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La contracara de la violencia descarnada En horas del pasado viernes la policía española anunció los primeros resultados sobre una importante investigación que permitió la interceptación y decomiso de casi 9,5 toneladas de cocaína, que estaban ocultas en un cargamento de bananas procedente de Ecuador. Según las autoridades ibéricas, es este el mayor volumen de esta droga interceptado en la historia del país. El operativo, bajo el nombre clave “Nano”, fue realizado en el Puerto de Algeciras, en la provincia de Cádiz, sobre el estrecho de Gibraltar. Participaron agentes de la Policía Nacional y de la oficina de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria. Según los informes oficiales, las investigaciones habrían comenzado a mediados de julio. Uno de los rasgos característicos del cargamento, fue que los paquetes tenían más de 30 logotipos diferentes -entre los que destacan los de iconografía nazi-, que estarían vinculados a numerosos grupos criminales desperdigados por toda Europa. Hasta el momento, las informaciones dan cuenta de que la logística del cargamento se realizó a partir de una empresa exportadora de bananas, montada en San Antonio de Machala, capital de la provincia de El Oro, al suroeste del país, casi al límite con el Perú. Desde allí se coordinaban los envíos de bananas que, según las versiones, eran aproximadamente de 40 contenedores por mes. Las autoridades aún no han dado información sobre detenidos y otros allanamientos conexos. El flujo de cocaína procedente de los puertos ecuatorianos es, lamentablemente, la contracara de la violencia descarnada que asola al país. Desde los sangrientos motines carcelarios, donde las bandas se disputan el territorio, hasta el reciente atentado contra el presidenciable Fernando Villavicencio, ejecutado de tres disparos en la cabeza. Foto: captura de video / Ministerio del Interior España Artículos relacionados |
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