Lunes 20 Mayo 2024

"La reforma de la justicia debería ser una buena noticia", pero la que se pretende es "una reforma judicial equivocada". Quien así se expresa es el exmagistrado, ahora abogado, Antonio Ingroia en la Gazzetta Ladra en Radio Cusano Campus, ante los micrófonos de Fabio Camillacci y Lorenzo Capezzuoli Ranchi.

Para el exfiscal, quien entre otras cosas instruyó el proceso de la Tratativa Estado-mafia, hay dos problemas principales con la justicia. Por un lado, el tiempo. "Tiempos eternos, intolerables tanto para la justicia penal como para la civil. Tanto el ciudadano imputado como la víctima de los delitos tienen el mismo derecho a que se haga justicia en un tiempo razonable", dijo. Por otro lado, sin embargo, existe la necesidad de implementar remedios para los errores judiciales. "Porque hay errores judiciales -subrayó-, pero no me parece que ninguna de las reformas de Nordio refiera a esos problemas mientras que, tal como se anuncia en la prensa (con algunos retrocesos y algunos desmentidos) se trata de una especie de ajuste de cuentas con el poder judicial, que le saca herramientas al poder judicial: desde el abuso del cargo al tráfico de influencias hasta las escuchas telefónicas, incluso el concurso externo en asociación mafiosa (pero en esto el ministro también parece haber retrocedido). En fin, no me parece que el camino tomado sea el correcto. Y es una lástima porque tenemos un magistrado al frente del ministerio de Justicia".

Y sobre el abuso de poder, Ingroia dijo que está de acuerdo con la UE (Unión Europea). En las últimas semanas, esta última ha pedido a Italia que "reincorpore" el delito porque su abolición favorecería la corrupción. "Esta vez estoy del lado de Europa -comentó Ingroia-. No cabe duda de que el abuso de poder es un delito hipotético que, por así decirlo, constituye muchas veces el primer paso hacia la corrupción del funcionario público. El abuso de su oficio lo hace para favorecer a uno y perjudicar a otro. Y muchas veces detrás del abuso del cargo puede haber corrupción; no cabe duda, entre otras cosas, de que el delito de abuso de poder -especialmente en el pasado- podría prestarse a algún 'abuso de abuso'. Es decir, la aplicación del delito de forma un tanto inflada, quizás en casos no alejados del verdadero abuso de poder. Pero ya hubo reformas que han limitado mucho el ámbito de aplicación del abuso de poder y, por tanto, suprimirlo por completo me parecería un gravísimo error". 

Finalmente, el exfiscal de Palermo se centró en el mal desempeño de la justicia en Italia. Y para mejorarla, "hay que vaciar de centralidad a la investigación preliminar y otorgarla a los procesos". En primer lugar, "acortando el tiempo de la justicia, por lo tanto acortando el tiempo de la investigación preliminar y acortando también el tiempo del juicio -añadió-, porque está claro que si las investigaciones preliminares duran dos años antes de que comience el juicio y luego el juicio a su vez dura por lo menos tres años, para recién llegar a una sentencia firme después de 8 o 10 años, está claro que el juicio que influye en la opinión pública se da íntegramente en la parte de la investigación preliminar, y por lo tanto los focos están vueltos hacia el lugar que, en cambio, debería ser el menos iluminado (es decir, el de la investigación y no el del juicio)". En lugar de acortar el tiempo de la justicia, en los últimos años "se aumentó la inmunidad de los poderosos a través de la prescripción. Se acortaron los tiempos de la prescripción y se alargaron los tiempos del juicio". En cuanto a la separación de carreras, para Ingroia, "lleva directamente a acentuar cada vez más el papel del fiscal, como si fuera, por así decirlo, un policía enamorado de sus tesis inquisitoriales y cada vez menos un magistrado imparcial".

Foto: Imagoeconomica
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