Sábado 18 Mayo 2024
Era además un reconocido artista y un tenaz defensor de los derechos humanos
 
Por Jean Georges Almendras-18 de marzo de 2022

Se llamaba Fabián Pérez Hooke. Tenía 41 años. Otro líder social colombiano, y activista de los DDHH, que hace muy pocos días perdió la vida bajo las balas asesinas de los criminales de siempre. Los criminales que están saqueando las esperanzas del pueblo, cada vez que cometen atentados mortales contra vidas de hombres y mujeres que están comprometidos con sus comunidades, particularmente rurales, o con la valorable tarea de defender los derechos humanos.

Hety como lo llamaban en la región donde residía, era un conocido líder sanandresano y al mismo tiempo embajador de la cultura raizal y del creole, a través de la música. Su vida se apagó en la jornada del 14 de marzo en un centro asistencial donde los médicos procuraban evitar un fatal desenlace. “Hety”aunque fue baleado el día anterior por sicarios que lo tirotearon cuando estaba en su casa, junto a otras personas que de milagro salvaron sus vidas.

Fue el asesinato número 41, que ahora enluta a una familia y a una comunidad. Fabián Pérez hacía parte del dúo Hety and Zambo, presentándose en numerosos eventos artísticos, donde promovían sus raíces y la cultura isleña.

Su muerte causó enorme impacto entre todos sus allegados y desde la Defensoría del Pueblo, para la zona del Archipiélago de San Andrés se emitió un comunicado en el que se pone de manifiesto que estos episodios dan cuenta la de persistencia en la zona, de grupos criminales entorpeciendo la paz, y las condiciones de vulnerabilidad socio económica de la población raizal, isleña y residente, lo que hace temer que eventualmente en días próximos se sigan registrando atentados de similar naturaleza, o de desapariciones forzadas y hasta reclutamientos, en manos de grupos paramilitares que no tienen consideración, ni por vidas ajenas , ni  muchos menos por proyectos de vida en comunidad, que son los que generalmente enarbolan con orgullo los líderes sociales que desarrollan sus tareas en la región donde se produjo el atentado.

Desde la firma del Acuerdo de Paz en Colombia hasta la fecha ya han caído bajo las balas asesinas, la friolera de unos 1.327 líderes sociales. Y en este 2022, que corre, con Hety fueron abatidos 41 líderes, tal como lo señalamos al comienzo.

Con desazón, rabia y dolor, no hacemos más que dar cuenta a la opinión pública de una tragedia en Colombia, que en realidad nos concierne a todos, porque es el reflejo vil, de una franja de la sociedad que se empecina en acabar con personas que no hacen otra cosa que trabajar para la paz de su pueblo, con las herramientas que la democracia les ha dado, las que por otra parte no sirven, ni por asomo, cuando del otro lado de la vereda, o desde el Estado mismo, no se va por el rumbo de la pacificación lisa y llana, en un país en el que la violencia es ancestral y moneda corriente de nuestros días.

Las evidencias sobran, de estos hechos, que dejan al descubierto fallas indescriptibles del aparato estatal, y de esto ya hace bastante tiempo, a juzgar por las estadísticas que hemos dando con anterioridad. Estadísticas de muerte, que asombran y nos dejan perplejos, porque dan un mensaje al mundo, de los niveles a los cuales llega la impunidad en Colombia, cuando se trata de corroer, conspirar y cercenar libertades de personas, esperanzas populares, condiciones de vida y el crecimiento socioeconómico de sectores sociales, preferentemente rurales.

Las muertes en Colombia, de la mano del poderoso, no cesan. Un terrible panorama que invitamos al lector a profundizar, para que, entre todos, aun no estando en aquellas tierras, podamos neutralizar -de una u otra forma, si acaso con la denuncia- toda esta andanada de violencias, propias del crimen organizado.

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*Foto de portada: Centro Noticias Huila