Quizás contemos poco, pero, incluso por ese poco, hemos decidido hacer escuchar nuestra voz. Por un deber que no es sólo político sino sobretodo moral. Nosotros no usamos dos pesos y dos medidas. Y recordamos, por ejemplo, el silencio que acompañó la masacre de los palestinos de la Franja de Gaza. Entonces nadie gritó a la intervención militar en contra de los masacradores y contra un estado soberano como lo era Gaza.
Ahora estamos de nuevo con las intervenciones “humanitarias”. No se puede quedar callados. Lo que leeréis a continuación es el parecer en común de un grupo de ciudadanos particulares. Si lo desean se pueden unir a nosotros otras personas.
Después del voto, inaceptable, del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que ha autorizado además de la zona de exclusión aérea, el recurso a “todas las medidas necesarias” (es decir la via libre a los bombardeos), se multiplican las noticias de una inminente intervención militar anglo-francesa (…) sobre Libia.
Nosotros, que somos ciudadanos de un país que tiene grandes responsabilidades por la situación que históricamente se ha creado en Libia, nos declaramos disponibles a sostener cada acción legítima que contribuya a detener el esparcimiento de sangre y a encontrar una solución política a la crisis, mientras declaramos nuestra firme contrariedad hacia cualquier acción bélica realizada en el extranjero contra un país soberano.
Cualquiera que sea el régimen o el ordenamiento con los cuales se rige, Libia es siempre un país soberano. Un país dividido, a la merced de una guerra civil muy grave, que ya ha provocado miles de víctimas, pero no hay tribunales externos, y mucho menos armados, que puedan deshacer legítimamente los nudos que se han enredado. No hay ninguna legitimidad en esta hazaña, si se intenta llevarla a cabo.
El objetivo de los partidarios de la intervención es entregar a Libia a un partner de fiar en calidad de suministrador de materias primas energéticas.
Ya sabemos que la zona de exclusión aérea será tomada como pretexto para los bombardeos, como de costumbre “quirúrgicos”, de los cuales otros muertos, militares y civiles, serán el precio que el pueblo libio tendrá que pagar.
Ironía del destino, les tocará de nuevo a Francia y a Inglaterra el rol infausto que asumieron en la lejana crisis de Suez. Entonces actuaron abiertamente en su interés. Hoy fingen que lo hacen por “razones humanitarias”.
Marino Badiale, Maria Bonafede, Gennaro Carotenuto, Angelo Del Boca, Tommaso Di Francesco, Giulietto Chiesa, Massimo Fini, Maurizio Pallante, Fernando Rossi, Alex Zanotelli.