El líder de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, fue procesado por el espionaje ilegal realizado a los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan, que se hundió en noviembre de 2017, en circunstancias aún no aclaradas por la justicia.

El juez Martin Bava, quien subroga la causa en el tribunal de Dolores, decretó en un fallo de 170 fojas, que "Las prácticas ilegales que se ventilan en esta resolución nos remontan a las épocas más oscuras de nuestro país". Mauricio Macri, avaló y estimuló el comportamiento ilegal de los agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), bajo titularidad en aquel presente, 2017, de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, quienes también están procesados.

"Fue Mauricio Macri quien no solo permitió la realización de esas tareas ilegales, sino utilizó esa información para tomar decisiones. En algunos casos esas decisiones tuvieron que ver con tener información adelantada sobre los reclamos que recibiría o las manifestaciones organizadas por las víctimas ante la visita del entonces presidente a Mar del Plata; y en otras ocasiones, a mantener el seguimiento constante y sistemático de las medidas reivindicativas del colectivo de familiares que resulta víctima de estas tareas ilegales", detalló Bava.

Está probado por el tribunal que las tareas de inteligencia nada tenían que ver con cuestiones protocolares referidas a la seguridad del mandatario. Por el contrario, queda en claro que había un interés político. Incluso, dentro de estos protocolos, no está incluida directamente en la operativa la AFI.

"Estas personas no implicaban de ninguna forma una amenaza a la seguridad presidencial, por lo tanto, la confección de este informe es ilegal", martilla el fallo de Bava. Además, el magistrado ordenó un embargo por 100 millones de pesos y volvió a prohibir la salida del país del exmandatario. 

En su historial personal, las investigaciones ilegales de opositores políticos, económicos o familiares, no son una novedad. Macri en reiteradas ocasiones utilizó estas maneras propias de la criminalidad organizada para revalidar sus propios intereses. En el 2010, siendo jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el juez Oyarbide lo procesó por guiar una red de espionaje ilegal, que funcionaba sobre diversos actores políticos, entre los que se encontraban los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA.

Desde Chile, donde Macri se encuentra realizando una gira en calidad de presidente de la Fundación FIFA, declaró: "He dicho que es una persecución política que termina en esto que ya todos sabíamos".  

Una vez probadas judicialmente estas maniobras ilegales e inmorales, quedará por probar, cuáles eran los intereses que Macri y compañía pretendían defender y ocultar, respecto del hundimiento del ARA San Juan.

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*Foto de portada: 20minutos.com