Martes 30 Abril 2024

Cambió el año, pero las lógicas del narcotráfico continúan operando a un ritmo incesante. En una serie de operativos antinarcóticos autoridades de varios países lograron detectar e interceptar tres cargamentos de cocaína -que seguían las rutas del Cono Sur rumbo a Europa-, consistentes en un volumen superior a las 12 toneladas. Uno de los cargamentos (de 8,7 toneladas) fue interceptado en Bolivia, los otros dos (de 1,24 y 2,16 toneladas) fueron interceptados en Bélgica.

Récord en el altiplano

En Bolivia las autoridades destacaron que el volumen de droga incautada durante el operativo fue récord histórico en el país. En rueda de prensa el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, explicó los detalles de la operación “Baldosas”, que contó con la participación de agentes del Grupo de Inteligencia y Operaciones Especiales. Una serie de nueve allanamientos se realizaron en la localidad de Oruro, unos 225 kilómetros al sur de La Paz, capital del país. La droga estaba impregnada en los tablones de un cargamento de madera, que era trasportado en camión hacia el oeste rumbo a Chile a través del paso fronterizo Chungara-Tambo Quemado. Según la trama que lograron hilvanar las autoridades, el cargamento luego seguiría rumbo al norte hacia Perú donde sería traspasado a un navío con escala en Panamá y destino en Países Bajos.

Hasta el momento solo fueron detenidas cuatro personas, tres de nacionalidad boliviana y una colombiana.

Otra vez el puerto de Amberes, otra vez el puerto de Montevideo

Las autoridades europeas lograron interceptar dos cargamentos con cocaína de alta pureza en el puerto de Amberes, en Bélgica, uno de los puntos más vulnerables a las lógicas del narcotráfico internacional. El primer lote fue incautado el 22 de diciembre, poco más de 1200 kilogramos de cocaína viajaban en un barco que había partido desde el puerto de Guayaquil en Ecuador, un país sometido hace más de tres años a una fuerte crisis de violencia, motivo de las luchas territoriales por el control de las rutas de tráfico.

El segundo cargamento, que atravesó sin mayores problemas los paupérrimos controles del puerto de Montevideo, llevaba más de 2,4 toneladas de cocaína ocultas entre alfajores de una tradicional marca uruguaya. Hasta el momento la hipótesis de trabajo de las autoridades se centra en que el cargamento de alfajores fue comprado en un supermercado montevideano, infiltrado con la droga y luego trasportado hacia la Zona América, una de las tantas zonas francas que el gobierno uruguayo, parece haberles concedido a los narcomercaderes.

Foto: Aduanas / Bélgica