Señaló que Patricia era conocida por su actuación rigurosa y que tenía una larga lista de condenas contra policías corruptos envueltos principalmente con organizaciones criminales como el PCC y el Comando Vermelho.
Agregó que a pesar de figurar en una nómina de 12 personas “marcadas para morir”, desde el 2007, la jueza no contaba con cualquier tipo de protección por parte del Estado.
Considerado como uno de los principales exponentes de la “línea dura” dentro del área criminal. Odilón de Oliveira fue responsable por la condena del mega traficante carioca “Fernandinho Beira Mar”, quien en su momento marco presencia en la zona de Capitán Bado.
Conocido como “Cabeza chata” mote despectivo utilizado en Brasil para referirse a los naturales de la región nordestina, Odilón asegura “haber perdido la cuenta” de cuantas amenazas ya sufrió a lo largo de sus 13 años de actuación en la órbita de la justicia federal de su país.
Actualmente ejerce la titularidad de la 3ª Vara Federal Especializada en Crímenes de Lavado de Dinero, en Campo Grande, Mato Grosso do Sul.
Tiene en su haber, centenares de condenas contra traficantes y contrabandistas, así como la confiscación de unas 80 estancias, cerca de un centenar de inmuebles y vehículos de todo tipo, aviones, embarcaciones y multimillonarias sumas de dinero pertenecientes al crimen organizado.
A pesar de contar con un fuerte dispositivo de seguridad, Odilón aclara que una gran cantidad de jueces que actúan en el área criminal están a merced de cualquier atentado por no disponer de escolta y afirma que el Estado brasileño actúa con evidente desinterés en el combate a las mafias organizadas.
“Cuando un país no protege como es debido a sus propias autoridades imagínense que puede esperar la sociedad” sentenció
JUECES RIDICULIZADOS .Sin papas en la lengua, Odilón de Oliveira comentó que la mayoría de los jueces amenazados son casi siempre “ridiculizados” por los Tribunales que reducen al mínimo el número de efectivos asignados como escoltas.
“Los propios Tribunales ridiculizan a los jueces que están amenazados y eso es un síntoma de despreocupación sumamente grave. Nosotros los jueces encontramos en eso una suerte de cinismo” sentenció Odilón.
Citó como ejemplo la muerte de su colega Alexandre Martins de Castro asesinado en marzo del 2003 en Victoria, Espíritu Santo. Recordó que como ocurrió recientemente con la jueza Patricia, la escolta del magistrado, que era de tres efectivos, al momento de su asesinato había sido reducida a uno.
“Son amenazas concretas. Esta gente no amenaza a nadie por amenazar y deja pasar, eso no existe, porque son personas que actúan en un ambiente de extremo riesgo, muy preparadas e íntimamente familiarizadas con el crimen, personas sin miedo por lo que el peligro es mucho mayor
 PRESO EN SU PROPIA CASA. Irónicamente y al mismo tiempo en que condena a criminales a elevadas penas de prisión Odilón perdió su libertad de ir y venir durante 13 de sus 62 años
A pesar de definirse profesionalmente “decepcionado y molesto” con el Estado brasileño, Odilón asegura que adora lo que hace y que seguirá actuando de la misma forma hasta ser “expulsado por la jubilación automática al cumplir 70 años de edad”, aunque no sabe si después de eso podrá seguir contando, de aquí a ocho años, con algún esquema de seguridad personal de parte del Estado.
Fuente: José Torres Pollero/Radio Amambay