Domingo 5 Mayo 2024

Tuvieron un encuentro con el “Abuelo Francisco”, como definen los pueblos amazónicos al Papa

Que la amazonia es el pulmón verde del mundo es tema conocido. Las escuelas lo enseñan a los niños desde temprana edad. Incluso se sabe que la lucha por defender ese territorio es principalmente de los pueblos originarios.

Lo que es inusual escuchar, es que haya mujeres indígenas católicas que se encargan de evangelizar los pueblos de la zona. Está más instaurado el argumento de la enemistad entre los pueblos originarios y, sobre todo, la iglesia católica. Y más raro aún es escuchar que tres mujeres indígenas llegaron al Vaticano para tener una reunión con “abuelo Francisco”, como los pueblos amazónicos llaman al Papa.

Las líderes indígenas Patricia Gualinga de Guatemala y la hermana Laura Vicuña de Brasil, ambas vicepresidentas de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y le peruana Yesica Patiachi, vicepresidenta de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), participaron de un encuentro reciente con el público en Roma, organizado por la Pontificia Comisión para América Latina.

“Es un honor para nosotros tener aquí a estas personas que llegan de nuestra América Latina”, dijo la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, la teóloga argentina Emilce Cuda, al inaugurar el encuentro.

Los temas tratados en el encuentro.

Cómo proteger la Amazonía considerada el pulmón verde del mundo, y qué se puede hacer por los cerca de 400 pueblos indígenas que allí viven desde siempre cuya existencia está en riesgo por el avance de las empresas petroleras, leñeras, agrarias y mineras, fueron los ejes de la reunión.

“Con el abuelo Francisco hemos hablado como tema central del rol de la mujer, desde una perspectiva socio-ambiental, socio-educacional y socio-pastoral. Las mujeres, casi en el 90% de los casos, somos las que llevamos adelante la evangelización de la Iglesia en la Amazonía. Tenemos la vocación de llevar la buena noticia del Evangelio en estas zonas muy apartadas donde la Iglesia no logra llegar”, contó a Página 12 la hermana brasileña Laura Vicuña. Laura es indígena del pueblo Kariri, nació en Porto Velho, Rodesia, Brasil. Miembro de la Congregación de las Hermanas Catequistas Franciscanas, es licenciada en antropología, especialista en psicología social y tiene un máster en lingüística indígena.

Sobre la lucha que llevan los pueblos originarios para mantener y recuperar territorio agregó: “El mayor desafío que tenemos ahora es que se garantice el derecho al territorio. Otro reto que tenemos son los Estados nacionales que se alían a los grandes grupos económicos para explotar los territorios y matar la biodiversidad. Hay un tercer desafío que es la protección de los pueblos que viven en aislamiento voluntario. En la Amazonía hay más de 140 poblaciones en estas condiciones, que no han tenido ningún contacto con otra sociedad Si les quitan la tierra serán exterminados”.

Yesica Patiachi Tayori (Perú) es escritora, investigadora, pintora y educadora del pueblo Harakbut, Nació en la comunidad indígena de San José del Karene, en el departamento de Madre de Dios. Manifestó estar muy agradecida con el recibimiento en el Vaticano y por haberlas recibido como sus vestimentas. También remarcó la importancia de tener un territorio propio para los pueblos originarios: “El poblador indígena existe porque existe su territorio -continuó Yesica contando lo que también habían hablado con Francisco-. Si les quitan sus tierras, los pueblos desaparecerán. Hay muchos intereses que vienen de Europa y de otras partes que han hecho que el ecosistema de los pueblos indígenas corra riesgo. Han traído nuevos modelos de desarrollo que son un peligro. Ellos dicen por ejemplo que van a construir una carretera, pero no saben que están destruyendo la vida de los pueblos indígenas. Esos modelos se imponen, no se consultan. No se tiene en cuenta la cosmovisión de nuestros pueblos. No conozco ninguna empresa petrolera, o maderera o minera que haya trabajado con los pueblos indígenas, y que haya dejado desarrollo. Sólo destrucción. Incluso han llegado a sobornar a dirigentes a lo largo de la historia”.

Por su parte, Patricia Gualinga Montalvo, proveniente del Pueblo Kichwa de Sarayaku, de la Amazonía Ecuatoriana, es una reconocida defensora de los derechos humanos y de la casa común. En 2012 fue testigo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos de un caso histórico presentado en 2002 sobre los impactos de la explotación petrolera en su comunidad, el cual concluyó con la corte pronunciándose a favor del pueblo de Sarayaku.

¿Un nuevo genocidio?

El Congreso avanza con una ley que restringe sus territorios pero que Lula podría vetar. Brasil ocupa más del 60% del territorio amazónico.

“Si en Brasil se aprueba definitivamente esa ley y los pueblos indígenas son desplazados porque van a ser despojados de sus territorios, va a haber un genocidio de esos indígenas. Y eso será un precedente para otros países que podrían hacer lo mismo. Y sería la nueva forma para esclavizar y exterminar a los pueblos indígenas en pleno siglo XXI”, agregó Yesica en la entrevista realizada por Página/12.

El presidente Lula, que no estaría de acuerdo con la ley, al parecer podría imponer un veto, pero al no tener mayoría en el Parlamento todo se presenta más complicado.

Las líderes indígenas aclararon que en sus pueblos no hay diferencias entre hombres y mujeres. Y tampoco hay diferencia entre mujeres católicas y no católicas. Cada cual es libre de elegir la religión que quiera profesar. “La Iglesia católica ha llegado a rincones donde ninguna otra religión ha llegado. La Iglesia católica ha cometido muchos errores, pero también ha hecho muchas cosas buenas a nivel de educación y de salud. Y ahora tenemos un Papa que es aliado de los pueblos originarios de todo el mundo. Tenemos una Iglesia que es aliada, aunque hay algunos obispos que no están de acuerdo”, subrayaron.

Los derechos indígenas son anteriores a la creación de cualquier Estado o Constitución. El primer paso es respetar esos derechos, pero también crear políticas públicas de fiscalización, de salud, de educación, de sostenibilidad para los pueblos indígenas y para la protección de los bosques. Y también recordar que hay muchos indígenas amenazados de muerte por defender el territorio que también deben ser protegidos.

Foto: Página/12