Jueves 2 Mayo 2024

Cualquier defensa basada en la verdad está prohibida

Es insufrible y ligera la democracia norteamericana, a estas alturas llegó demasiado lejos. Hace dos años, detuvo a un periodista y todo el equipo de CNN en plena transmisión en vivo; un régimen -como la Casa Blanca también rotula a los gobiernos de algunos países- que tiene como política de Estado, la persecución y hostigamiento a trabajadores de la prensa alrededor del mundo, que oculta secretos y comete delitos aún más graves, que pide demagógicamente que liberen “a los suyos”, encarcelados en otras latitudes. La democracia norteamericana que existe poco, y que se disuelve lentamente con cada acción calculada, de su mandatario de turno. Un eterno régimen que “motivó”, al joven soldado de 21 años Jack Teixeira, a publicar en redes, documentos secretos del gobierno, tirando por tierra todos los esfuerzos de disuadir en la reincidencia a los filtradores de siempre, que son pocos, pero hurgan en lo profundo de los “eyes only”.

Existe un desastre agregado a toda esta paranoia de control de la prensa. Volvamos a la sobriedad por un momento y pensemos que mientras tanto, Julián Assange ya lleva cuatro años detenido en condiciones infrahumanas, aislado por casi 23 horas al día y psicológicamente al límite de la locura, envuelto en sus propios pensamientos, esperando quizás, a que el Tribunal Supremo de Reino Unido resuelva el recurso presentado por su defensa, para evitar la extradición, dejando a la vista algunas necesarias preguntas, siendo que otros casos con cierta concordancia tuvieron resoluciones más favorables ¿Por qué aún es funcional para EEUU que el periodista australiano esté en prisión? ¿Qué otras cuestiones estaremos perdiendo de vista?

Tan solo este mes hubo dos muertes de prisioneros que dejaron en evidencia la crueldad de las cárceles yankees, aquellos lugares oscuros donde se tortura con un alto nivel de impunidad. El sistema penitenciario norteamericano es administrado por empresas privadas, que tienen en sus manos a estos condóminos de la muerte, donde se encuentran recluidas más de dos millones de personas -el número más alto del mundo- para algún lector despistado podríamos mencionar a la pasada, las bondades de este tan particular negocio. Un sistema que es muy similar al de la prisión de Abu Ghraib en Iraq, donde los soldados norteamericanos exploraron todos los límites de la tortura. No olvidemos que estas prácticas hoy las conocemos debido a las exposiciones que wikileaks y Assange realizaron en su momento.

Mientras la vida del periodista se mantiene en un negro suspenso, y EEUU afila sus grandes dientes carceleros, a Assange le quedarían, en caso de fallar el actual recurso presentado por su defensa, otras dos opciones por delante: la corte suprema británica y, por último, la salida de recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Por estos días quizás se escuche hablar del principio de doble incriminación, es decir, que, si una Ley promulgada en 1917 por un país extranjero, que se refiere al espionaje, seria pasible de aplicarse en otra nación, y con el agravante de querer hacerlo contra un periodista, por el simple hecho de hacer pública, información veraz proveniente de fuentes que son legítimas. O seguramente se debatirá sobre el principio de proporcionalidad, tratando de entender cómo puede un estado permitir que se condene con 175 posibles años de prisión, a una persona solo por ejercer su rol de periodista.

Año tras año, en ese oscuro recinto donde mantienen recluido al fundador de WikiLeaks, solo han podido entrar pocas personas además de su familia. En un desesperado intento por conocer cómo se encuentra el periodista, la organización Reporteros Sin Fronteras, chocó con la indiferencia de las prisiones de máxima seguridad del reino unido. La ONG que defiende a la prensa, fue ninguneada por las autoridades de Belmarsh, cuando se les negó hace escasos días, el ingreso a las instalaciones, a pesar de contaban con el permiso correspondiente para acceder. "Acudimos con todos los documentos en regla y cumpliendo todos los requisitos solicitados", dijo Edith Rodríguez, vicepresidenta de RSF internacional.

"¿Es una broma macabra?", pregunta Rodríguez cuando intenta entender la razón por la cual el director de la cárcel les negara el acceso, alegando que había recibido informes de inteligencia que evidenciaban de que ellos eran periodistas. "Es público y notorio que nuestro secretario general es periodista, pero que algunos responsables de RSF lo seamos no significa que acudiésemos como periodistas, sino como la ONG en defensa de la libertad de prensa que somos", apuntan desde la organización.

Por lo pronto RSF acusa a las autoridades británicas de obstaculizar su trabajo en el proceso judicial. Y además resaltan que: "Julian Assange hizo posible que el público conociera crímenes de guerra. No se trata de cómo te cae, sino de lo que es justo".

El apoyo de los parlamentarios de Brasil, Reino Unido y Australia

Fueron noventa y nueve los parlamentarios brasileños de cinco partidos políticos, los que firmaron una misiva dirigida al Congreso y al presidente norteamericano, Joe Biden, solicitando retirar los cargos contra el australiano de 51 años.

Según los políticos del gigante latino, Assange actuó como debe hacerlo un verdadero periodista, y eso abarca, "la recepción de información clasificada de una fuente interna del gobierno y su posterior publicación en interés público".

Por otro lado, más de treinta miembros entre diputados y lores le enviaron una carta al fiscal general y secretario de Justicia norteamericano, Merrick Garland, pidiéndole que le ponga fin a este proceso inquisitorio.

“Este 11 de abril se cumplió el cuarto aniversario de la detención de Assange, periodista y editor galardonado, en la prisión de Belmarshen Londres, donde espera una decisión sobre su extradición a Estados Unidos”, expresaron en la carta.

También el once de abril, desde su país natal, el periodista fue apoyado por más de 48 parlamentarios que pidieron a Garland, que ponga fin al proceso de extradición.

"Le imploramos que abandone la extradición y permita que el señor Assange retorne a casa", remarca la misiva, de los políticos oficialistas y opositores, que juntaron voces, destacando que el periodista de WikiLeaks, dio a luz "información con evidencias" de "crímenes contra la humanidad, corrupción y abusos a los derechos humanos" perpetrados por Estados Unidos en Irak y Afganistán.

En conclusión, ¿cómo será resuelto el final de esta historia? Tras más de una década de litigios y una veintena de testimonios frente al estrado de gran peso moral y fáctico, ya es hora de que liberen a Assange.

Imagen de portada: edición gráfica

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