CATASTROFE NUCLEAR EN AUMENTO
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El número de heridos es de 2.285, según este balance. Más de 88.000 viviendas y edificios fueron destruidos, total o parcialmente.
Las autoridades niponas tenían que hacer frente también a la creciente impaciencia de unos 500.000 damnificados, ante la escasez de agua potable y de víveres a pesar de una movilización sin precedentes de unos 80.000 soldados, policías y socorristas en el devastado noreste.

Por primera vez, cuatro helicópteros del ejército japonés lanzaron el jueves de mañana varias toneladas de agua sobre los reactores más dañados, sobre todo el 3.
Su objetivo era fundamentalmente llenar la piscina de combustible usado que fue dañada por una explosión e incendios.
El operador Tokyo Electric Power (TEPCO) indicó que no podía determinar la cantidad de agua que entró en la piscina porque sus responsables no podían verla.

La fusión de combustible podría provocar la emanación de partículas radiactivas provocando una catástrofe como la de Chernobyl, según expertos.
Los empleados del operador de TEPCO, ayudados por bomberos y policías, querían tratar de alcanzar la piscina con la ayuda de un camión cisterna equipado con un cañón de agua. Pero, según la televisión pública NHK, no ha podido ser debido al nivel elevado de radiación.
TEPCO espera restablecer "durante la tarde" la corriente eléctrica de la central nuclear de Fukushima, lo que "permitiría activar las bombas para enfriar los reactores y llenar las piscinas", según un portavoz.
Los sistemas de refrigeración fallaron el viernes luego de un sismo de magnitud 9, el más fuerte que haya conocido Japón, seguido de un tsunami que devastó la costa del noreste del país.

El Instituto Francés de Radioprotección y Seguridad Nuclear (IRSN) afirmó el miércoles que las 48 horas siguientes serían cruciales.
Ante la amenaza de un accidente nuclear de gran magnitud, numerosas embajadas recomendaron a sus ciudadanos que se alejasen de la zona y que se replegasen hacia el sur, en la región de Osaka, o que partieran de Japón.
Gran Bretaña, Alemania, Suiza, Italia y Australia también aconsejaron a sus ciudadanos que partieran del norte y de la región de Tokio. Francia, Bélgica y Rusia enviarán aviones adicionales para evacuar a las personas que quieran partir de Japón.
Por su parte, China pidió a las autoridades niponas informaciones "puntuales y precisas" para calmar a una opinión pública preocupada por la eventual llegada al país de emisiones radiactivas.
La embajada norteamericana estableció la zona de riesgo en 80 km alrededor de la central nuclear.
Las autoridades japonesas fijaron por ahora un perímetro de seguridad de 30 km y el gobierno afirmó que las radiaciones más allá de la zona de exclusión de 20 km "no plantean un peligro inmediato para la salud".
Por precaución, 10.000 personas de la prefectura de Fukushima serán sometidas a tests de radiactividad en 26 centros.

Los vientos probablemente continuarán siendo favorables el jueves, empujando hacia el Océano Pacífico los desechos radiactivos de la central nuclear.
Un intenso frío y grandes nevadas degradaron aún más las condiciones de vida y de trabajo para los 500.000 damnificados del sismo y del tsunami y los 80.000 socorristas movilizados en el noreste.
Por otra parte, un corte de energía eléctrica a gran escala podría afectar al este del país el jueves al anochecer si no se reduce el consumo, advirtió el ministro de Industria.
En el extranjero se organizaron numerosas manifestaciones de solidaridad con Japón. Perú, un país que recibió una gran inmigración nipona, declaró "duelo nacional" el viernes 18 de marzo "en solidaridad con el Gobierno y el pueblo japonés".
El yen alcanzó un nuevo récord desde la Segunda Guerra Mundial frente al dólar, y los inversores especulaban sobre una eventual repatriación masiva de fondos por las compañías de seguros japonesas.
Fuente: AFP