La Asociación denuncia el golpe de la Corte de Casación que se pronunció sobre el juicio de la Tratativa y los desvíos aún en curso sobre aquella sangrienta temporada
"Desviaciones, sentencias absolutorias y nuevas versiones de los hechos convenientes al Gobierno. En los últimos meses se ha intentado reescribir la historia política y judicial de las masacres de 1992 y 1993, eliminando cualquier conexión con los acontecimientos actuales y sobre todo cualquier responsabilidad política e institucional". Así lo afirma la asociación Our Voice en un vídeo en el que enumera los intentos del ejecutivo de Meloni, así como de algunos sectores de las instituciones y del mundo del periodismo, de encubrir todas las pruebas y hechos surgidos en el proceso de la Tratativa Estado-mafia en la sentencia "liberen a todos" de la Corte de Casación. Una sentencia, la de los jueces supremos, en la cual, recordó Our Voice, los tres oficiales de ROS de Carabineros, Mori, De Donno y Subranni y el cofundador de Forza Italia, Marcello Dell'Utri, fueron absueltos "por no haber cometido el hecho". Una sentencia falaz, según Our Voice. "Con una fórmula de derecho se borran hechos, documentos y testimonios contenidos en 8.000 páginas de sentencias", denuncia la asociación en un vídeo en Instagram. "Un golpe de olvido, como lo definieron el fiscal nacional antimafia Nino Di Matteo (uno de los fiscales en el juicio de primera instancia) y el periodista Saverio Lodato en su último libro, publicado hace unos días".
El delito examinado, recuerdan los jóvenes activistas, "fue violencia o amenaza al cuerpo político del Estado (art. 338 del código penal): los carabineros fueron acusados de haber transmitido la amenaza mafiosa a los gobiernos de Amato y Ciampi y, en el caso de Dell’Utri, de haberlo transmitido al gobierno de Berlusconi. La cuestión era simple: poner fin a las masacres a cambio de concesiones y beneficios carcelarios".
El juicio de la Tratativa Estado-mafia, recuerdan, fue "un proceso incómodo".
Incluso antes de las condenas de primera instancia, algunos intelectuales, profesores, periodistas y políticos lo habían definido como una "locura descabellada", una "narrativa multimedia" o una "alucinación" de los magistrados de Palermo, que incluso fueron definidos como "subversivos". Porque "el Estado no acusa al Estado". Por eso, dicen, "hoy es fundamental leer, estudiar los hechos y recordarlos. Porque son los hechos los que cuentan la historia y los que procesan y juzgan las responsabilidades, negligencias, silencios y complicidades de quienes debían representar 'al Estado' en aquellos años. Responsabilidades -concluyen- que quedan grabadas en la historia frente a la sangre inocente de magistrados y civiles, incluida la de dos niñas".
Foto: Antimafia Duemila