El magistrado en el acto de las Agendas Rojas: "Cachiporras en Pisa y el pasado 23 de mayo en Palermo, derrota del Estado y de la antimafia"
Hoy es difícil contarle a un joven la historia de las masacres, explicarle su complejidad y ordenar los hechos surgidos a lo largo de los últimos 30 años. Es difícil esclarecer los desvíos, las mistificaciones y los demasiados silencios que han producido, día tras día, un vacío insalvable en las esperanzas y expectativas de muchos ciudadanos y de todo un país. Pero es imprescindible hacerlo, creando y organizando momentos de discusión, reflexión y debate en las escuelas, las plazas y en nuestros espacios y territorios. Esto es lo que ocurrió ayer en el Teatro Carlo Felice de Génova, ante más de 2.000 estudiantes, en el evento organizado por las Agendas Rojas titulado "Seguridad y Legalidad", del cual participaron Salvatore Borsellino y Angelo Garavaglia, fundador y cofundador respectivamente del Movimiento, el fiscal nacional adjunto antimafia Antonino Di Matteo, el redactor jefe de ANTIMAFIADuemila Aaron Pettinari y el presidente de la comisión regional antimafia Roberto Centi. Un encuentro importante, no sólo para conectar nuestro pasado con nuestro presente y hacernos sentir cercanos a una historia que inevitablemente sigue influyendo en la vida política, social y económica de nuestro país, sino también para hablar de los derechos y libertades constitucionales que en este momento histórico corren cada vez más peligro. Como afirmó el magistrado Nino Di Matteo, "este país está en decadencia desde hace años debido a la pérdida de la memoria y de la conciencia, y existe el riesgo de mostrarse indiferente ante los grandes problemas", como el de la mafia, "que no es una cuestión solamente criminal, sino que se trata de limitar la libertad y la democracia en nuestro país".
Lo experimentamos en la simplificación extrema y engañosa de la realidad llevada a cabo por el mainstream con respecto a temas complejos que, en cambio, requieren reflexiones más amplias. Lo hemos experimentado también en la reconstrucción, a menudo estigmatizante y complaciente, que desde hace años se hace del fenómeno mafioso, como un asunto que afecta únicamente a Sicilia y al sur de Italia. Por eso, durante el encuentro, trazando un único hilo conductor hasta el día de hoy, el fiscal adjunto antimafia intentó rastrear los hechos que surgieron en sentencias definitivas, sobre personajes que han gobernado y determinado durante décadas (y algunos de ellos siguen hoy) la política y la vida de nuestro país.
Hablemos de la sentencia del proceso Andreotti, "que hasta 1980 consideró probada su conducta de colusión con los mafiosos y el delito fue declarado extinguido por prescripción. Hombre de las instituciones, siete veces primer ministro y veintiuna veces ministro de la República, tuvo relaciones con altos niveles de la mafia siciliana y vino a Sicilia para reunirse con los líderes mafiosos de la época y conversar antes y después del asesinato de Piersanti Mattarella sobre por qué Mattarella molestó a los mafiosos y por qué lo mataron". O la sentencia final que condenó al cofundador de Forza Italia Marcello Dell'Utri, "partido actualmente en el gobierno", donde se dice que "Dell'Utri fue durante al menos 18 años mediador de un pacto entre las principales familias mafiosas de la zona de Palermo y el entonces empresario Silvio Berlusconi: un pacto que condujo a beneficios y protección mutuos. ¿Cuántos de ustedes saben estas cosas?". Y siguió diciendo el magistrado, "me pregunto cuántos de ustedes han podido saber, precisamente en relación con la capacidad de Cosa Nostra para establecer relaciones con el poder, que Salvatore Riina estuvo prófugo durante 30 años y fue capturado prácticamente en su casa; que Bernardo Provenzano estuvo prófugo durante 43 años y fue capturado en una masía de Corleone o que Matteo Messina Denaro también estuvo prófugo durante 30 años y recientemente fue capturado mientras vivía tranquilamente en su casa. O cuántos de ustedes pueden pensar que estas situaciones son sólo resultado de la habilidad de quienes evaden la captura y no de la verdadera cobertura institucional de la que han gozado estos personajes. Se trata de hechos que hoy intentamos por todos los medios olvidar y borrar, cuya enseñanza no está incluida en los programas escolares y que ciertamente no encontramos escritos en los libros escolares". Y precisamente ante estos vacíos de formación es necesario ejercer "nuestro derecho a estar informados, consagrado en el artículo 21 de nuestra Constitución, yendo más allá de lo expresado por la prensa, con sus posibilidades, escuchando también los juicios y haciendo preguntas", dijo el periodista Aaron Pettinari a los estudiantes presentes en el teatro. "Es importante preguntarnos por qué después de más de 150 años la mafia aún no ha sido derrotada y por qué el problema no se aborda a nivel político", prosiguió, precisamente para ser consciente de que "hoy en día la mafia, especialmente la 'Ndrangheta, está establecida en todos los territorios, incluso en Génova, por cuyo puerto pasan enormes cargamentos de droga". Incluso en el tráfico internacional de drogas, la mafia utiliza y se alimenta de la estrecha relación con entornos externos a ella. De hecho, también en Liguria, explicó el presidente de la Comisión Regional Antimafia, Roberto Centi, "hay empresarios, políticos, funcionarios administrativos de muy alto nivel, abogados, contables que velan por los intereses de la mafia, de la 'Ndrangheta en particular. Ellos mismos ganan mucho dinero. El 40% de la cocaína incautada en los puertos italianos pasa por los puertos de Génova, La Spezia, Vado y Savona. Y ese es el único que se encontró".
El proceso de la Tratativa y la narrativa sobre las masacres
Durante el encuentro de ayer, moderado por Giuseppe Carbone (presidente del grupo Falcone Borsellino del movimiento Agendas Rojas de Liguria), Simone Botta y Antonino Carbone (vicepresidentes del grupo Falcone Borsellino del movimiento Agendas Rojas de Liguria), se tuvo la posibilidad de abordar con más detalle los hechos que surgieron en algunos juicios históricos sobre las masacres de los años '90, incluido el juicio por la Tratativa Estado-mafia y la narrativa que se alimenta hoy en múltiples niveles. Recientemente, la comisión parlamentaria antimafia volvió a hablar de la cuestión de las licitaciones públicas de la mafia que, como afirmó Salvatore Borsellino, "no puede representar realmente la razón de la aceleración de la masacre de Via d'Amelio, las razones son otras". Razones relacionadas con las investigaciones y con lo que Paolo Borsellino había descubierto detrás de la planificación y ejecución de la masacre de Capaci y, en consecuencia, con el robo de la Agenda Roja que, como recordó Angelo Garavaglia, "se la llevaron hombres del Estado". Porque hemos visto demasiadas desviaciones en la búsqueda de la verdad sobre las masacres de Estado en los últimos años.
Respecto al trabajo actual de la comisión, el fiscal Di Matteo también aclaró que el error que se está cometiendo "es el de intentar profundizar en una masacre con solo una pista como móvil de esa masacre". Respecto a la masacre de via D'Amelio, continuó: "Nunca podremos llegar a la verdad completa si no consideramos lo que pasó antes y lo que pasó después. La fragmentación y atomización del conocimiento siempre ha hecho daño cuando se consideran hechos que tienen una naturaleza compleja".
Lo mismo ocurrió con la sentencia de Casación en el juicio de la Tratativa Estado-Mafia, que absolvió a los tres agentes del ROS de Carabineros, Mario Mori, Antonio Subranni y Giuseppe De Donno "por no haber cometido el delito". Ante una sentencia basada en motivos absolutamente contradictorios e ilógicos respecto de la reconstrucción de los hechos realizada en primera y segunda instancia, hay algunos datos que, como aclaró Di Matteo, siguen siendo imborrables: "El diálogo a distancia emprendido por una parte de Estado inmediatamente después de la masacre de Capaci con la llamada al ala moderada de Cosa Nostra para derrotar a otra; el hecho de no registrar el escondite de Totò Riina como signo de distensión y demostración de intención de continuar la tratativa; la protección de la que gozaba Provenzano por parte de algunos investigadores porque en ese momento (así lo afirmaron los jueces de segunda instancia), por inexpresables razones de interés nacional era necesario que Provenzano (que representaba a la llamada ala moderada) permaneciera en libertad".
Además, es un dato de reconstrucción histórica que la tratativa iniciada por los oficiales del ROS de Carabineros a través del alcalde mafioso de Palermo, Vito Ciancimino, desembocó en otras masacres, que también afectaron a las ciudades de Roma, Florencia y Milán en 1993, provocando la muerte de civiles inocentes, entre ellos el de dos niñas (Nadia y Caterina Nencioni). "Esto no es aceptable", prosiguió Borsellino, "hoy lamentablemente esos acusados han sido absueltos y es innoble presenciar su heroización. Esta gente anda por Italia alardeando de lo que hicieron cuando lo que hicieron fue causar la muerte de Borsellino y de los hombres de su escolta".
La verdad es que el proceso de la Tratativa Estado-mafia no debía hacerse; ciertos hilos, ciertos nombres, ciertos hechos, no debían tocarse. Era demasiado incómodo, demasiado embarazoso, demasiado desagradable y agotador para digerirlo y, en consecuencia, para perdonarlo. Un fastidio que inmediatamente se intentó eliminar con deslegitimación, mistificación y aislamiento por parte del mundo político, institucional, académico e intelectual. De hecho, como recordó Aaron Pettinari, directamente de Totò Riina llegaron las "amenazas de muerte contra el doctor Di Matteo" y el colaborador de justicia Vito Galatolo, en el 2014, habló del "ataque planeado" contra él. Por eso, "incluso cuando decimos que la mafia ya no mata hay que tener cuidado, porque hay ciertos momentos en los que determinados procesos tocan los hilos de tensión y es ahí cuando todo puede volver inmediatamente".
En conclusión, hoy es necesario hablar de las masacres con una perspectiva de conjunto, que sepa ordenar las verdades que han surgido en los últimos años y que sepa insertarlas en un contexto histórico preciso y complejo, en el que obviamente Cosa Nostra no hizo todo por sí sola: hubo una sinergia con otras organizaciones mafiosas y una convergencia de intereses con entornos externos a ellas. Esto también surgió recientemente del juicio 'Ndrangheta Stragista que, según explicó el jefe de redacción, "también demostró la participación de la 'Ndrangheta en la estrategia de masacres y, de hecho, ya lo había hecho en 1991, cuando el juez Scopelliti fue asesinado, el magistrado que habría tenido que llevar a casación el Maxi Proceso de Falcone y Borsellino".
El papel de los jóvenes: el deseo de redención y la necesidad de una revolución cultural
Ante este escenario es fácil sentirse abrumado por un sentimiento de resignación e impotencia. A menudo es más fácil aceptar el estado de cosas, hacer concesiones y convencernos de que no podemos hacer nada. En esos momentos es importante recordar las luchas de muchos de nuestros mártires, como Pío La Torre y Peppino Impastato, quienes nos enseñaron hasta que punto la defensa de nuestros derechos, nuestros territorios y sobre todo nuestros espacios de libertad y expresión pasa por nuestro deseo de redención y reivindicación. Y cómo esta reacción puede y debe venir, en primer lugar, de los jóvenes.
"Vivimos un momento particularmente difícil en nuestro país y en el mundo, un momento de guerras, de violencia sin precedentes, de exterminio de todo un pueblo, los palestinos, tras los gravísimos acontecimientos del 7 de octubre. Vivimos en un momento en el que hay una especie de intolerancia hacia el poder judicial, pero también de molestia hacia la información: una especie de mordaza a la prensa que se convierte en una limitación de los derechos de libertad y de democracia de cada uno de nosotros, los ciudadanos". Estas fueron las palabras del doctor Di Matteo ante los 2.000 estudiantes presentes en el teatro. "Nunca he creído lo que nos quieren hacer creer, que los jóvenes son indiferentes", prosiguió. "Los jóvenes sólo necesitan puntos de referencia, creer en sí mismos, luchar por los ideales por los que quieren luchar y deben hacerlo. Y considero especialmente grave, insoportable e indicativo de un clima que no me gusta, el hecho de que jóvenes que se manifiestan libre y pacíficamente, como ocurrió recientemente en Pisa y el 23 de mayo del año pasado en Palermo, sean golpeados con porras. Esa es una gran derrota para el Estado. Así como fue una derrota increíble para la antimafia que el pasado 23 de mayo algunos activistas de las asociaciones antimafia (no las institucionales, que son buenas para todos), que intentan desarrollar el espíritu crítico y su conocimiento de los fenómenos mafiosos, fueran golpeados para impedirles llegar al Árbol de Falcone para conmemorar a Giovanni Falcone y a los hombres de su escolta. Rebelémonos contra todo esto, pacíficamente y la primera forma de rebelión es el conocimiento". Para derrotar a la mafia es necesario romper todos sus vínculos con el poder oficial y además de herramientas legislativas y procesales y de compromiso político-gubernamental, se necesita una verdadera revolución cultural, "que debe y comenzará desde los jóvenes". Una renovación de ideas, visiones y perspectivas que pase "por el rechazo, el repudio y el abandono de aquellas lógicas sobre las que crece la cultura mafiosa: la lógica de la recomendación, el lobby, la pertenencia y la prudencia. Son lógicas que constituyen el humus de la mentalidad mafiosa y que sólo vosotros podéis revertir. La lucha contra la mafia no puede ser sólo una lucha de las instituciones, sino que, como nos han enseñado con su ejemplo algunos políticos del pasado, debe ser una lucha de las personas, por la libertad y la dignidad y por el respeto efectivo de lo que está escrito en nuestra Constitución".
Fotos: © ACFB
Foto 2: Nino Di Matteo con Simone Botta
Foto 4: Aaron Pettinari