
Es inútil decir que instantáneamente se puso en marcha la “máquina de la infamia”. Esta mañana en su presunta editorial publicada sobre un presunto periódico informativo llamado “il Giornale”, Sallusti deliraba

Más allá de las payasadas, lo que en cambio es inquietante, y mucho, es que esa enorme fotografía de primera plana que señala con el dedo a Ingroia y lo indica como blanco bien preciso al cual golpear en caso de que la mafia necesitara algo a cambio de un gran favor.
¿Recordáis cuando Berlusconi fue golpeado con una estatuilla de la catedral del Duomo y varios sabuesos acusaron al periodista Travaglio señalándolo como el ideólogo moral de la agresión?

Además, Ingroia no es sólo Ingroia. En este momento es un símbolo para todos sus colegas que trabajan en primera línea en la búsqueda de la verdad sobre los atentados, sobre la “negociación” y sobre los enredos entre mafia, política y especulación que envenenan nuestro País hasta sus cimientos.
Por lo tanto, Di Matteo, Scarpinato, Lari, Gozzo, Marino… y muchos otros de las fiscalías de Palermo y Caltanissetta, por hablar únicamente de Sicilia, pero también otros tantos como Woodcock etc, en fin, aquellos magistrados que se escapan a las lógicas

La provocación de Ingroia dio en el blanco, se agitan y patalean los innobles politicastros aferrados como sanguijuelas a la bestia herida y agonizante que sacude los últimos golpes de cola, pero como es una cola llena de aguijones es necesario estar atentos para que ésta no hiera de muerte a los justos.
Si eso llegase a ocurrir a los responsables habrá que buscarlos en el ambiente político y mediático de Silvio Berlusconi y su derecha fascista, subversiva y mafiosa.
¡De hecho, si prestáis mucha atención, es un guión que ya hemos visto!