Viernes 26 Abril 2024
Por Andrés Volpe-13 de agosto de 2021

"Me llamo Edward Joseph Snowden”.

“Antes trabajaba para el Gobierno, pero ahora trabajo para el pueblo”.

“Tardé casi treinta años en reconocer que había una diferencia, ahora dedico mi tiempo a intentar proteger a la ciudadanía de la persona que yo era antes: un espía”.

(Las primeras palabras de su biografía: el corolario de su lucha y de sus 8 años de exilio)

Un día, el mundo comprendió que estaba siendo observado. Edward Snowden se fugó a Hong Kong con un sinnúmero de documentos encriptados que sustrajo metódicamente desde los servidores de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional Norteamericana), allá por el 2013. Estos documentos detallaban el alcance de los programas de vigilancia nacional e internacional del gobierno de los Estados Unidos. Escapó de Hawái donde estaba trabajando, pidiendo licencia por enfermedad. Lo hizo, abandonando a su familia (que padeció persecuciones) y rechazando una vida acomodada a sabiendas de que todo cambiaria para siempre. Pronto se encontró exiliado en Rusia donde los medios lo calificaron como el hombre más buscado del mundo. Las filtraciones de Snowden iniciaron una nueva era de batallas por la privacidad, e incluso llevaron a cambios en las leyes, pero sobre todo constituyeron un gran servicio a los derechos de los ciudadanos, alertando sobre las implicancias de un futuro donde el control social extremo por parte de las autoridades mundiales será moneda corriente.

"Cualquier Gobierno electo que dependa de la vigilancia para mantener el control de una ciudadanía, que considere la vigilancia un anatema para la democracia, ha cesado de ser una democracia de facto", expresó Snowden en su minuciosa biografía 'Vigilancia Permanente' que expresa abiertamente su manifiesto de valores.

Y si, por las dudas quizás no está del todo claro, Snowden le dio un ejemplo a su esposa Lindsay sobre como el gobierno podría joderte la existencia. Haciendo un simple ejercicio de visualización, Snowden invitó a su esposa a imaginar que existe: "una hoja de cálculo con toda la información que hubiese sobre ti. Todos los secretos, grandes y pequeños, que podrían acabar con tu matrimonio, poner fin a tu carrera, envenenar incluso tus relaciones más cercanas y hasta dejarte en la quiebra, sin amigos y en la cárcel. La hoja podría incluir ese porro que te fumaste el fin de semana pasado en casa de un amigo, o la raya de coca que te esnifaste sobre la pantalla de tu móvil en un bar, estando en la universidad; o el rollo de una noche de borrachera que tuviste con la novia de tu amigo, que ahora es su mujer, y del que los dos os arrepentís y que habéis acordado no contarle nunca a nadie; o un aborto por el que pasaste de adolescente, que sigues ocultando a tus padres y que quisieras mantenerle oculto a tu cónyuge; o a lo mejor es solo información sobre una petición que has firmado, o una protesta en la que participaste. Todo el mundo tiene algo, alguna información comprometedora enterrada entre sus bytes, si no en sus archivos, sí en sus emails; sino en esos mensajes, sí en su historial de navegación. Y de pronto esa información la estaba almacenando el Gobierno de Estados Unidos". Esto es solo el primer peldaño de las penurias que un ciudadano del mundo podría padecer, según denunció Snowden en su cruzada.

Las recientes noticias sobre Apple y Pegasus vuelven a encender las alarmas sobre el hecho de contar con herramientas institucionales (y ciudadanas) más eficientes, que nos permitan privar el acceso a nuestra propia vida de ojos inescrupulosos. Las limitaciones de semejante empresa son más que evidentes.

En cuanto al software Israelí Pegasus, es la primera vez que una autoridad oficial de Estado confirma las conclusiones de una extensa investigación periodística sobre el programa que destapó un escándalo global de espionaje mediante el 'software' vendido a los gobiernos con el único fin supuesto de rastrear a terroristas y grandes criminales. La ANSSI (La Agencia Nacional de ciberseguridad francesa) habría informado a la Fiscalía de París de sus hallazgos.

"Si lo hacen en Francia, lo harán en cualquier parte. Que los cierren, que prohíban las ventas del 'exploit'", escribió Snowden en su cuenta de Twitter, al tiempo que condenó la injerencia de la empresa israelí NSO Group, creadora de Pegasus. Una investigación conjunta de Amnistía Internacional y la organización periodística sin fines de lucro Forbidden Stories con 17 medios de comunicación reveló que el software Pegasus fue utilizado para hackear los teléfonos de periodistas, activistas, ejecutivos de negocios y políticos en todo el mundo.

Para que no perdamos referencia de la magnitud de la cuestión, Amnistía Internacional y Forbidden Stories lograron obtener una lista con más de 50.000 números de teléfono de personas vigiladas para los clientes de NSO Group, y se concluyó que entre los usuarios de Pegasus había gobiernos de 10 países.

Por otro lado, las últimas informaciones indican que la empresa Apple va por todo lo que guardan sus clientes. Snowden ha respaldado una petición contra el plan de Apple de escanear las fotos de todos los usuarios de iPhone, calificándolo de asalto a la privacidad. Al anunciar el nuevo sistema de escaneo, la multinacional insistió en que va a utilizar la tecnología solo para detectar, mediante algoritmos, posible contenido relacionado con el abuso sexual de menores que puedan tener como material fotográfico los usuarios de teléfonos inteligentes iPhone y de sus tablets. Sin embargo, la noticia ya ha impactado en la comunidad activista. La carta, publicada en la plataforma GitHub, fue firmada por expertos en seguridad y privacidad, criptógrafos, investigadores, académicos y expertos legales, congregados en condenar la "tecnología de escaneo de contenido que invade la privacidad". Los firmantes dijeron que la propuesta de la compañía de monitorear y escanear constantemente las fotos de todos, y alertar a las autoridades si su algoritmo impulsado por IA (inteligencia artificial) los etiqueta como criminales, "introduce una vía que amenaza con socavar las protecciones de privacidad fundamentales para todos los usuarios de productos Apple".

Además de respaldar la petición contra el plan de Apple, Snowden expresó en una serie de tuits su preocupación de que la compañía esté implementando una forma de "vigilancia masiva en todo el mundo" y sentando un precedente que podría permitirle a la firma buscar cualquier otro contenido arbitrario en el futuro.

"No se equivoquen: si pueden buscar pornografía infantil hoy, pueden buscar cualquier cosa mañana", exclamó Snowden.

Totalitarismo post pandémico

En una reciente entrevista de la serie Shelter in place para el medio 'Vice TV' sobre las consecuencias que la tecnología trae aparejada en el contexto de la pandemia Snowden declaró:"No hay nada más previsible que una crisis de salud pública en un mundo en el que vivimos uno encima del otro en ciudades atestadas y contaminadas que una pandemia. Y todos los académicos, todos los investigadores que vieron esto, sabían que esto iba a suceder. Y, de hecho, incluso las agencias de inteligencia, les puedo decir de primera mano, porque solían leer los informes que habían estado planeando para las pandemias", hablando sin tapujos.

"A medida que se propaga el autoritarismo, que proliferan las leyes de emergencia, que sacrificamos nuestros derechos, también sacrificamos nuestra capacidad para detener el deslizamiento hacia un mundo menos liberal y menos libre. ¿Realmente cree que cuando la primera ola, esta segunda ola, la 16a ola del coronavirus sea un recuerdo olvidado hace mucho tiempo, estas capacidades no se mantendrán? ¿Que estos conjuntos de datos no se conservarán? No importa cómo se utilice, lo que se está construyendo es la arquitectura de la opresión".

Snowden tiene razones para creer en esa estructura. Y describe dos cuestiones que lo espantaron y que descubrió antes de dejar su servicio para el estado: “La primera fue el anuncio de la NSA de la construcción de un nuevo centro de datos gigantesco en Bluffdale (Utah). La agencia lo llamó MDR (almacén de datos masivos por sus siglas en ingles), Según detalló Snowden, el MDR debía incluir un total de cuatro salas de 2.300 metros cuadrados llenas de servidores. Podía albergar una cantidad inmensa de datos, básicamente, un historial agregado del patrón de vida del planeta entero, en la medida en que la vida puede entenderse mediante la conexión entre pagos y personas, personas y teléfonos, teléfonos y llamadas, llamadas y redes, y toda la variedad sinóptica de actividad en internet que se mueve por las líneas de esas redes”.

“Y es que, sencillamente, no había ningún motivo para construir algo que cumpliera esas especificaciones, salvo que estuvieses planeando almacenarlo absolutamente todo, para siempre”. Apunta Snowden, la evidencia del delito en proceso, un búnker gigante de cemento rodeado por alambres de púas y torres de vigilancia, consumiendo de la red eléctrica la energía equivalente a la consumida por una ciudad, en mitad del desierto de Utah.

La segunda cuestión tuvo lugar un año después, en marzo de 2013, ningún medio masivo cubrió en absoluto una extraña aparición pública protagonizada por Ira Huntl (director de tecnología de la CIA) al que apodaban Gus que apareció como ponente invitado especial en un acto sobre tecnología civil en Nueva York, la conferencia GigaOM Structure: Data.

“El motivo por el que me aseguré de ver su charla fue que acababa de leer, por canales internos de la NSA, que la CIA había tomado al fin una decisión sobre la asignación de su contrato para la nube. Habían firmado un trato de diez años por 600 millones de dólares para el desarrollo y la gestión de la nube con Amazon. Tuve la oportunidad de ver al agente técnico de mayor rango de la CIA subir al escenario, para informar a una multitud de gente normal, sin ninguna habilitación de seguridad (y, a través de internet, al mundo entero), sobre las ambiciones de la agencia -En la CIA, básicamente intentamos recopilarlo todo y guardarlo para siempre-dijo Gus. Y, por si eso no quedaba lo bastante claro, añadió: - Tenemos prácticamente a nuestro alcance la posibilidad de procesar toda la información generada por el ser humano-. Gus les dijo a los periodistas que la agencia podría rastrear sus smartphones, incluso estando apagados, y que la agencia podría vigilar todas y cada una de sus comunicaciones. Repito: aquel era un grupo de periodistas nacionales. Periodistas estadounidenses. Y la manera en la que Gus dijo 'podría' sonó a 'lo ha hecho, lo hace y lo hará'. Me quedé helado, expresó el exagente.

Edward Snowden 3

Ante el baño de realidad que se estaba tomando Edward, y surcando una profunda crisis de valores, es cuando decidió poner fin a su trayectoria en la comunidad de inteligencia y cruzar de bando. El 5 de junio de 2013. Los primeros documentos proporcionados por Edward Snowden a los periodistas Glenn Greenwald y Ewan MacAskill y a la documentalista Laura Poitras, son publicados en el diario The Guardian. El título cayó como una bomba: La NSA recolecta registros de llamadas telefónicas de millones de consumidores de Verizon.

Al día siguiente The Guardian y el Washington Post publican un artículo sobre PRISM, el programa de la NSA que obliga a las grandes compañías del sector tecnológico a ceder los datos de sus usuarios a las autoridades de los Estados Unidos mediante puertas traseras.

El 11 de junio: El diario The Guardian publica diapositivas que muestran el nivel de recolección de datos de la NSA: 3.000 piezas tan solo en febrero de 2013 y dentro de los Estados Unidos.

Ese mismo día The Guardian también hace pública la figura de Snowden como la fuente que filtró toda la información publicada. Edward Snowden es inmediatamente despedido de Booz Allen Hamilton, una de las empresas subcontratadas por la NSA y en la que el especialista trabajaba.

El 14 de junio: El departamento de justicia de los Estados Unidos toma acción. Edward Snowden recibe cargos por transmitir comunicaciones e informaciones de carácter confidencial asociados a los servicios de inteligencia de los Estados Unidos.

El 21 de junio: The Washington Post revela que la NSA recolecta más de 250 millones de bandejas de correo electrónico y listas de contactos de servicios como Yahoo, Gmail o Facebook. También se afirma que la NSA, en colaboración con GCHQ (servicios de inteligencia británicos), recoge datos de los cables de fibra óptica que conectan continentes y países, teniendo acceso así a un mayor volumen de información.

Dos días después Edward Snowden abandona Hong Kong junto a la periodista británica Sarah Harrison (asesora legal y editora de WikiLeaks, la consejera más cercana de Julián Assange) con destino a Ecuador, con una parada prevista en el aeropuerto de Rusia. Las autoridades estadounidenses bloquean su pasaporte y queda varado en Rusia.

El 30 de junio: The Guardian revela programas de espionaje de la NSA dirigidos a embajadas de países extranjeros.

Un mes después, el 1 de agosto. Edward Snowden consigue asilo político temporal en Rusia. Mientras, NBC News publica un artículo en el que acusa a la NSA de pagos a servicios de inteligencia del Reino Unido con el objetivo de recolectar más información (procedente de países europeos). Los servicios de inteligencia británicos tienen acceso libre, gracias a determinados operadores, a los cables submarinos que transmiten las informaciones entre continentes.

El 29 de agosto: El Washington Post expone pagos a compañías estadounidenses de telecomunicación a cambio de acceso ilimitado a sus infraestructuras.

El 2 de enero de 2014: El New York Times afirma que la NSA ya trabaja en un ordenador cuántico capaz de descifrar cualquier tipo de encriptación, abriendo el abanico de posibilidades de los servicios de inteligencia estadounidenses. También se filtran nuevos métodos desarrollados por la NSA que permiten a los servicios de inteligencia estadounidenses acceder a ordenadores sin conexión a internet.

El 27 de enero de 2014: NBC News afirma que la unión entre los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos logró un software capaz de monitorear YouTube en tiempo real, recolectando direcciones y vídeos visualizados, etc. Este tipo de técnicas también fueron aplicadas a Facebook y Twitter.

Paradigma del control social

El mayor peligro está aún por llegar denuncia Snowden, con el mejoramiento de la inteligencia artificial, como el reconocimiento facial y el de patrones: Una cámara de vigilancia equipada con esta tecnología no sería un mero dispositivo de grabación, sino que podría convertirse en algo más similar a un agente de policía automatizado. Algo que ya está comenzando a verse en países como China.

Un mundo en el que todas las personas estuviesen bajo una vigilancia absoluta se convertiría lógicamente en un mundo en el que todas las leyes se aplicarían de forma absoluta y automática mediante ordenadores. Al fin y al cabo, cuesta imaginar un dispositivo de IA que sea capaz de detectar que una persona está quebrantando la ley (sin contemplar grises, sin criterios), pero que no la haga responsable de ello. Aunque fuese posible, nunca se programaría un algoritmo policial orientado a la clemencia o al perdón. En palabras llanas, un mundo en el que se aplicasen siempre todas las leyes sería un mundo en el que habría que considerar delincuente a todo el mundo.

Somos las primeras personas en la historia del planeta que llevan a sus espaldas la carga de la inmortalidad de los datos (esto es algo que ignoramos completamente), del hecho de que nuestros registros recopilados puedan tener una existencia eterna. Hemos de asegurarnos de que nadie pueda volver en contra de nosotros, o de nuestros hijos, esos registros de nuestros pasados. Entonces, tanto ellos como sus hijos se verán también atrapados, y todas las sucesivas generaciones estarán forzadas a vivir bajo el espectro de datos de la anterior, sujetas a una agregación masiva de información cuyo potencial para el control social y la manipulación humana superará no solo las restricciones legales, sino también los límites de la imaginación.

¿Quién se atrevería a predecir el futuro? se pregunta el genio informático. La respuesta es todos los Gobiernos y empresas del planeta. Para eso utilizan nuestros datos. Analizan los algoritmos en busca de patrones de comportamiento fijo con el fin de extrapolar conductas futuras. Una vez que excavas en los mecanismos técnicos reales con los que se calcula la predictibilidad, entiendes que su ciencia es en realidad anticientífica, y su nombre, un error mortal: la predictibilidad es manipulación”.

Snowden apunta que en un sitio web que te dice porque te ha gustado cierto libro a lo mejor también te sugiere otros libros de la misma temática, y el hecho radica en que no te está ofreciendo ninguna opinión formada, sino que más bien constituye en sí un mecanismo de coerción sutil.

Edward Snowden 2

"No podemos permitir que la -vigilancia de Dios- a la que estamos sometidos se use para calcular- nuestros puntos de ciudadanía o para predecir- nuestra actividad criminal; para decirnos qué clase de educación podemos recibir, o qué tipo de trabajo podemos tener, o si podemos recibir educación o tener un trabajo, directamente; para discriminarnos por nuestros historiales económicos, legales y médicos, por no mencionar nuestra etnia o raza, constructos que a menudo los datos asumen o imponen. Y con respecto a nuestros datos más íntimos, es decir, a nuestra información genética, si permitimos que la utilicen para identificarnos, entonces la utilizarán para acosarnos, e incluso para modificarnos: para rehacer la esencia misma de nuestra humanidad a imagen de la tecnología que pretende hacerse con su control. Por supuesto, todo esto ya ha pasado., cerró el concepto Edward".

Y por supuesto, trazando un paralelo como si estuviéramos viviendo en un mundo ideado según George Orwell, como mirando en la pantalla del tiempo donde existe un futuro totalitarismo tecnócrata, igual o peor que en su oscura novela 1984, su concreción es casi una certeza; el gran hermano, cada día se hace más grande y se alimenta de nuestra ignorancia. Hoy existen aquellos que continúan esta tarea de asentar conciencias, esta vez por fuera de la ficción, con otras herramientas, esta vez tirándonos en la cara la verdad más cruenta. ¿Qué vamos a hacer con todo esto?

Por suerte Snowden nunca estuvo solo en este camino. Actualmente el joven experto dedica parte de sus días a militar en la Freedom of the Press Foundation, una organización sin ánimo de lucro dedicada a proteger y fortalecer el periodismo de interés público en el nuevo milenio. Gran parte de la labor de la organización es preservar y reforzar los derechos recogidos en la Primera y Cuarta Enmiendas de la constitución norteamericana mediante el desarrollo de tecnologías de encriptación.

La lucha continúa y promete tener más sutiles sorpresas si nos toma desprevenidos.

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*Foto de portada: wired.com

*Foto 2: diariopublico.com

*Foto 3: Mathias Løvgreen Bojesen / Scanpix Dinamarca a través de Reuters