Fuerzas navales sionistas amenazan con atacarla
La Flotilla de la Libertad- impulsada por más de 500 voluntarios de por lo menos 40 países- intentará romper el bloqueo israelí sobre Gaza, para llevar 5.500 toneladas de ayuda humanitaria al pueblo palestino, que padece desde hace más de seis meses la avanzada militar genocida más cruenta desde que hace 76 años fue ocupada por el régimen sionista.
En Gaza y el resto de lo territorios palestinos ocupados, no solo se vive un genocidio en curso, también se vive un régimen de apartheid y un bloqueo comercial, civil y humanitario total. Israel, la fuerza nuclear ocupante -con el total apoyo de los Estados Unidos y Gran Bretaña-, dispuso un operativo naval y amenazó con atacar al contingente de embarcaciones, y planean “tomar el barco por la fuerza”, según informó La Voz de Galicia.
La flotilla -compuesta por tres embarcaciones- se encuentra anclada en el puerto de Estambul, en Turquía, a la espera de que se finalicen algunas negociaciones de tipo diplomáticas, sobre todo, que los países, en especial los europeos, se expresen en su favor. Según refirió en rueda de prensa la portavoz del grupo, la estadounidense Ann Wright. Y agregó, “Son barcos con civiles, sin armas. No somos parte de los enfrentamientos. El Tribunal Internacional de Justicia ha dicho que es la responsabilidad de la ciudadanía y los Gobiernos impedir un genocidio y eso es lo que haremos”. La interrupción de la flotilla constituirá una nueva e irrefutable evidencia del genocidio en curso que el tribunal de la Haya, y la comunidad internacional no podrán dejar pasar por alto.
Entre los valientes “marineros” humanitarios se encuentran varios periodistas, activistas sociales y políticos, y personal sanitario; que esperan poder atravesar la necedad del gobierno israelí y llegar a destino sanos y salvos para poder asistir a las víctimas, en especial a las infancias.
No sería la primera vez que el gobierno sionista ataca una embarcación humanitaria. Uno de los antecedentes más trágicos ocurrió el 30 de mayo de 2010, cuando el buque Mavi Mármara -que trasladaba más de 600 voluntarios con destino a Gaza-, fue abordado violentamente por las tropas israelíes, que no solo aniquilaron la misión humanitaria, sino que además dejaron decenas de heridos y asesinaron a sangre fría a 10 tripulantes, entre los que había nueve activistas y un periodista. Un undécimo hombre permaneció en coma cuatro años antes de morir. Pese al escándalo, no hubo consecuencias diplomáticas significativas, y mucho menos repercusiones legales. El crimen -uno más de una infinita lista- permanece impune.
*Foto de Portada: www.rumboagaza.org