MANIFIESTO DE ALTERNATIVA
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La causa de fondo de esta mutación es el agotamiento de los recursos, la aparición simultanea de límites en varias direcciones esenciales del desarrollo y la superación del umbral más allá del cual el planeta y su complejo ecosistema son capaces de regenerarse. La transición a un modelo de producción y consumo diferente es inevitable, pero depende de nosotros que la transformación se traduzca en una transición hacia una sociedad más humana y solidaria, y no en una dramática y sangrienta crisis de la civilización, que será el resultado inevitable si la dejamos en manos de quienes nos gobiernan...
La única manera de evitar una transición catastrófica es guiando su curso hacia un objetivo que permita reducir el sufrimiento y comenzar una amplia y multilateral obra cultural, organizadora y transformadora de las actuales formas de producción y consumo. En particular, el criterio principal para dicha reorganización será la disminución de la producción de bienes y servicios materiales y el aumento progresivo de bienes ajenos a la esfera del mercado.
El dogma del crecimiento es hoy el cáncer que hiere de muerte al hombre y a la naturaleza; que erosiona el nivel de vida de la mayor parte de las poblaciones; que ataca salvajemente los recursos naturales para someterlos a la explotación privada.
Alternativa considera que, de continuarse por la senda de este tipo de desarrollo irracional, se concluirá en la guerra.

No podrá haber paz duradera si no se resuelve la profunda injusticia que hay actualmente en el uso de recursos. El mercado bajo estas condiciones provocará de forma constante una serie de guerras cada vez más destructivas.
Una convivencia pacífica en el planeta se logra a través del respeto de las soberanías nacionales, de las diferencias culturales, psicológicas e históricas de los pueblos y a través de una democracia internacional que debe ser creada desde sus cimientos.
Todos los procesos en ejecución indican que estamos asistiendo al fin del Imperio estadounidense y al inicio de un mundo multipolar en el que Occidente, en su conjunto, perderá inexorablemente su rol central y dominante.

Alternativa no es un movimiento de izquierda (si bien la mayoría de sus miembros proceden de esta línea) ni de derecha. Su intención consiste en elaborar una propuesta política y cultural que recupere los valores fundamentales que guiaron a los movimientos de emancipación de las clases subalternas, y en situarlos en un contexto en lo que lo esencial pase a ser la solidaridad humana en búsqueda de la convivencia pacifica de los pueblos. Con estas ideas nos dirigimos a todos aquellos que han tomado conciencia de la crisis de nuestra civilización (cualquiera sea su raíz cultural y política), que entienden que todas las tradiciones del siglo XX contienen ideas críticas frente al capitalismo destructivo y que, a su vez, éstas deben ser revisadas y superadas con el fin de elaborar un pensamiento y una política a la altura de los circunstancias actuales.
Alternativa considera que los valores fundacionales de la Constitución italiana constituyen los pilares de esta construcción humana, pacifica y coherente.

En esta lucha, el instrumento fundamental no puede ser otro que la participación democrática de la ciudadanía, que debe estar directamente involucrada en las decisiones políticas de la administración pública. En todos los niveles y en cada problema. La herramienta clave en esta lucha debe ser la defensa del territorio, en su sentido más amplio. Los territorios son las ciudades, la tierra, la cultura, la escuela, la educación, la energía, el agua. En definitiva, las condiciones de vida. Cualquier agresión contra éstos debe entenderse como un ataque contra la democracia actual, la futura, y contra la convivencia pacífica.

Alternativa sostiene que para preparar y acompañar la transición que nos espera es indispensable poner fin a la Fábrica de Sueños y la gran mentira que ha transformado a millones de personas en consumidores compulsivos. La Sociedad del Espectáculo en la que vivimos no nos permite ver el presente ni el futuro.
Por ende, es crucial y prioritario abordar la construcción de un sistema de comunicación e información diferente, que sea democrático y que informe la realidad. Sin esta herramienta no será posible llegar, en el tiempo que resta antes de la crisis general, a las mentes y los corazones de miles de millones de personas.
De hecho, los pequeños grupos dominantes son los que controlan hoy los cambios en el mainstream y forman la conciencia a escala global. Es evidente que cada propuesta de superación de la actual organización socio-cultural se chocará contra este poder.
Actualmente, los medios de comunicación representan un campo de batalla política de esencial importancia. Quien quiera luchar contra la transición mortal que las clases dominantes están confusamente preparando debe saber que “lo que no se transmite no existe”.

Para originarla se precisa con urgencia un nuevo cuerpo de ideas fundamentales: Aquellas que nos servirán para pasar a través de un nivel de gran complejidad, representado precisamente por una transición inevitable.
Se necesita un mundo diferente. Se necesita de Alternativa.