Nos dieron la bienvenida Oscar Acosta, veterano periodista de política nacional (y abogado) y presentador de extensa trayectoria, y conductor de un espacio radial y televisivo de gran audiencia, Mercedes “Menchi” Baerriocanal, otra profesional de igual talla, Mercedes y Juan Torres, integrante del panel de periodistas del programa.

Su cálido recibimiento responde a que año tras año hemos sido invitados del programa, y todos los panelistas conocen perfectamente el sentido de nuestra lucha y los parámetros en los cuales nos movemos como activistas de los DDHH y como periodistas de una antimafia que se viene extendiendo gradualmente por Sudamérica.

Las presentaciones y elogios que tuvieron los panelistas de “En Voz Alta” para con nosotros fueron un sincero reconocimiento que de hecho nos alienta para andar por este camino: “¿Un camino de lucha que debe tener un precio?” como nos preguntó Oscar Acosta.

Una pregunta que respondimos todos nosotros: Sonia Tabita Bongiovanni, Matias Guffanti, Dysen, la hija mayor de Pablo Medina, y quien suscribe. Todos coincidimos en hablar del precio de este camino: sacrificios, horas y horas de periodismo y de arte teatral, alternando con las dificultades de la vida diaria; nada de turismo en nuestros viajes; desilusiones por doquier, especialmente cuando encontramos a empresas periodísticas (y en Paraguay las hubieron) que se niegan a que nuestras voces se escuchen o a ejecutivos de canales de televisión que ordenan a los trabajadores de la prensa a que nos dan la espalda a un reclamo que debería ser generalizado ; incomprensiones a la hora de explicar que el mundo se desmorona y que el poder económico del capital financiero degüella vidas y esperanzas de jóvenes y no tan jóvenes; riesgos de amenazas o de intimidaciones ; y las limitaciones, muchas veces de recursos y de medios, para dar nuestros pasos en favor de la libertad, y de la justicia. Porque en definitiva nuestra lucha (la de los jóvenes y la de los periodistas de la Antimafia) apunta a forjar conciencias para hacer de este mundo, uno mejor, donde la justicias y las paz (en ese orden) sean los protagonistas que sustituyan a los nefastos sentimientos y poderes, que hacen y deshacen amparados en el egoísmo, el individualismo y la práctica más perversa (que se pueda uno imaginar) del capitalismo.

Hablamos todos “En Voz Alta”: panelistas e invitados. Hablamos de arte, de lucha por los DDHH, de ansias de Democracias verdaderas y de no de falsas Democracias; hablamos de Pablo Medina y su hija Dysen hizo un alegato sobre su padre y reclamó justicia, pero Justicia con maýusculas; hablamos del periodismo libre y del periodismo cobarde y complaciente; hablamos de la mafias, que son el “cáncer” en el mundo entero; y hablamos de la obra de teatro creación de Our Voice, que en este 5to aniversario del crimen de Pablo y Antonia, hará temblar los pisos de los políticos y de los gobernantes. Hará temblar los pisos de un gobierno y de un sistema político: que han mirado y siguen mirando a un costado ante las dificultades sociales del pueblo; que han sido cómplices de crímenes de periodistas (como el de Pablo y de Antonia, y de 17 colegas más) , desde el 26 de abril de 1991 (día del Periodista Paraguayo)momento en que fue asesinado a balazos en la ciudad de Pedro Juan Caballero (porque denunció a las mafias de la zona: mafias del narcotráfico, del contrabando de cigarrillos y del rollo tráfico), el periodista Santiago Leguizamón, a la edad de 41 años; que han sido (y son) cómplices de persecuciones a campesinos y a las comunidades indígenas (persecuciones colonialistas y sanguinarias, vergüenza de una sociedad que se presenta y se exhibe como civilizada); que han sido (y son) cómplices de una corrupción generalizada (y muchas veces descarada) en los diferentes niveles de la administración pública y de justicia; y que han sido (y son) cómplices de recurrentes imágenes de la urbe paraguaya visibles a toda hora: la mendicidad infantil, la pobreza de los sectores más vulnerables, la práctica del trabajo infantil en las calles del Paraguay –a la vista de todos, mientras los políticos y los gobernantes se bañan a diario de calidad de vida despampanante y de confort y placeres del siglo en curso)- y las exacerbadas ( y enervantes) diferencias e injusticias sociales que en nada hacen gala a la Democracia de hoy. Esa Democracia que cada día que transcurre se asemeja más a un dictadura encubierta, en la que los hombres que ocupan el sitial de mando del Palacio de Los López (Casa de Gobierno) luciendo bandas presidenciales, no hacen otra cosa que mancillarlas, porque no pocas están tintas en sangre, ya sea por los vínculos con el crimen organizado o por la nefasta y criminal influencia de los poderosos del Norte (Estados Unidos).

“En Voz Alta” de Radio “Monumental” permitió nuestra difusión, pero fundamentalmente permitió que la audiencia, a través de un Movimiento internacional de jóvenes (Our Voice) sedientos de justicia y a través del periodismo libre y Anticriminalidad, tomasen conocimiento de que estamos viviendo tiempos de fuertes y serios compromisos para que la libertad y la justicia dejen de ser discursos de los demagogos y de los inmorales que tienen el poder en sus manos.

En horas posteriores a nuestro pasaje por Radio Monumental, sobrevinieron otros encuentros con el periodismo paraguayo: en la redacción del diario ABC Color fuimos atendidos amablemente por la colega Mavi Martínez (al día siguiente, 16 de octubre, su artículo “Obra de Teatro inspirada en él” –refiriéndose a Pablo- fue parte de un informe que ocupó una página bajo el título “A cinco años de un mortal ataque a la libertad de prensa. La narcopolítica quitaba la vida al periodista Pablo Medina”. En la redacción del diario paraguayo Última Hora, el colega Miqueas Alcosta fue displicente y su escrito salió publicado en Última Hora digital, con apoyo inequívoco y especialmente conciencia, de la importancia de la libre expresión y del trabajo teatral de Our Voice. Y eso hay que destacarlo de este medio de prensa.

El arte teatral de la juventud de Our Voice, en definitiva, hombro con hombro, con la Antimafia italiana y sudamericana fueron en este octubre (de intenso activismo para nosotros) una demostración contundente y detonadora, de un compromiso.

De ese compromiso sin fronteras de quienes valoramos la vida y la justicia, hoy. Especialmente hoy, cuando todos somos testigos de un deterioro que segundo a segundo se alimenta desde el poder y desde las instituciones de las democracias, devorando: vidas, sueños, proyectos, infancias, vejez, juventud y especialmente libertades.

Libertades. Libertades.

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*Fotos de Our Voce, Stefano Centofante

Foto 4: www.abc.com.py 

Foto 5:www.ultimahora.com