Lunes 29 Abril 2024

Las autoridades investigan una posible venta al PCC o al Comando Vermelho

Escándalo en Brasil. Días atrás el Ejército reportó la detención de 17 militares apostados en el arsenal de guerra de San Pablo, luego de que se detectara el faltante de 21 ametralladoras de grueso calibre, algunas de uso antiaéreo. Pese a que se logró recuperar 17 de las piezas, las autoridades consideran que el hecho puede tener “consecuencias catastróficas”, sobre todo al suponer que las armas fueron vendidas al PCC o al Comando Vermelho, las dos bandas narcocriminales más peligrosas de Brasil.

Según se pudo reconstruir hasta el momento, luego de detectar el faltante de las armas el día 10 de octubre, las autoridades del Ejército tardaron cuatro días en comunicarlo a las autoridades civiles, lo cual amplió aún más el rango de responsabilidades. Durante ese tiempo, mantuvieron retenidos a los más de 480 soldados del batallón hasta obtener información. Luego, ya dado el aviso, la Policía Federal tomó cartas en el asunto y se ocupó de las investigaciones. Entre los detenidos hasta el momento, hay dos tenientes coroneles, un mayor y un capitán, que deberán cumplir 20 días de cárcel según el reglamento disciplinario, “por falta de conducta y error de procedimiento en los procesos de inspección y control de armas”. En paralelo, la Justicia Militar deberá llevar adelante su propia investigación. Mientras tanto, el teniente coronel Rivelino Barata de Sousa Batista, quien era el director del Arsenal de Guerra, fue destituido de su cargo de manera inmediata.

El secretario de Seguridad Pública, Guilherme Derrite, consideró que el robo tendría “consecuencias catastróficas”, de constatarse su venta a las organizaciones criminales. En este sentido es importante considerar que 13 de las armas son calibre 50, la cuales son capaces de disparar 550 balas por minuto. Este tipo de ametralladora antiaérea fue utilizada en el asalto comando donde fue asesinado el capo narco de frontera Jorge Rafaat Toumani, hacia casi siete años atrás. Los otros 7 ejemplares son calibre 7,62, similar a la que usaba Rambo en las películas. Según el periodista Javier Bonilla estas ametralladoras tienen en el mercado negro un valor entre los 30 mil y los 55 mil dólares.

Para Bruno Langeani, quien es responsable del área de Sistema de Justicia y Seguridad del Instituto Sou da Paz, es imposible “sacar media tonelada de objetos voluminosos” de un cuartel sin que nadie se dé cuenta. El especialista, en dialogo con la cadena RT agregó: “Hubo un plan con facilitación interna y un desvío hecho por encargo (…) Nadie hace un robo de ese tipo para esconder el arsenal debajo de la cama y luego comenzar a buscar en internet posibles compradores”.

Foto: amambay570.com.py