Poco después, miles de manifestantes recorrían los sectores capitalinos de Delmas y de Pétionville, donde se halla la sede del CEP.
Cascos Azules de la ONU y policías haitianos fueron llamados para reforzar la seguridad ante la sede del organismo electoral.
La manifestación la encabezaba el cantante y candidato Martelly, al lado de Wyclef Jean, estrella mundial del hip-hop, cuya candidatura no fue aceptada por el CEP.
Cerca de 5 millones de haitianos estaban llamados a elegir este domingo al nuevo presidente entre 18 candidatos y renovar 11 de las 30 bancas del Senado y la totalidad de la Cámara de Diputados, de 99 escaños.
Los 12 candidatos realizaron su declaración ante partidarios en un hotel de Puerto Príncipe, constató la AFP en el lugar, después de varios incidentes en locales de votación de varias ciudades.
"No se trata únicamente de fraudes; es un verdadero escándalo, un verdadero secuestro de las elecciones", dijo a la AFP el portavoz de Manigat, Patrice Dumond.
El proceso electoral tuvo que ser suspendido en dos ciudades del norte de Haití, tras episodios violentos que dejaron al menos dos heridos, y un centro electoral fue saqueado en la capital, Puerto Príncipe, constató un periodista de la AFP.
También se produjeron incidentes en Acul-du-Nord y Trou-du-Nord, indicaron a AFP autoridades de ambas ciudades del norte del país.
"La población estaba lista para votar pero partidarios de los candidatos causaron disturbios, hay dos heridos y ni siquiera yo pude votar", declaró el edil de Acul-du-Nord, Patrick Julien.
Según las últimas encuestas, los favoritos a disputar la presidencia en una segunda vuelta son el oficialista Jude Célestin (48) y Mirlande Manigat (70), ex primera dama por unos meses en 1988, bajo la presidencia de su marido Leslie Manigat, derrocado por un golpe de Estado militar. El tercer lugar lo ocupa Martelly (49). Los sondeos y analistas pronosticaron que ninguno de los candidatos lograría este domingo la mayoría necesaria de más del 50% de los votos, por lo que todo indica que habrá que realizar una segunda vuelta el 16 de enero. El próximo presidente estará al mando del país más pobre de América, donde el 80% de sus diez millones de habitantes viven con menos de dos dólares diarios.
Los comicios tienen lugar además en medio de una epidemia de cólera, que ya dejó 1.648 muertos desde octubre, y meses después de un devastador sismo en enero que provocó la muerte de 250.000 personas y dejó a 1,3 millones sin techo.
UN ADOLESCENTE DE 13 ELECTORAL AÑOSES UNA DE LAS VICTIMAS DE LAVIOLENCIA
Fuente: La Vanguardia
Las polémicas elecciones de Haití, impuestas por la comunidad internacional y no aceptadas por una parte significativa de la población, se han cobrado ya tres vidas.
Un niño de 13 años, Faustin Castillo, murió ayer en un hospital de Saint Marc a consecuencia del impacto de una bala de goma que sufrió en la cabeza durante las protestas del lunes ante la base local de la Minustah, la misión de la ONU en Haití.
Las manifestaciones contra las elecciones del domingo pasado y contra la presencia de los cascos azules –que es vista como una ocupación militar-, siguieron produciéndose ayer en varios puntos del país.
En Cabaret hubo enfrentamientos con la policía ante la casa del vicepresidente del Consejo Electoral Provisional, Theleve Toussaint, según la radio. Puerto Príncipe permaneció ayer en relativa calma.
En la misión de la ONU preocupa la tardanza del Consejo Electoral Provisional en emitir resultados parciales de la doble elección –presidencial y renovación parcial del Parlamento- por el riesgo que conlleva de movilizaciones, tanto por parte de los seguidores de los candidatos que se rifan la segunda vuelta como por la de los que siguen reclamando la anulación de los comicios.
El jefe de Minustah, Edmond Mulet, se reunió con el presidente René Préval y luego visitó el centro de recuento de votos. Fuentes de Minustah señalan que lo deseable para tener paz en la calle sería que se viera una diferencia clara entre los candidatos en cabeza.
Pero según anunciaron las radios, contabilizados unos veinte mil votos, la profesora y ex primera dama Mirlande Manigat y el cantante Michel Martelly andan muy parejos, sobre el 37%. El lunes, Manigat y Martelly se desmarcaron de la declaración conjunta de doce candidatos, en plena jornada de votación, que pedía la anulación de las elecciones.
Lo hicieron de forma poco sofisticada, como si nunca hubieran estado allí. El resto continúa con su demanda –nunca, sin embargo, formalizada ante la comisión electoral-, y en particular el industrial tabaquero Charles Henri Baker, quien dice que aportará las pruebas del supuesto "fraude masivo", tal como reclama la misión de observación electoral de la OEA/Caricom. Se dice que fue su jefe de campaña, su cuñado Andy Apaid, empresario de las maquilas, quien tuvo la idea del boicot.
El candidato Jean Henry Céant dice que fueron precisamente Manigat y Martelly los artífices de la declaración. La maniobra, destinada a echar de la carrera al candidato oficialista Jude Célestin, que además es yerno de Préval, sentó muy mal en la Minustah, en las embajadas e incluso entre los grandes empresarios haitianos, que han puesto mucho dinero en esta campaña.
Según el diario Le Nouvelliste, el llamado sector privado llamó a capítulo a Manigat y Martelly para que se comportaran, ya que el Consejo Electoral Provisional dio las elecciones por buenas y todo apunta a que habrá una segunda vuelta, prevista para el 16 de enero.
Los resultados definitivos de la primera no se conocerán hasta el 7 de diciembre. El índice de participación en la jornada del domingo aún no se había comunicado ayer.
Colin Granderson, jefe de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de los países del Caribe, Caricom, criticó en las conclusiones de su informe la actitud de los candidatos con su boicot.
Y respecto a la validez de los comicios, según el diplomático no sólo no hubo fraude masivo sino que las múltiples irregularidades registradas el domingo no son suficientes para anular las elecciones.
Tal declaración dejó estupefacta a la prensa internacional, que había sido testigo de todo tipo de trapicheos e incidencias en los colegios electorales. Así, La Vanguardia encontró irregularidades en tres de cuatro centros de voto visitados. Cada centro de voto comprende varios colegios.
Discrepancias entre los observadores y las autoridades haitianas
La comisión electoral habló de 55 centros de voto afectados de un total de 1.500 (11.181 colegios), lo que supone la invalidación de al menos un 3,5%.
Las organizaciones haitianas de observadores discrepan abiertamente del criterio del señor Granderson cuando dijo que "no creemos que las irregularidades, por serias que sean, invaliden el proceso electoral".
El Consejo Nacional de Observación y otras tres organizaciones que han seguido el proceso, consideran que estas elecciones son inaceptables y pueden desembocar en una crisis.