Lo hizo en el marco del Día de la Conciencia Negra
El presidente Lula Da Silva continúa sembrando un camino de reconocimiento para los pueblos históricamente marginados del Brasil. En esta ocasión, en el marco del Día de la Conciencia Negra, el petista, firmó un paquete de medidas tendientes a reforzar la lucha contra el racismo estructural construido “por la supremacía blanca en Brasil”.
En concreto, el anuncio refleja un presupuesto superior a los 20 millones de reales, que se desplegaran en distintos proyectos, en algunos casos que ya vienen funcionando, como el programa de titulación de tierras para las comunidades quilombolas, compuestas por los descendientes de los esclavos de las épocas coloniales.
Los presupuestos también financiaran la expansión de los proyectos de capacitación para personas que brindan atención psicosocial a víctimas y familiares de la violencia en Bahía y en Rio de Janeiro, dos de los lugares atravesados por las lógicas de las bandas narcocriminales y las fuerzas militares y policiales corrompidas. Este punto, fue anunciado por la ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, quien es hermana de Marielle, la política, luchadora social y referente de las comunidades negras faveladas, que denunciaba enfáticamente los nichos de corrupción y de connivencia estatal con el crimen organizado, motivo por el que fue vilmente asesinada el 14 de marzo de 2018.
Franco, fue categórica al afirmar que debemos “resistir los intentos de deshumanizar al pueblo negro”. Un proceso que fue exponencial durante el gobierno de Jair Bolsonaro. Un gobierno que reavivo las pasiones más bajas, más perversas del segregacionismo de razas.
“Tenemos que recomponer lo que debe ser siempre la realidad en una sociedad democrática y fortalecer en forma constante el combate al racismo”, dijo Lula en su discurso dado desde el Palacio Planalto, sede del gobierno federal. “Debemos entender de una vez que todos somos hermanos, que venimos del mismo padre, que vivimos en el mismo planeta y que nuestra sangre tiene el mismo color”, un llamamiento que en estos momentos -donde el mundo vuelve a presenciar un genocidio y la exacerbación del odio-, debe calar hondo en la sociedad, que debe salir a las calles a luchar por el cese inmediato de todo tipo de violencia.
“Todo esto que firmamos ahora -dijo el presidente-, es como si estuviéramos plantando un árbol. Ese árbol, para que funcione, tiene que ser sembrado. Hay que poner agua. Tiene que haber sol. Hay que tener abono. Y ustedes son el abono para que funcione una política pública”.
Foto: Imagoeconomica