LUCHAS SOCIALES

Este pasado miércoles 2 de marzo cientos de manifestantes protestaron frente a la Embajada de Rusia en Montevideo, Uruguay, por la invasión y ataque militar que asestó el expaís soviético a Ucrania el pasado 24 de febrero, luego de una escalada de tensiones que involucran a Estados Unidos y la OTAN, y su avance militar en la frontera rusa. Una guerra que amenaza y que tiene como protagonista el peligro nuclear, peligro que desencadenaría un desastre masivo, de límites insospechados.

Se destacó en la movilización la participación de varias figuras políticas integrantes del oficialismo, que tomaron protagonismo, a pesar de asegurar que concurrían “a título personal”. Ciudadanos ucranianos, rusos, cubanos (de la agrupación ‘Cubanos libres en Uruguay’), argentinos y uruguayos, se plantaron con pancartas, banderas de Ucrania, de Uruguay, de Rusia, y flores amarillas, para hacer un llamado a la paz y por sobre todo, para condenar las acciones militares rusas.

Antimafia Dos Mil estuvo en el lugar, y pudo dialogar con algunas figuras públicas, que, al unísono, dijeron estar allí a título personal, y que habrían acudido de forma “espontánea”. Ope Pasquet, recientemente nombrado como presidente de la Cámara de Diputados, expresó su reclamo y su postura. “Acá están en juego principios fundamentales del derecho internacional. Ha habido la invasión de un país por una superpotencia, parece que, si queremos la paz, si queremos el respeto a la soberanía, a la integridad territorial, y a los derechos humanos, es indispensable esta protesta. Sorprende y enorgullece la cantidad de gente que se ha convocado. Me encanta que estas cosas nos hagan vibrar. Yo participo con muchísimo gusto”.

“Yo no estoy aquí en representación de nadie, estoy estrictamente a título personal. Estoy manifestándome en contra de la invasión de un país, por una superpotencia, y es una invasión que viola principios básicos del derecho internacional. Entonces cuando defendemos esos principios, no estamos metiéndonos en disputas entre terceros, estamos defendiendo cosas en los que a Uruguay le va su existencia misma. Porque a nosotros lo que nos defiende es el derecho internacional, no la fuerza”, agregó Pasquet. E insistió en destacar que “esto es una manifestación popular esponáanea que no tiene, ni quiere interferir con las relaciones diplomáticas”.

“Este es un país libre, la gente se manifiesta libremente, cosa que no está pasando en este momento en Rusia, entonces nosotros sí podemos manifestarnos, entonces está bien que lo hagamos”, reivindicó.

Consultado sobre la postura de Ucrania de solicitar intervención extranjera, dijo: “Ucrania está pidiendo el ingreso a la Unión Europea, no a la OTAN. Yo no creo que haya un margen para un mayor margen de violencia, están bombardeando las ciudades. La violencia está desatada, la brutalidad está desatada, no veo que esto pueda perjudicar en nada. Ucrania está ejerciendo su derecho a la autodeterminación y hay una potencia que le dice, ‘ustedes no tienen derecho a autodeterminarse, van a hacer lo que nosotros le permitamos que hagan’, y ese es el conflicto”.

Entre los manifestantes se encontraba el Cónsul honorario de Ucrania en Uruguay, Diego Guadalupe, que también insistió en distinguir que fue una “manifestación autoconvocada”.

“Acá no hay un nombre ni una organización, sino que son manifestaciones espontáneas de la ciudadanía uruguaya, apegada a sus valores de democracia y libertad, y de descendientes de Ucrania, que usted ha visto de todas las generaciones. Esta guerra, es una guerra no provocada, nadie agredió a Rusia”.

Consultado sobre si pedir la intervención de la Unión Europea y la posibilidad de ingreso de la OTAN, creía que podían significar una escalada de violencia con posibilidad de alcanzar niveles internacionales, incluso una guerra nuclear masiva, contestó: “La pregunta que usted formula tiene un solo destinatario, que se encuentra muy lejos de aquí en la capital de Rusia. Es el presidente Yeltsin, solo eso”.

Andrei Kisilev es un ciudadano ruso de 37 años, que fue reiteradas veces consultado por los medios presentes en la manifestación. “Yo soy ruso, y vivo acá hace más de hace cuatro años”, aclaró. “Quiero expresar mi solidaridad con la población rusa y ucraniana, que en este momento están luchando contra este fascismo, de sistema fascista, mafioso”.

“La mafia, es una organización terrorista que debe ser prohibida en todo el mundo. Ellos matan gente desde lo oculto. La única motivación que tienen para realizar la guerra, es el poder. No quieren que nadie se acerque a su poder. Solo quieren el dinero. Ellos hacen esto en todo el mundo. Controlan el territorio más grande del mundo, llena de recursos, donde hay toda la tabla de Mendelev. Mientras mantienen a la población en un estado de pobreza”.

“Hoy en día la población rusa es la más pobre del mundo. Ni siquiera es comparable con los países de África”, apuntó Kiselev.

Consultado sobre la posibilidad de un conflicto nuclear a gran escala, dijo que “siempre hay riesgo de una guerra nuclear, pero hay dudas de que el sistema de defensa nuclear existe y esté en vigencia y esté funcional. Yo creo que los servicios de inteligencia de las principales potencias, ya tienen estudiado este asunto. Realmente dudo que pueda ocurrir, pero puede ser”.

En la vereda, sentada en una silla, envuelta en un pañuelo y en sus 85 años, Olga Duszka, una ciudadana ucraniana que llegó a Uruguay a los cinco años de edad, fue el centro de todas las miradas. Una mujer que fue ya presentada en redes sociales hablando contra la guerra por su nieto, Juan Pablo Dos Santos Falcon, que se desempeña como asesor de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente de Presidencia de la República. Olga, se mantuvo allí a lo largo de toda la manifestación, donde recibió y sostuvo entre sus manos, flores amarillas por la paz.

“Me siento horrible por lo que está pasando en Ucrania, me siento horrible porque nunca pensé que esto iba a pasar. Una vez sí, en la Segunda Guerra Mundial, pero ahora esto yo no me explico, porque donde yo nací, se rompió todo. La casa la quemaron, la rompieron toda. Me da mucha angustia, porque mi patria como quien dice es Uruguay, donde fui a la escuela, al liceo y estudié enfermería. Trabaje toda mi vida, tengo 85 años, a los cinco ya estaba acá”.

“Parece que siempre Rusia fue una amenaza, siempre estuvo al acecho”, comentó.

“Antes mi familia era muy numerosa, muchos sobrevivieron a la Primera Guerra Mundial, muchos murieron gangrenados. Lo peor que puede haber es la guerra, porque vos pasas hambre, pero si estás en tu país, alguien te alcanza un plato de comida. Allí ahora hay hambrunas”, se lamentó.

También estuvieron presentes otros personajes de la política oficialista, como el diputado colorado Conrado Rodríguez, y el senador y director del Partido Nacional, Jorge Gandini, quien acompañó durante la manifestación a Olga y su nieto, o quizás, mejor dicho, a Juan Pablo Dos Santos y su abuela. Esta mujer, por sus características y su lugar de nacimiento, fue el emblema de una noche de solidaridad con el pueblo ucraniano, políticamente correcta, donde varios salieron por primera vez a una manifestación popular, y de condena, en este caso al actor más visible de una guerra donde la única víctima, es el pueblo.

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*Foto de portada: Antimafia Dos Mil / Diputado uruguayo Ope Pasquet del Partido Colorado