Por Claudio Rojas, desde Chile-1° de enero de 2022La experiencia con Antimafia Dos mil ha sido muy enriquecedora, y por cierto un gran aprendizaje. Empezamos a participar en Antimafia Dos Mil hace poco más de 3 años, al principio en forma tibia; cuando la redacción de Antimafia Dos Mil acogió con gran tolerancia nuestras ideas de protesta y denuncia, nos acogió con mucha paciencia, pues éramos infantes en la escritura de carácter periodístico. Luego a partir del llamado “estallido social” de hace poco más de dos años, fuimos participando con más frecuencia por razones obvias, más por el aporte informativo que por el diseño periodístico que, al no tener la formación, tenía que ser la redacción de ADM la que tenía que trabajar nuestros escritos para darle un sentido y una forma lógica de presentarlo al público.
Poco a poco, hemos aprendido algunas cosas, como que la idea central de un escrito, debe motivar el título, el que debe ser un gancho para el lector. Como que el copete debe ser un resumen de todo lo que comprende el artículo a modo de introducción para el lector; y así, algunas cosas que poco a poco los periodistas de la redacción que nos tutelan, también nos guían y correctamente nos llaman la atención por nuestros errores que frecuentemente cometemos.
Además, hemos ido aprendiendo de otros colegas escritores de la redacción, por sus variados y hasta geniales enfoques de una temática, que al leer nosotros vamos buscando corregir lo que estamos haciendo.
Nos ha servido esta participación como redactores principiantes, como una gran vía de escape para evacuar nuestras rabias, nuestros dolores, nuestras molestias al ver tanta injusticia, tanta corrupción, tanta impunidad, tanto abuso. Este es nuestro desahogo, nuestra forma de gritar, de pedir justicia para los que no la tienen, para ser voz de los sin voz.
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*Foto de portada: Our Voice / Antimafia Dos Mil. Setiembre de 2019, Chile