La voz profunda. Los ojos curiosos de quien, ante los grandes misterios de la historia de nuestro desgraciado país, no se conforma con verdades convenientes. La capacidad de hacer las preguntas correctas. Sin florituras ni retórica. Cuánto falta le hace Andrea Purgatori al periodismo actual.
Durante el programa del canal La7, "In Onda", su hijo Edoardo y el director del diario Corriere della Sera, Luciano Fontana, volvieron a recordarlo.
Una oportunidad para hablar de la publicación del libro "Quería ser periodista-periodista" (Ed. Solferino).
La publicación recoge testimonios de varios periodistas con los que compartió caminos y pensamientos, como Tiziana Ferrario, Saverio Lodato, Enrico Mentana, Sigfrido Ranucci, Andrea Salerno y Fiorenza Sarzanini.
"Si alguien hace bien su trabajo, se pueden producir cambios -recordó ayer Edoardo- y esto me enorgullece. Llegado un momento el muro de goma se derrumbará".
A lo largo de los años hubo muchos "muros de goma" contra los que siempre ha luchado su padre, un periodista serio.
Empezando por el que siempre rodeó la verdad oculta del histórico derribo del DC9 que explotó en Ustica el 27 de junio de 1980.
Según Purgatori, detrás de ese crimen había "una verdad indescriptible" oculta detrás de desvíos estatales. En sus investigaciones, señaló a Francia que, en su opinión, pretendía matar al dictador libio Muammar Gaddafi, y destacó la existencia de "un pacto en torno a un chantaje basado en la amenaza (la vergüenza) de verse obligado a declarar la incapacidad del Estado para garantizar la soberanía nacional, y por tanto la seguridad de nuestro espacio aéreo, y de la dependencia político-militar de otros Estados, aliados o enemigos (pero socios comerciales indispensables) respecto de los cuales manteníamos una actitud de gran ambigüedad, jugando como siempre en varias mesas".
Purgatori denunció años de silencio, reconstrucciones falsas, desvíos por parte de hombres del Estado, militares y políticos.
Durante mucho tiempo cubrió terrorismo, inteligencia y crímenes para el Corriere della Sera.
Profesor de guión, asesor de autores, entre sus últimos trabajos hay que recordar necesariamente su participación como protagonista, junto a Pietro Orlandi, en la serie documental "Vatican Girl", transmitida por Netflix, sobre el caso de Emanuela Orlandi.
Un caso al que también se dedicaba en cuerpo y alma y en el que había profundizado en el programa de La7, Atlantide, del que era autor y presentador.
Precisamente en Atlantide dedicó varios especiales a temas incómodos como la Tratativa Estado-Mafia, los autores intelectuales externos de las masacres de 1992 y 1993, la masacre y desvío estatal de via d'Amelio, la fuga del jefe de Trapani, Matteo Messina Denaro (detenido después de treinta años el 16 de enero del 2023 y fallecido en el pasado mes de setiembre).
Se ocupó del ataque al magistrado Nino Di Matteo, de quien el propio Messina Denaro dijo que debía ser asesinado porque "había ido demasiado lejos".
No es posible olvidar la larga entrevista "cara a cara" para hablar sobre la Reforma de la Justicia de Cartabia y de los Sistemas de Poder, que contó también con la intervención del escritor y periodista Saverio Lodato.
O el episodio dedicado a la memoria de Giovanni Falcone, asesinado en Capaci el 23 de mayo de 1992, en el que el propio Lodato reveló por primera vez que el juez, cuando habló de "mentes refinadísimas" en la histórica entrevista concedida al diario L'Unità después del fracaso del atentado en Addaura, se refería al exalto funcionario del SISDE, Bruno Contrada.
A nosotros nos gusta recordar a Purgatori con sus propias palabras.
Aquellas que escuchamos la última vez que nos reunimos en Roma, con motivo de la presentación del libro de su amigo y colega Saverio Lodato, El pacto sucio y el silencio (Ed. Chiarelettere), escrito junto con Di Matteo, magistrado.
En aquella ocasión Purgatori lanzó un mensaje de esperanza a todos aquellos que buscan la verdad sobre las masacres de la mafia de 1992 y 1993 y todos los demás acontecimientos oscuros que han caído en el olvido.
"Este escenario es especial -dijo Purgatori en el teatro Garbatella de Roma- porque hace más de diez años vine aquí para hablar y tratar de ayudar a la familia de Cucchi y Aldrovandi. Mucho antes hubo algún arrepentido que finalmente logró abrir una manera de explicar lo sucedido. Eran pocas personas, pero la energía positiva que esas pocas personas lograron transmitir en su compromiso civil, pero sobre todo en su pedido de verdad y justicia, lograron que esas dos familias, a pesar de la tragedia de la desaparición de los dos niños, encontraran la respuesta a las preguntas que se planteaban y que eran absolutamente legítimas".
"Y les digo -concluyó el periodista- que hasta que logremos encontrar las respuestas que buscamos, seguiremos golpeando con el martillo para intentar abrir un camino y traer a casa la verdad".
Así era Andrea Purgatori: un Periodista-Periodista que buscaba la verdad.
Foto de portada: Antimafia Duemila
Foto 2: los restos del DC9 que explotó en Ustica el 27 de junio de 1980 / Imagoeconomica
Foto 3: Emanuela Orlandi
Foto 4: Andrea Purgatori con Nino Di Matteo / Imagoeconomica