Asociaciones, sindicatos y colectivos escriben una carta en defensa del libro del fiscal Nino Di Matteo y Saverio Lodato
Después de los miles de cartas enviadas en los últimos días a la redacción de ANTIMAFIADuemila, y también a la de Il Fatto Quotidiano, de parte de ciudadanos de toda Italia para expresar su decepción por la inspección promovida por el senador Maurizio Gasparri contra el fiscal Nino Di Matteo, decenas de entidades sociales han firmado una carta en defensa del magistrado y de su último libro Il Colpo di Spugna (Editorial Fuoriscena) escrito con Saverio Lodato. En el volumen los autores comentan y critican la sentencia de la Corte de Casación relativa al juicio sobre la Tratativa Estado-mafia.
Casa Memoria Felicia y Peppino Impastato, ANPI Palermo, Our Voice, Activamente, pero también las agrupaciones estudiantiles, Los Sicilianos y muchos otros sujetos han expresado su rechazo al jefe de bancada de Forza Italia en el Senado, que preguntó directamente al ministro de Justicia Carlo Nordio, qué iniciativas piensa tomar "para verificar la posible existencia de responsabilidades disciplinarias y proteger al poder judicial, a la Corte de Casación y a sus miembros" y "también la posible existencia de delitos derivados de las declaraciones contenidas en el citado libro".
"Di Matteo fue acusado de interferir en la actividad judicial de la Corte de Casación, a pesar de que cuando se publicó el libro la sentencia ya estaba firme y, por tanto, era irrevocable -se afirma en el video difundido por Our Voice en colaboración con Attivamente- Di Matteo fue acusado de dañar el prestigio de la Corte de Casación, pero en un país supuestamente democrático no debe haber instituciones intocables y las sentencias de los jueces deben rendir cuentas ante los ciudadanos, no pueden ser incuestionables".
Compartimos esta iniciativa con nuestros lectores porque, como subrayan las realidades sociales enumeradas anteriormente en el documento publicado en sus redes sociales, se trata de "un acto de censura, de carácter fascista, que socava el artículo 21 de nuestra Constitución". Una acción cuyo objetivo es, una vez más, borrar de la memoria hechos indescriptibles, que ninguna sentencia negará jamás, sobre el diálogo que tuvo lugar entre partes de las instituciones y Cosa Nostra, mientras en Italia saltaban por los aires las autopistas, las carreteras, los edificios culturales y con ellos morían magistrados, oficiales de policía, ciudadanos comunes y niños.
A continuación, publicamamos íntegramente la carta de solidaridad al fiscal nacional adjunto antimafia Nino Di Matteo.
Asociaciones, sindicatos y organizaciones sociales escriben una carta en defensa del fiscal nacional adjunto antimafia
Con esta carta queremos expresar, como ciudadanos y como asociaciones estudiantiles, organizaciones sociales y asociaciones de varias partes de Italia, nuestra solidaridad con el fiscal nacional adjunto antimafia Antonino Di Matteo, que en los últimos días -lo que no es nada nuevo- ha sido objeto de fuertes ataques por parte del senador Maurizio Gasparri, debido a la entrevista concedida al periodista Saverio Lodato en el libro Il Colpo de Spugna, en el cual el magistrado comenta la sentencia de Casación en el juicio de la Tratativa Estado-mafia.
Con la ley del Sindicato de Inspección número 3-01023 el senador preguntó directamente al ministro de Justicia, Carlo Nordio, qué iniciativas piensa tomar "para verificar la posible existencia de responsabilidades disciplinarias y proteger al poder judicial, al Tribunal de Casación y a sus miembros" y "también la posible existencia de delitos que se deriven de las declaraciones contenidas en el citado libro".
Gasparri quiere castigar a Di Matteo por haber expresado libremente su opinión y por haberse "atrevido" a criticar la actuación de los jueces de la Corte de Casación que absolvieron el pasado mes de abril a los tres oficiales del ROS de Carabineros, Mario Mori, Antonio Subranni y Giuseppe De Donno y al exsenador de Forza Italia Marcello Dell'Utri, acusado en el juicio junto con los jefes mafiosos de Cosa Nostra.
A pesar de las absoluciones de la Casación, absolutamente contradictorias y divorciadas de las conclusiones procesales de las dos primeras instancias de sentencia, hay hechos históricos que surgieron en años de arduo trabajo de muy pocos magistrados, incluido el del fiscal Di Matteo (fiscal del proceso en primera instancia), que nunca podrán borrarse. Hechos que han reescrito la historia real de lo ocurrido durante las masacres, mientras magistrados, agentes de escolta, carabineros y civiles inocentes eran asesinados. Hechos que demuestran las omisiones, complicidades y graves responsabilidades políticas e institucionales, agravadas por años de silencio estatal vergonzoso, que siempre han quedado impunes. Hechos que hoy son mistificados y tergiversados a través de nuevas reconstrucciones, apoyadas incluso por la Comisión Parlamentaria Antimafia, desprovistas de todo fundamento, pero convenientes para el gobierno y la estructura institucional. Que la tratativa entre partes del Estado y la mafia existió hoy es un hecho irrefutable, confirmado en los últimos 20 años por 74 jueces penales, por dos sentencias firmes (juicios Bagarella y Tagliavia), así como confesado por los propios acusados del ROS ante los magistrados. Incluso los familiares de la Asociación de Víctimas de la Masacre de Via dei Georgofili definieron a la sentencia del Tribunal Supremo como "antijurídica por violación de la ley", "manifiestamente ilógica", "totalmente carente de motivación en los puntos determinantes" e "inmoral". De hecho, frente a estas vergonzosas absoluciones, sigue siendo un hecho histórico imborrable que precisamente esa invitación al diálogo lanzada por los Carabineros a Cosa Nostra fue el "precedente fáctico causal" de las masacres del 93, donde los cuerpos de personas inocentes fueron destrozados, incluido el de dos niñas de Florencia (Nadia y Caterina Nencioni).
El senador considera, entre otras cosas, que lo escrito en el libro Il Colpo di Spugna constituye una falta disciplinaria por "injerencia injustificada en la actividad judicial de otro magistrado" (es decir, de la Corte de Casación), tal vez sin saber que la sentencia está firme y, por tanto, es irrevocable.
Además, Di Matteo sería culpable de "declaraciones graves e insinuaciones peligrosas que perjudican el prestigio de la Corte de Casación". ¡Pero sólo en regímenes dictatoriales pueden existir instituciones intocables e indiscutibles! Quienes desempeñan funciones institucionales en estos niveles tienen la responsabilidad de dar cuenta a toda la ciudadanía (incluidos los magistrados) de sus acciones, de sus reconstrucciones, de sus razonamientos y de las sentencias que dictan "en nombre del pueblo italiano". Y es un derecho sacrosanto de toda la ciudadanía, incluidos los magistrados, señalar las contradicciones, las cuestiones críticas y las faltas de lógica, respecto de las evidencias históricas y los acontecimientos que han cambiado para siempre el destino de nuestro país.
Los pocos magistrados que a lo largo de la historia han tenido el coraje de investigar la complicidad política con la mafia siempre han sido deslegitimados, en primer lugar, desde el interior de las instituciones y de la magistratura (empezando por Giovanni Falcone y Paolo Borsellino). Esta última, histórica y actualmente, se ha guiado muchas veces en sus decisiones por la lógica de la pertenencia, por el favoritismo y por la connivencia respecto de los dictados del poder político.
Además, no sorprende que en los últimos veinte años los ataques procedan precisamente de Forza Italia, grupo que Gasparri lidera en el Senado: un partido fundado por un hombre de la mafia (Marcello Dell'Utri, condenado definitivamente por concurso externo en asociación mafiosa) y por otro que le pagó a la mafia durante 18 años. Un partido, para quien quiera olvidarlo, formado por una larga lista de ministros y parlamentarios condenados por haber apoyado, colaborado y ayudado de diversas maneras a la mafia y condenados por concurso externo: Antonino D'Alì, ex senador y ex subsecretario del Interior de 2001 a 2006; Nicola Cosentino, ex diputado de 1996 a 2013, luego subsecretario de Economía y Finanzas, Amedeo Matacena, exdiputado de Forza Italia de 1994 a 2002. Y la lista, lamentablemente, podría continuar.
Gasparri, como portavoz de Forza Italia, ha atacado repetidamente a quienes se atrevieron a buscar o decir la verdad sobre los autores intelectuales externos de las masacres. Lo hizo hace un año, pidiendo al ministro Nordio que enviara una inspección a la fiscalía de Florencia contra el magistrado Luca Tescaroli, donde Berlusconi (posteriormente fallecido) y Dell'Utri estaban siendo investigados como instigadores externos de las masacres de 1993. No es la primera vez ataca la libertad de opinión y de expresión, recordemos su show durante la Comisión de Vigilancia de la RAI cuando ofreció una botella de coñac y una zanahoria al periodista Sigfrido Ranucci, convocado por dicha Comisión a propósito de algunos episodios del programa Report.
En conclusión, el acto del senador Gasparri, además de un nuevo intento de persecución contra el fiscal adjunto Di Matteo, es también un grave precedente para todos aquellos magistrados que quieran pensar libre e independientemente, sin la lógica de la pertenencia y que quieran investigar también a los políticos y funcionarios de cuello blanco.
Hoy vivimos en un clima en el que se intenta reprimir, en todos los sentidos, el disenso y la libertad de expresión del pensamiento, garantizada por el artículo 21 de la Constitución. Se intenta negar la historia, reescribirla, olvidarla. No estamos ahí y denunciamos enérgicamente el proceso de revisionismo histórico hoy puesto en marcha, del que es emblema la sentencia de la Corte de Casación en el juicio de la Tratativa Estado-mafia.
Sentimos viva la memoria de los mártires de este país. Su compromiso y sacrificio nos empujan a tomar partido contra un sistema que quiere que permanezcamos en silencio y nos ajustemos a la línea de las verdades cómodas.
Es un sistema que quiere purgar a cualquiera que, dentro de las instituciones, no tenga intención de agachar la cabeza. En este clima se produjo el ataque al doctor Di Matteo, que desde hace años vive con el máximo nivel de custodia y para quien, como escribió un juez de Caltanissetta en el 2017, sigue vigente un plan de muerte.
Nos sentimos muy avergonzados de estar representados en el Parlamento por personas como Gasparri, quien, después de este ataque de tan bajo nivel, debería dimitir inmediatamente.
Estamos con Di Matteo / Adhieren a la carta: Attivamente/Our Voice/Movimento Agende Rosse/ANPI Palermo/I Siciliani/Collettivo Rutelli/ Sindacato Regina Margherita/ Saturna/Casa di Paolo/Casa Memoria Felicia e Peppino Impastato/Fa.Se Cannizzaro/ (Firmas en proceso de actualización)
Foto de portada: Antimafia Duemila
Foto 2: Mauricio Gasparri © Imagoeconomica
Foto 3: Luca Tescaroli © Paolo Bassani