"A la gente que se había reunido, Pilatos le dijo: '¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo?'. De hecho, sabía bien que lo habían entregado por envidia".

Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos habían persuadido a la multitud para que pidieran que liberaran a Barrabás y dejaran morir a Jesús. Entonces el gobernador preguntó: "De estos dos, ¿a quién quieren que ponga en libertad?". La multitud respondió: "¡A Barrabás!".

Un juicio injusto y una información injusta enviaron a la muerte al Dios hecho hombre.

Incluso Poncio Pilato comprendió la injusticia de la que era víctima. Y a su manera trató de encontrar una salida dirigiéndose a la multitud que sabía que amaba a Jesús, porque lo habían escuchado y seguido.

Pero la multitud, incitada por los principales sacerdotes y los ancianos, se volvió contra el Hombre al que habían amado y prefirieron a un criminal antes que a Él.

Parece solo un tema religioso y en cambio es la historia de la humanidad. Quien tenga el poder de decidir sobre los demás, o quien escuche a los demás, recuerde siempre promover la bondad, el perdón, la solidaridad y la defensa de los débiles. Porque esta historia, con otros protagonistas, se ha repetido muchas otras veces en la historia de la humanidad.