Lunes 29 Abril 2024
Por Malena Sánchez, desde Argentina-29 de marzo de 2022

Como fue mencionado en los medios y también aquí en Antimafia, se conoció la absolución de Eva Analía de Jesús, más conocida como Higui.

Esa mujer a quien un grupo de hombres quiso “corregir” por lesbiana, que quiso defenderse, se encuentra hoy libre, emocionada y agradecida con sus compañeras, su “nueva familia”, la militancia que desde el comienzo del caso acompañó y peleó por la justicia.

En Higui nos reflejamos quienes cometimos el pecado social de seguir nuestro deseo. Porque, si bien nuestro país ha avanzado enormemente en las cuestiones de las disidencias sexuales, tanto jurídica como socialmente, en grandes sectores de la población sigue existiendo el odio. Y a nosotras las disidencias, las lesbianas, las bisexuales, las y los trans, así nos han llamado: pecadoras, impuras, incorrectas, desviadas. Nos han silenciado, han hecho tabú nuestro deseo, nuestro sentir.

Higui se defendió de esa violencia y fue presa por ello. Vemos en ella nuestras historias de resistencia, y lloramos las historias de tantas que no pudieron defenderse.

Una violencia que no es esporádica, que tiene una raíz, y en las palabras de los agresores vemos que hacia Higui fue doble: por ser mujer, y por ser lesbiana. No es novedad este blanco, ni tampoco sus atacantes: hombres educados en una masculinidad dominante, creyéndose con derecho a decidir sobre la vida de las mujeres, creyéndolas objeto de deseo solo para ellos, con la cabeza estructurada para pensar la heterosexualidad como única orientación válida, estructura construida desde lo institucional (la educación, los medios de comunicación masivos, etc) y lo sociocultural que repite estos discursos, haciéndolos propios.

Celebramos que la justicia hizo un poquito de honor a su nombre en esta resolución. Celebramos que no estamos solas, ni solos, que tenemos un gran movimiento que se alza contra lo injusto, y hoy su fuerza lo derrumbó.

Celebramos a Higui nuevamente libre. Porque, aunque no se necesitan rejas para estar privado de la libertad, y eso lo sabemos muy bien las mujeres y disidencias, creo que Higui se levantó contra esa subordinación. Orgullosa de quien es, exclamando que no es una víctima, exclamando ser libre.

¡Celebramos! Y seguimos luchando por la libertad en cada rincón.

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*Foto de portada: Our Voice / Antimafia Dos Mil