Miércoles 15 Mayo 2024

"Siento una gran emoción y gratitud hacia el Papa Francisco por haber recibido en el Vaticano a una numerosa representación de mujeres que han decidido romper códigos milenarios basados en la violencia y las amenazas. Piden una mano, piden ser acompañadas para salir del contexto mafioso. Mujeres que, convertidas en madres, miran a sus hijos, niños y niñas y no aceptan la idea de que algún día esas vidas serán peones en un juego de poder, violencia y prisión. Las mafias les han 'confiscado' sus vidas. Mujeres, que se rebelan contra la 'ley' del clan y buscan una salida a ella. La suya es una rebelión de corazones y de conciencias. Mujeres que, a pesar de los códigos culturales consolidados, dicen ¡basta! ¡Basta de ese absurdo respeto sagrado! Del papel subordinado de la mujer. Y son conscientes de que romper los códigos muchas veces se paga con la muerte". Así se expresó don Luigi Ciotti, presidente de Libera y del Gruppo Abele, después de la audiencia con el Papa Francisco junto a una delegación de mujeres que se rebelaron contra la mafia.

"Hoy, gracias a estas mujeres, está creciendo un fermento subterráneo", dijo Don Ciotti. "Crece la conciencia razonada de que se ha puesto en marcha un mecanismo imparable. No sólo existe la voluntad de cambiar de vida, sino sobre todo la necesidad de redescubrir lo que las mafias les han 'robado': libertad, vida, dignidad. Es una ruptura con el mal, una ruptura ante todo cultural que "debilita" al poder mafioso desde dentro. Son las madres las que deciden alejarse y pedir ayuda. Para muchas de ellas, será necesario un cambio en sus datos personales. Un nuevo nombre significa asumir la responsabilidad de una renovación real de la propia existencia. Significa poder reconstruir vínculos amistosos, afectivos y profesionales sin miedo a ser reconocidas y, por tanto, perseguidas por quienes las buscan para hacerles pagar. Piden ser libres. Y la libertad -concluyó- es hija de la justicia que empezaremos a conquistar y de la solidaridad que podremos desarrollar".

"Ustedes, queridas señoras -dijo el Papa Francisco- han nacido y crecido en contextos contaminados por el crimen mafioso y han decidido abandonarlo. Bendigo esta elección y las animo a seguir adelante. Imagino que habrá momentos de miedo y de desconcierto, es normal. En esos momentos piensen en el Señor Jesús que camina a su lado. No están solas, sigan luchando".

Foto: Paolo Bassani