Miércoles 15 Mayo 2024

Reflexiones del cura en Opción por los Pobres, Roberto Ferrari tras el triunfo de Javier Milei

El triunfo de Javier Milei -que lo posicionó como el presidente más votado de la historia argentina-, despertó una euforia entre sus seguidores y simpatizantes que -a imagen y semejanza de su líder- celebraron la llegada al poder de una fórmula de gobierno que promete cambios radicales en el sistema social y político del país. Mientras tanto, desde los sectores que militaron en contra del proyecto del libertario, viven con incertidumbre una realidad que a priori amenaza con repetir la crisis social y política de los 90. Según el cura en Opción por los Pobres, Roberto Ferrari -quien dialogó con Página/12-, el “entusiasmo” entre los votantes por el nuevo presidente ya se terminó, pese a que aún su gobierno ni siquiera comenzó.

“Desde la noche del domingo hablé con un montón de gente, con otros curas, con gente del barrio, con voluntarios de la parroquia. Lo que prevalece en la gente del barrio, como sentimiento, es la tristeza”, dice el cura que desarrolla su pastoral en el barrio ‘La Esperanza’, en el partido de Tigre, en provincia de Buenos Aires, que paradójicamente es el partido desde donde el candidato perdedor, Sergio Massa, forjó sus primeros pasos en el mundo político.

El religioso afirma que “en condiciones normales tendríamos música fuerte, cumbia, gente en la calle o pibes jugando. Pero apenas si se escucha, cada tanto, algún ladrido de perro. La quietud del barrio asombra”. Pero ahora, hay “una sensación de tensión, como si en cualquier momento fuera a explotar algo, sólo que no sabemos exactamente qué ni cuándo”.

“Entre los grupos militantes lo que hay es más que tristeza, es una sensación de duelo”, reflexiona Ferrari. Y continúa: “Una señora grande, como de unos setenta años, me dijo: hoy es la primera vez que lloro por un resultado electoral”.

También se refirió a un tema sumamente controversial, y que fue uno de los ejes de la campaña de Milei, que es la reducción del Estado, desde la cancelación de programas y subsidios sociales, hasta afirmaciones más radicales como la desarticulación de ministerios completos. “Los que trabajan en el sector público tienen miedo de lo que se van a encontrar en un par de semanas, cunado asuman las nuevas autoridades. También hablé con un pibe joven que no ve salida, no ve camino, no ve por dónde. Lo único que me tranquiliza es que no alquilo, me dijo, por los anuncios que hizo Milei sobre la derogación de la ley”, dijo el cura refiriéndose a la recientemente aprobada Ley de Alquileres. Otros de los espacios legales que los libertarios pretenden herrumbrar, es la Ley del Aborto. Así como también sobre otras temáticas vinculadas a los derechos humanos, en especial a las políticas de Estado sobre el pasado reciente, teniendo en cuenta que la vicepresidenta electa es una negacionista del terrorismo de Estado confesa.

El cura confiesa que, en su barrio, un barrio humilde, carenciado, hubo muchos que votaron a Milei. “Yo no los juzgo, estaban desesperados y creyeron, de buena fe, pero ya se les fue el entusiasmo”. Y en este sentido, la realidad del gobierno de Alberto Fernández hizo su parte en el descreimiento de los sectores populares que se vieron sin lugar a dudas traicionados. “Llegamos hasta acá, entre otras cosas, por la falta de respuesta del gobierno a problemas concretos”, dijo. Y remató: “Fuimos perdiendo nuestra capacidad de movilización, que es lo mejor que tenemos como pueblo. En parte por la pandemia, en parte por otros motivos, la verdad es que el individualismo se te va metiendo, te va ganando de a poco. Se generó una especie de espiral de aislamiento”.

Ante una situación que -a priori- parece critica, el cura redobla sus esfuerzos porque “siempre tuvimos elementos o recursos para contener a los que lo necesitaban, tanto materiales como emocionales. ¿Qué vamos a hacer cuando se terminen? Me refiero a los materiales, porque los otros hay que multiplicarlos”.

Foto: nuevodiarioweb.com.ar