Pedro Barrientos fue extraditado desde Estados Unidos dónde vivió protegido durante 34 años
Días atrás, el exmilitar Pedro Barrientos llegó a Santiago de Chile, luego de ser deportado por el gobierno de los Estados Unidos, tras un juicio civil donde se comprobó que mintió en los trámites de su ciudadanía sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos. Falta que le valió que su ciudadanía le fuera retirada y, de esta manera, dar paso a la extradición solicitada durante una década por el gobierno chileno.
Barrientos, hoy de 74 años vivía en el Estado de Florida, en los Estados Unidos desde 1990, donde se refugió tras la caída del régimen dictatorial de Augusto Pinochet. Es fundamental considerar las numerosas evidencias recolectadas a lo largo de los años, que incluyen documentos oficiales, que comprueban la activa participación del gobierno de los Estados Unidos en el golpe militar que derrocó a Salvador Allende, y el continuo acompañamiento y tutela, económica, militar y política que hicieron con las cúpulas militares. Acompañamiento que seguramente incluyó los salvoconductos para permitir que los peores personajes que asolaron miles de juventudes -y no solo-, permanecieran prófugos durante años.
“¡Asesino, asesino!”, gritaba la multitud que esperó al represor en el aeropuerto de Santiago, que llegó escoltado por personal policial, en un vuelo comercial que partió desde Miami. Inmediatamente fue trasladado en helicóptero a un recinto militar, donde quedará detenido -con los privilegios típicos de la impunidad castrense- a disposición de la justicia.
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