¿Hubo que pedir permiso (o consultar) a la mafia para echarles en cara sus inmundicias y su cinismo, desplegado por años y años, como un cáncer irreverente y asesino? No, en absoluto.

La presencia de una Antimafia libre allí en Reggio Calabria fue inconsulta, como la justicia misma debe ser, cuando se la debe aplicar al criminal que agazapado en las sombras otea en el horizonte para dar el zarpazo.

Pero el zarpazo esta vez lo dio la Antimafia organizada. Lo dio el fiscal adjunto Giueseppe Lombardo, con un proceso ejemplar, a quien lo apoyamos desde la aquiescencia misma de una Antimafia mordaz y acunada en la legalidad y en los hombres justos incorruptibles.

Dimos el zarpazo histórico, como redactores de la Antimafia, en una labor codo a codo con los jóvenes (nuestros queridos y valientes jóvenes) del Movimiento Our Voice. Que no se amilanaron. Que no se aterraron. Que no recortaron calificativos de apoyo a Lombardo en este proceso “´Ndrangheta Stragista”. Que no recortaron palabras a la hora de hacer pública su denuncia, a las puertas mismas del Tribunal Penal de Reggio Calabria, desafiando al poder mafioso atisbando detrás de las esquinas, detrás de las ventanas, detrás de los árboles y detrás del bullicio ciudadano de una ciudad (de turismo) cuyos ciudadanos (trabajadores, estudiantes, familias) padecen los estragos del cáncer mafioso caminando por sus calles, con impunidad admirable.

Our Voice quiere decir “Nuestra Voz”. Y fue literalmente la voz de los jóvenes sedientos de justicia la que se hizo sentir en una plaza pública. Fue literalmente la voz de las nuevas generaciones que pondrán freno y punto final a la mafia, en Italia y en el mundo.

Antimafia quiere decir una sola cosa: Antimafia, que significa: anti crimen; anti estrago; anti ´Ndrangheta; anti Cosa Nostra; anti Sacra Corona Unita.; anti Camorra; anti corrupción mafiosa; anti omertá. Antimafia, que significa: luchar por un país sin mafia; por un país que tenga un Estado que procesa al Estado (a los funcionarios públicos que se contaminaron con la mafia) ;por un país con servicios secretos honestos, sin masonería desviada; por un país sin servicios de seguridad desviados; por un país con periodistas comprometidos con la antimafia; por un país con políticos honestos : políticos que deben honrar a hombres como Giovanni Falcone, y como Paolo Borsellino; políticos que deben honrar al Gral Dalla Chiesa, y a Pepino Impastato, entre muchas más víctimas de la mafia; políticos que deben honrar (y apoyar) a togados como Nino Di Matteo , que hoy en este 2020 está entre nosotros, y por nosotros, batallando a los mafiosos, mirando hacia adelante sin olvidarse del pasado. Como hoy lo hace en Reggio Calabria, Giuseppe Lombardo.

Y precisamente, el proceso “´Ndrangheta Stragista” de la mano de Lombardo dejará su huella. Y la presencia de 400 personas a las puertas del Tribunal de una de las plazas más importantes de Reggio Calabria, también dejará su huella. Dejará su estela.

Cada una de las palabras enérgicas de Giorgio Bongiovanni, sembraron legalidad. Cada una de las palabras enérgicas de Sonia Bongiovanni, sembraron, además de legalidad, esperanzas. Cada una de las palabras de los restantes oradores visibilizaron que los jueces y los fiscales, con sus respectivas investigaciones y sentencias, no están solos, y que todavía hay confianza en la Justicia.

“Después de los asesinatos de Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, en el 92 y de otros estragos en el 93, cómo es posible que en nuestro Estado, en nuestro país, en nuestra Italia, pueda continuar un poder criminal, que sigue dentro de las instituciones, de las finanzas, con grandes contactos con miembros de la masonería y de los servicios secretos, formando un mundo invisible que existe sobre nosotros. Estamos aquí, en esta plaza hoy que se lleva a cabo el proceso, pero deberíamos estar todos los días. Porque no podemos ver morir magistrados. No podemos ver morir a los padres de la Patria. No puede morir Giuseppe Lombardo. No puede morir Nino Di Matteo. No pueden morir los hombres justos. La población se tiene que despertar. Debemos ser muchos más. Nuestros magistrados son amenazados todos los días, y pueden morir de un momento a otro. Y tiene que haber una lucha, a través de nuestro arte, de nuestra pasión, contra el poder criminal”.

Y todos nosotros allí (porque la Antimafia Sudamericana y Our Voice Sudamericana estuvieron representadas en esa gran movilización pública) visibilizamos algo que para la mafia no le es nada grato: nuestra unión y nuestra fuerza.

El aislamiento hace de la mafia uno de sus más sólidos cómplices. Y el haber estado allí en Reggio Calabria ha hecho trizas esa posibilidad. El aislamiento de los magistrados, de los fiscales ha sido pulverizado. El aislamiento de los hombres justos no deberá ser más un hecho del futuro. Porque hay una Antimafia sobrada en convicciones y en honestidad. Porque hay jóvenes con valor y con sentido de justicia.

Y lo que es más: con un sentido del compromiso por un país libre de mafia. Con un sentido de la verdad y de la justicia que debería ser tomado como un ejemplo a nivel regional y mundial.

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*Fotos de AntimafiaDuemila y Our Voice