Fue en una movilización del 16 de octubre, aniversario del asesinato del periodista Pablo Medina
“Nosotros somos el elenco teatral de Casa Fen, que es un espacio cultural feminista antirracista, que dentro de sus actividades utiliza el arte como herramienta fundamental para comunicar, justamente, derechos humanos, derechos de las mujeres, violencia basada en género y demás temas, que toca la organización. La idea justamente desde Casa Fen es utilizar el arte como herramienta de comunicación de estos temas que sentimos que es como una herramienta fundamental para seguir visibilizando estos temas, visibilizando las resistencias. Y en este caso la obra en particular trata de hacer eso, visibilizar la resistencia. de las mujeres indígenas y campesinas tomando la voz de Bernarda Pessoa y la memoria de Berta Cáceres que son lideresas indígenas. Que incluso Berta murió defendiendo su territorio Lenca, y eso es lo que intenta visibilizar la obra en particular” fueron las palabras de la directora teatral Paty Galeano.
Minutos antes, coordinó personalmente la intervención del elenco, sobre la vía pública, a las puertas mismas de la fiscalía general de Asunción del Paraguay. Joven como las restantes artistas, Galeano, en sus palabras resumió sin restricciones, una de las facetas más combativas y de mayor resistencia, en un contexto de feminismo militante activo dentro de la sociedad paraguaya, la que se encuentra está atravesada por múltiples prejuicios, corrupciones y deterioros institucionales
Ese día 16 de octubre, después de la puesta de sol y de una intensa jornada de denuncia, que tuvo lugar en una de las alas de la Plaza Italia, de la capital paraguaya, en el marco de una actividad de homenaje y de recuerdo a los periodistas asesinados por la narco criminalidad -siendo uno de ellos nuestro compañero Pablo Medina y su asistente Antonia Almada- el arte teatral de “Casa Fen” dijo presente con mayúsculas, evocando textos de Bernarda Pessoa, y exaltando la lucha de Berta Cáceres, ambas verdaderos ejemplos de resistencias, y de luchas por las identidades indígenas de sus respectivas realidades y contextos regionales, ante la atónita presencia policial que celosamente custodiaba la sede de la fiscalía (y que se convirtió en espectadora circunstancial).
La intervención de Casa Fen, fue una militancia flagrante y libre, a las narices mismas de una institución que está siendo cuestionada en el Paraguay, ya desde el momento mismo que se materializó el crimen del fiscal Marcelo Pecci.
“Yo soy la directora de la obra en particular de Resistir y tratamos de hacerlo de una manera metafórica, física, simbólica, a través de una creación colectiva, porque obviamente nosotras no nos vamos a poner en su lugar ni ahí, ¿verdad? Somos mujeres privilegiadas desde la capital, pero de una manera simbólica y metafórica queremos como representar esas resistencias desde nuestra visión como mujeres también, activistas” prosiguió Galeano reseñando la nómina de las artistas participantes: Maga Franco, Potti Cuquejo, Edith Nis, Marian Ávila y Yeyé Mendoza.
Maga Franco, cuya actuación deslumbró, haciendo parte de un trabajo colectivo que se destacó por ser compacto, directo y en particular coherente y sensato, como denuncia, descarnada por cierto, fue contundente: “En referencia a esto, como lo dijo mi compañera y directora de la obra, Paty Galeano, es muy difícil realmente ponerse en los zapatos de ellos, pero una como artista trata de hacerle llegar eso a la gente, de que en algún momento sienta realmente, lo que una persona no privilegiada está sintiendo, está pasando, está luchando. Entonces, desde los zapatos de ellas, por ellas y por la memoria perdida del Paraguay, nosotras estamos reivindicando eso, tratando de hacer un arte callejero, llevar todos nuestros dotes a lo que es nuestro arte, justamente”.
El teatro callejero de “Casa Fen”, es resistencia pura; es resistencia que confronta; es resistencia libre; es resistencia que denuncia. Pero además, es emblema de un muy buen arte teatral militante, en el Paraguay de hoy.
Fotos: Antimafia Dos Mil