La entrevista del Pontífice en Tg1
"Dos pueblos deben vivir juntos. El mayor problema es la industria de las armas"
De la preocupación derivada de la guerra en Palestina al conflicto en Ucrania, pasando por el llamamiento a deponer las armas -"la guerra es siempre una derrota"- pero también el drama de los inmigrantes, el balance del Sínodo, el papel de la mujer en la Iglesia entre las cuestiones "teológicas", gestión práctica y necesidad de renovación, advirtiendo contra los que quieren "retrocesos". El Pontífice habló con el director del noticiero de la RAI, Tg1, Gian Marco Chiocci, en una entrevista exclusiva transmitida anoche. Existe una profunda preocupación por el Medio Oriente. "Nada se soluciona con la guerra. Nada. Todo se gana con la paz, con el diálogo", afirmó el Pontífice. Según el jefe de la Iglesia Apostólica Romana "dos pueblos deben vivir juntos" y debe reafirmarse la "solución sabia: dos pueblos, dos Estados", según el Acuerdo de Oslo, es decir, dos Estados y Jerusalén con un status especial.
Bergoglio reiteró que el problema de esta humanidad, con todas las guerras que han estallado desde la posguerra, es la industriaarmamentista. "El problema más grave hasta ahora es la industria armamentista. Una persona que entiende de inversiones que conocí en una reunión me dijo que hoy las inversiones que más ingresos generan son las fábricas de armas. La guerra en Tierra Santa me da miedo".
El mayor peligro de esta sucesión de conflictos en todo el mundo, subraya el papa Francisco, es que la opinión pública se acostumbre a las guerras. Y recuerda las dificultades que vivió al inicio de su pontificado: "Recuerdo un momento muy duro al inicio de mi pontificado, cuando la guerra estalló con tanta fuerza en Siria y realicé un acto de oración en la plaza donde rezaron juntos cristianos y musulmanes, que habían traído la alfombra para las oraciones. Este momento fue muy duro. Para mí es algo malo, muy malo, no es lindo decir esto, pero uno se acostumbra, lamentablemente uno se acostumbra. Y no debemos acostumbrarnos". Cuando se le pregunta sobre el miedo a una escalada global, responde: "Sería el fin de muchas cosas y de muchas vidas. Espero que la sabiduría humana detenga lo que está pasando. Sí, existe la posibilidad, pero a nosotros esta guerra nos afecta por lo que significa Israel, Palestina, Tierra Santa, Jerusalén, pero Ucrania también nos afecta porque está cerca. Pero hay muchas otras guerras en el mundo que no nos afectan: Kivu, Yemen, Myanmar. O la de los rohingya, que son mártires. El mundo está en guerra, pero detrás está la industria de las armas".
Su potente llamamiento vuelve a ser por la Paz: "¡Deténganse! Deténganse un rato y busquen un acuerdo de paz, los acuerdos son la verdadera solución", dijo. También está en primer plano la cuestión de los flujos migratorios, el papel fundamental de Europa para ayudar a los países de primera llegada de los inmigrantes, la emergencia climática y su llamamiento para frenar el cambio climático: el Santo Padre irá a Dubai para la COP 28. "Creo que iré del 1º al 3 de diciembre. Me quedaré allí tres días", dijo, señalando los pasos atrás dados por todos después de París (el mejor encuentro sobre el cambio climático).
Pero también dio una respuesta a quienes lo acusan de ser un Papa "de izquierda": "La verdadera calificación es: ¿es coherente o no lo es?". Dijo Francesco. Luego tuvo un recuerdo para el papa Benedicto XVI y para el trabajo que hoy está realizando, iniciado por Joseph Ratzinger. También hubo espacio para la vida privada del Santo Padre: el momento más difícil del pontificado, su estado de salud, su vida de niño, y también su prometida, antes de tomar los votos, que luego se convirtió en mujer y madre rodeada de sus hijos y su marido. Y también un momento de nostalgia por el mar que ama Francisco pero que hace mucho tiempo no visita.
Foto: Antimafia Duemila