Viernes 11 Octubre 2024

Nuevo colaborador "desmiente" a Mario Mori sobre que "la mafia ha muerto"

"Nosotros, los nigerianos, gestionamos el 80 por ciento de la heroína que entra a Palermo, mientras que de la cocaína sólo el 20 por ciento". Con estas palabras, Samson Alaye Obas, de 38 años y con una condena apelada a 14 años de prisión, dio una visión de un país donde, lamentablemente, parece que hay muchas más posibilidades de integración dentro del crimen organizado que dentro de la economía legal. Se trata de un relato entregado en los últimos meses a la DDA, Dirección Distrital Antimafia -según informa el diario online Live Sicilia- que confirma la coexistencia de grupos criminales palermitanos y nigerianos en zonas difíciles como Palermo: una ciudad obligada a afrontar no sólo el desafío de la delincuencia, sino también de una elevada tasa de desempleo, que la sitúa, junto con el resto de Sicilia, a la cabeza de la clasificación europea en materia de desempleo juvenil. De hecho, aunque el 'pobre' ex general Mario Mori considere que la mafia está muerta, la realidad en Palermo nos muestra un panorama muy diferente: las mafias se han multiplicado y Cosa Nostra las controla. Un hecho nada despreciable, que se suma al relato de Obas, del que también surgió otro aspecto aún más inquietante: el aumento del consumo de crack en Palermo, especialmente entre los jóvenes, y un acuerdo entre las organizaciones criminales nigerianas y los jefes de Palermo, cuyo objetivo es la gestión de los lugares de venta. De hecho, el nuevo colaborador explicó a los fiscales Gaspare Spedale y Giulia Beux que en la base de las relaciones entre los dos grupos criminales "hay un acuerdo" que concierne a "los italianos de Ballarò": cuando les falta droga, primero hay que abastecerse, incluso a costa de cortar el suministro a otros centros de tráfico de drogas, como los de "Vucciria, Falsomiele, Brancaccio y Piazza Marina", todos ellos gestionados por nigerianos. Y siguió diciendo: “Los italianos quieren cocaína perlada, se llama 'crystal white'. Cuando no pueden encontrarla, preguntan a los nigerianos que venden la de peor calidad y se llama ‘gessata'. La gente de Palermo -continuó- trabaja con la perlada porque es más fácil de procesar para vender crack". Durante sus conversaciones con los fiscales, el hombre de 38 años también describió las distintas organizaciones nigerianas que apoyan a sus asociados. Además de describir a una organización "llamada 'Biafra', que ofrece apoyo a los vecinos del pueblo para vender drogas", Obas también habló de otros grupos, arraigados desde hace mucho tiempo en la zona de Palermo, como los Vikingos, que "ofrecen protección a los que trafican drogas o piden que les paguen". Además, el nuevo colaborador de justicia aportó varios elementos significativos sobre las rutas de la droga, que serían enviadas "desde África, Uganda, Tanzania, o desde Holanda o España". Las primeras paradas son "Francia y Bélgica, luego Nápoles" en lo que respecta a Italia. Por último, "se utilizan correos para llevar drogas a Sicilia"; entre ellos, estarían quienes deciden ingerirlo, o transportarlo "dentro de valijas especiales", diseñadas específicamente para pasar los controles de los perros detectores de drogas; maletas que a menudo se detienen también en "Messina".

La mafia nigeriana en el informe de la DIA

Las palabras de Samson Alaye Obas coinciden perfectamente con el último informe de la DIA, que, teniendo en cuenta las declaraciones de varios colaboradores de justicia, describe la gestión y el control de los narcotraficantes de Palermo, los enfoques transmitidos a los jefes de cabeceras y a los traficantes de drogas autorizados a comerciar en los barrios de Ballarò, Vucciria y Capo, pero también a los métodos con los que se practica la extorsión a los establecimientos comerciales ubicados en el territorio de Palermo. En particular, en lo que respecta a la delincuencia exterior, el último informe de la DIA también subraya "los márgenes de arraigo de la mafia nigeriana en relación con las relaciones con Cosa Nostra". De hecho, en su informe, la DIA recordó la sentencia dictada en marzo del 2022 por el Tribunal de Apelación de Palermo, tras la operación "Black Axe". Los jueces destacaron que los miembros de la familia mafiosa de Ballarò empleaban a nigerianos como picciotti únicamente para realizar actividades de tráfico de drogas. Una asociación, la del crimen nigeriano con Cosa Nostra, que parece estar marcada por una propensión común al control de los espacios territoriales, pero también por el silencio, por el sometimiento de las víctimas y por un nivel de peligro, cuya "forma mafiosa es ahora reconocida judicialmente".

Foto: Antimafia Duemila