Después de dos años sin poder hacerlo, este 24 de marzo volveremos a caminar las calles. Después de dos años de pandemia, saldremos una vez más a pedir justicia.
Cada 24 de marzo afianzamos la memoria. Sn embargo, en 2020 y 2021 el covid sólo nos permitió hacerlo desde nuestras casas, detrás de las pantallas, a través de redes sociales y en pequeños actos simbólicos. Pero en este 2022 caminaremos nuevamente, en ese acto tan representativo, que es marchar... marchar por nuestros desaparecidos.
Marchar por aquellos a quienes nos arrebataron, a los que sus madres lloraban, y lloran, en las plazas, luciendo en sus cabezas pañuelos blancos, que luego simbolizaron a las abuelas de todos esos nietos que aún hoy buscamos.
Ese pañuelo blanco que nos representa, que nos cobija y nos invita, o más bien nos compele a seguir pidiendo verdad y justicia. Porque aún hoy, 46 años después, seguimos preguntándonos por qué no todos los represores fueron juzgados, por qué gozan de beneficios que sus víctimas no tuvieron, por qué algunos siguen discutiendo si fueron o no 30. 000... seguimos preguntándonos por qué.
Nuestro país aún sangra, como muchos países latinoamericanos, la herida de un golpe de estado militar que nos arrebató compañeros, amigas, hermanos, tías, padres, maestras, pero sobre todo HIJXS y NIETXS.
Es por ellos, y por las fuerzas de sus madres y abuelas que hoy seguimos de pie, gritando, alzando los brazos y marchando una vez más, por las oportunidades robadas, por las vidas coartadas, por las hijas e hijos tomados, por todas las voces calladas que nos gritan en silencio.
Este 24 de marzo de 2022 con fuerzas renovadas, tomaremos las calles, las plazas, los parques, para apañuelarnos de blanco el corazón y juntos pedir justicia, pero sobre todo memoria. Para dar una vuelta a esas plazas, una más de todas aquellas que aún nos faltan por caminar para NO OLVIDAR NUNCA MÁS.
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*Foto de portada: Diario Vivo