A pesar de las innumerables voces que se suman al pedido de liberación, la insistencia de la justicia norteamericana podría complicar las cosas para Julián Assange. Vestido con una camisa blanca y mascarilla oscura, el periodista australiano, de 50 años, compareció ante la corte londinense por videoconferencia desde la prisión de alta seguridad de Belmarsh, al este de la capital británica, donde permanece detenido mientras se dirime la apelación estadounidense (dado que la jueza Vanessa Baraister denegó la petición de libertad condicional mientras se dirime la apelación estadounidense).
El Tribunal Superior de Londres celebró este miércoles una vista provisional sobre el recurso que las autoridades de Washington presentaron contra la decisión de la corte británica, de rechazar la extradición a EEUU del fundador de WikiLeaks, por considerar que había riesgo de suicidio.
El juicio de apelación de EE. UU se celebrará los días 27 y 28 de octubre. El gobierno estadounidense consideró ante dicho Tribunal que el periodista australiano, no está "tan enfermo" como para querer suicidarse si es extraditado a territorio norteamericano. Los abogados estadounidenses entienden que las pruebas presentadas por la defensa de Assange, no se basan en su actual estado de salud sino en cómo podría evolucionar.
La abogada Clair Dobbin informó que Assange no tiene un historial de querer lesionarse y "nunca ha sufrido del tipo de condición de salud mental" que "le privase de la capacidad" de tomar decisiones racionales. Su postura es opuesta a la del psiquiatra Michael Kopelman, quien, en septiembre de 2020, durante el juicio de extradición de Assange, había informado que el periodista presentaba un comportamiento suicida que podría potenciarse si la justicia inglesa decide trasladarlo a Estados Unidos.
Assange ya lleva un total de casi 11 años de encierro desde que en diciembre de 2010 fue detenido en Londres por la Policía a petición de Suecia, que quería interrogarle por un caso de presuntos delitos sexuales, de los que no fue imputado y que eventualmente se archivó.
Un centenar de personas se congregaron a las puertas del Tribunal Superior para defender a Assange ante un caso judicial que marcan un peligroso precedente para la libertad de prensa.
El exlíder laborista Jeremy Corbyn ha acudido a la protesta y se ha dirigido a los presentes en un discurso en el que ha mostrado su apoyo a Assange y al trabajo que ha hecho "revelando las verdades sobre la prisión de Guantánamo, la guerra de Irak y la toma de decisiones de las fuerzas armadas estadounidenses".
En tanto, Stella Moris, pareja y madre de dos hijos de Assange, ha cargado contra el gobierno de EEUU por "prolongar arbitrariamente" su encarcelamiento.
"El Gobierno estadounidense está explotando los injustos acuerdos de extradición entre EEUU y el Reino Unido para prolongar arbitrariamente su encarcelamiento, el encarcelamiento de un hombre inocente acusado de ejercer el periodismo", expresó Moris.
La justicia británica decidió el pasado enero no extraditar a Assange, sobre el que pesan 18 cargos por espionaje e intrusión informática que pueden suponer hasta 175 años de cárcel en EEUU.
En un comunicado en su sitio web, Amnistía Internacional reclamó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que sean retirados los cargos contra el fundador de WikiLeaks. Según la organización internacional en enjuiciamiento al fundador de WikiLeaks es un absurdo y nunca debió haber tenido lugar.
"Este intento del gobierno estadounidense para que el tribunal cambie su decisión (...) alegando nuevas garantías diplomáticas es un descarado juego de prestidigitación jurídica", afirmó en un comunicado el director de Amnistía Internacional, Nils Muižnieks.
"Esta engañosa apelación debería ser desestimada por el tribunal y el presidente Biden debería aprovechar la oportunidad para retirar estos cargos de motivación política que han sentado en el banquillo a la libertad de prensa y la libertad de expresión. Obama inició la investigación sobre Julián Assange. El presidente Trump formuló los cargos contra él. Ya es hora de que el presidente Biden haga lo correcto y ponga fin a este enjuiciamiento absurdo que nunca debió haberse iniciado", afirmó Muižnieks.
Por otro lado, se supo el pasado 26 de julio, que la justicia de Ecuador resolvió el retiro de la nacionalidad de ese país al cofundador de WikiLeaks, Julián Assange, que había sido otorgada a finales de 2017.
Carlos Poveda, abogado de Assange en Ecuador, dijo a la cadena CNN que apelará esta resolución a través de los recursos horizontales de “ampliación y aclaración” de la sentencia del tribunal pues considera que no tuvo un legítimo derecho a la defensa.
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Foto de portada: publico.es.com