Cada día, tal cual una copiosa lluvia de invierno, caen en las redacciones de los diarios del mundo las noticias relacionadas con el narco uruguayo Sebastián Marset. Saber de sus cómplices y de sus actividades, es como un mantra -hoy cotidiano- de su historia criminal, que viene siendo desarticulada por la policía boliviana, mientras que de su paradero no se sabe ni jota. Una cosa sí es un hecho: que las autoridades de Bolivia, parece que están empecinadas en cargar sobre toda su logística delictual, quizás para decirle a la distancia, que sus andanzas no quedarán impunes. Lo más reciente, en materia de noticias, es que la policía allanó el hangar que frecuentaba Marset, o al menos uno de sus colaboradores más directos, que fue detenido el pasado 4 de agosto, nos estamos refiriendo a Erlan García López, boliviano, de 31 años de edad, apodado “El Colla”, piloto, además. En ese hangar del aeropuerto denominado “El trompillo” de Santa Cruz de la Sierra, se ubicó la aeronave que era utilizada para transportar cargamento de cocaína, a los destinos que supuestamente eran marcados por Marset o por otros integrantes de la organización criminal. Destinos dentro de Latinoamérica, para eventualmente ser después derivados, por las rutas definidas -y libres de controles policiales- a zonas portuarias, quizás de Argentina, Paraguay, Brasil y tal vez de Uruguay, desde donde serían transportadas en contenedores ubicados en buques de carga, hacia terminales del continente europeo, previos vínculos con las más altas cúpulas de las organizaciones mafiosas, estando entre ellas, en su 99 por ciento, la ‘Ndrangheta italiana (de la Regio Calabria) que es la regente de esos grandes y muy suculentos negociados al margen de la ley.

Pero regresando al aeropuerto “El Trompillo” debemos decirles que hasta allí acudieron varios efectivos armados a guerra para eventualmente enfrentarse con narcos. Pero no hubo resistencia alguna. Solo un avión quedó a la vista de todos los uniformados que, empuñando armas automáticas, desistieron de darles uso para iniciar una tarea de exclusivo inventario, y de colectar información. Pero información valiosa al fín.

Obviamente, el operativo se realizó en base a datos confidenciales y el mismo arrojó sus frutos. No hubo detenidos, pero sí pudo incautarse el pájaro de metal en el que se transportaban los paquetes de cocaína de alta pureza, hacia diferentes marcados por los narcotraficantes afectados a la maniobra. Y se supo, por si fuera pocos, que algunos de estos traslados de cocaína los hizo el detenido, es decir “El Colla”, obviamente, hombre de confianza de Marset.

A la incautación del avión Cesna , se sumó el hallazgo de valiosa documentación relacionada con operaciones de tráfico de cocaína , insumos apropiados para esos menesteres, y dentro de esa acción policial, se pudo saber además, que por ejemplo en ese avión, algunos integrantes del denominado clan Marset recibían cursos de aviación, a cargo, nada más ni nada menos que de “El Colla”, entre otros aviadores. Los alumnos que acudían a ese hangar eran personas ecuatorianas, colombianas y se supo, que también estaba entre ellos uno de los hermanos de Sebastián Marset. Pero hay más. Aparentemente, en ese lugar funcionaba -como fachada, por cierto- una empresa de venta de repuestos de aviación, denominada Stol Pilot Shop.

En consecuencia, ese hangar ahora es histórico, porque se constituyó en uno de los eslabones más valiosos del aparato logístico, o bien de Marset o bien de la organización de la cual forma parte.

¿Dónde está él entre tanto? Un misterio. Solo se sabe de su boca propia, por un video que hizo llegar a los medios y a las redes sociales, recientemente, que estaría muy lejos de Bolivia. ¿Una afirmación suya falsa, a modo de cortina de humo, o una afirmación ajustada a la verdad? ¿Sigue en Bolivia o está quizás ya fuera de Latinoamérica? Misterio. Todo un misterio. Solo se sabe, que, a sus espaldas, poco a poco estaría cayendo el andamiaje criminal que seguramente le llevó su tiempo construirlo. Pero bueno, en esos negocios, esas son las reglas del juego. Hoy tengo todo, mañana menos, pasado mañana bastante menos, y tras pasado, estoy entre rejas u orejeando la muerte.

Extraditarían a Uruguay a otro socio de Marset

Siempre en ese contexto, de que la infraestructura de Marset se vendría paulatinamente derrumbando, se dio a conocer en las últimas horas la noticia de que uno de sus allegados (a sus negocios, me refiero, porque no hace parte de su familia consanguínea) Elbio Horacio Perini Simonetta, de 59 años, sería extraditado de Bolivia a Uruguay.

Fue detenido en una primera instancia en el mes de mayo de 2022 y por razones que se ignoran, o al menos no fueron puntualizadas por las autoridades, fue liberado, pero su libertad fue efímera, siendo que fue recapturado el pasado 11 de agosto, por estar requerido por INTERPOL, bajo alerta roja.

Las autoridades de la policía internacional lo buscaban por tráfico de drogas y por estar vinculado con organizaciones criminales, estando entre ellas la que gerencia el compatriota suyo, Sebastián Marset, al menos así lo informaron fuentes del ministro de gobierno boliviano Eduardo Del Castillo.

La captura y extradición de Elbio Horacio Perini Simoneta significa que otro eslabón más de su organización, nos referimos a la de Marset, ahora está en puerta de ser trasladado a su tierra natal, para ser conducido ante la fiscalía y la justicia. Esto seguramente habrá de ocurrir en el correr de los próximos días, no bien concluyan las debidas burocracias para su traslado.

Y entre tanto, como decíamos anteriormente, de Sebastián Marset, ni rastros. Sigue siendo un prófugo. Un mediático prófugo, porque será inevitable que su captura será centro de la noticia, en la región y en el mundo.

Foto de portada: Ministerio de Gobierno de Bolivia

Foto 2: Facebook