El pontífice ruega a la Virgen María: "Enséñanos a acoger y valorar la vida y a repudiar la locura de la guerra"
"En estos tiempos desgarrados por los conflictos y devastados por las armas", el Papa Francisco dirigió una oración a María para que conceda "una mirada de misericordia a la familia humana, que ha perdido el camino hacia la paz, que ha elegido a Caín en lugar de Abel y, perdiendo el sentido de fraternidad, no encuentra la atmósfera del hogar". Lo hizo en su oración pronunciada en la Basílica Vaticana, durante la Oración por la Paz, con el rezo del Rosario y la Adoración Eucarística, anunciada en los últimos días. "Intercede por nuestro mundo en peligro y en confusión -añadió Francisco en su oración mariana- ¡Enséñanos a acoger y cuidar la vida, toda vida humana! Y a repudiar la locura de la guerra, que siembra muerte y borra el futuro". El papa Bergoglio habló de "una hora oscura" para la humanidad, y le pide a la "Reina de la Paz" que ayude a "muchos de sus hijos probados por los conflictos y angustiados por las guerras que desgarran el mundo". "Sacude el alma de quienes están atrapados por el odio, convierte a quienes alimentan y fomentan los conflictos. Seca las lágrimas de los niños, asiste a los que están solos y a los ancianos, apoya a los heridos y a los enfermos, protege a quienes han tenido que abandonar su tierra y sus seres más queridos, a sus afectos, consuela a los descorazonados, despierta la esperanza", fue la oración del Papa Francisco, que luego "consagró" a toda la Iglesia a la Virgen, para que "sea signo de concordia e instrumento de paz" en los países en guerra en el mundo. "Tú, aurora de salvación, abres destellos de luz en la noche de los conflictos. Tú, morada del Espíritu Santo, inspiras caminos de paz a los líderes de las naciones. Tú, Señora de todos los pueblos, reconcilias a tus hijos, seducidos por el mal, cegados por el poder y el odio -siguió diciendo el Papa Francisco en su discurso- Tú, que estás cerca de cada uno, acorta nuestras distancias. Tú, que tienes compasión de todos, enséñanos a cuidar de los demás. Tú, que revelas la ternura del Señor, haznos testigos de su consuelo. Tú, Reina de la Paz, derrama en los corazones la armonía de Dios". El momento de oración y ayuno fue anunciado por el Papa Francisco al final de la audiencia general del miércoles 18 de octubre. El Papa presidió ayer el servicio mariano dirigiéndose a un ícono de la Virgen colocado cerca del altar.