Jueves 9 Mayo 2024

"Querida Marina, Pier Silvio, Barbara y Eleonora –escribe Silvio Berlusconi el 19 de enero del 2023, olvidando en forma extraña al menor de sus hijos, Luigi– me voy a San Raffaele. Si no regreso, tengan en cuenta lo siguiente: de la herencia de todos mis bienes deben reservar estas donaciones". Luego da tres nombres y cifras: "A Paolo Berlusconi 100 millones, a Marta Fascina 100 millones y a Marcello Dell'Utri: 30 millones de euros". Esta es solo una parte del último testamento del expresidente del Gobierno, redactado en quince líneas bajo el modo de "testamento ológrafo". Esta disposición se agrega a los documentos anteriores firmados el 2 de octubre del 2006 y el 5 de octubre del 2020, entregados al histórico notario Arrigo Roveda.

Ese legado de treinta millones de euros que Berlusconi le deja Marcello Dell'Utri (a todos los efectos un hombre de la mafia, condenado a siete años de cárcel por concurso externo en asociación mafiosa) habla de un vínculo indisoluble que va más allá de la amistad.

Sus nombres están vinculados a los negocios (desde los albores de Edilnord, la empresa de la que nació Milano 2, hasta Publitalia), en la política (juntos fundaron el partido Forza Italia) y en la relación con Cosa Nostra, que va mucho más allá del mozo de cuadra, Vittorio Mangano, en Arcore.

Un vínculo que se consolida también en las investigaciones que los vieron involucrados en forma conjunta, como las realizadas en el pasado en Caltanissetta por las masacres de 1992 (luego archivadas) y la que sigue abierta en Florencia (aunque respecto a Berlusconi se cerrará en virtud de su muerte), como autores intelectuales externos de las masacres de 1993.

Como escribimos el día de la muerte de Berlusconi, no podemos olvidar las muchas sombras que pesan sobre los dos y que van acompañadas de las verdades de las sentencias.

Que Dell'Utri, durante dieciocho años, de 1974 a 1992, fuera el garante "decisivo" del acuerdo entre Berlusconi y Cosa Nostra, está sancionado por la sentencia firme de 7 años de cárcel, aplicada al exsenador por concurso externo en asociación mafiosa.

Un rol, el de Dell'Utri, como dicen los fundamentos de la sentencia, que era "importante para ambas partes: la asociación mafiosa, que recibía un flujo constante de significativo enriquecimiento; y el empresario Berlusconi, que estaba interesado en preservar su esfera de seguridad personal y económica".

El legado de Berlusconi a DellUtri 3

Muchos detalles relativos a este tema constan en un especial de dos partes que invitamos a nuestros lectores a leer nuevamente, en el que se pueden encontrar evidencias claras de las relaciones que estos dos personajes, Berlusconi y Dell'Utri, mantuvieron con Cosa Nostra.

Los juicios dieron por probado el encuentro que tuvo lugar en 1974 entre Silvio Berlusconi, de treinta y ocho años, y el "príncipe de Villagrazia" Stefano Bontate, entonces jefe indiscutible de la mafia palermitana y miembro de la Cúpula. Los detalles de ese día los contó el colaborador de justicia Francesco Di Carlo (ya fallecido) que fue testigo ocular y participó junto a Mimmo Teresi y Gaetano Cinà.

También trascendió en forma cierta que luego de esa cita con los líderes de Cosa Nostra, Mangano llegó a Arcore, a la vez que comenzaba la serie de pagos a Cosa Nostra.

También sucedió que, después de esa reunión, el imperio de Berlusconi se expandió rápidamente y nunca se esclareció del todo el origen de ciertos flujos de dinero que fueron a parar a sus empresas.

Elementos que hacen probable la hipótesis, aunque no sea procesalmente demostrable, de que una gran parte del patrimonio de Berlusconi se construyó con el dinero de la mafia siciliana.

En los últimos años, los informes de la DIA (Dirección de Investigaciones Antimafia) y de la Guardia de Finanzas referentes a las decenas de millones de euros, entregados en calidad de regalo o préstamo, por Berlusconi a su querido amigo Marcello Dell'Utri, no han sido suficientes para determinarlo.

Los pagos continuaron, incluso durante la detención de Dell'Utri, con transferencias a uno de los hijos de este último o a su esposa.

Transferencias de dinero que la Corte de Palermo, hace un año, definió como "sospechosas" al no compartir (y por tanto rechazar el pedido de la fiscalía de embargar los bienes y los de su familia al exsenador de Forza Italia), la idea de que podría ser el resultado de un potencial chantaje a Berlusconi, a la luz de su papel de mediador en las relaciones con la mafia al comienzo de Fininvest, o con respecto al nacimiento de Forza Italia y los acuerdos políticos.

La posibilidad de que detrás de los pagos "en realidad haya una especie de chantaje tácito, pero bien conocido por todos" se planteó más recientemente en otro informe de la DIA de Florencia entregado a la Fiscalía, que analiza los pagos recibidos por Dell 'Utri.

Un informe en el que se dice que la continuidad está "ciertamente ligada a un reconocimiento, incluso moral, al cumplimiento de una deuda no escrita, referida al último período", debida a Dell'Utri "por haber pagado un precio relacionado con la prisión, dejando al margen la participación de terceros".

De los documentos adquiridos en Florencia también se desprendería que las costas judiciales de los juicios de Dell'Utri fueron pagadas por Berlusconi.

"La defensa del exsenador debe ser cuidadosa y puntual, al igual que la defensa de Forza Italia y de Silvio Berlusconi y por tanto él debe hacerse cargo de ella. No contribuyendo a los gastos, sino asumiéndolos todos", dicen los investigadores.

El legado de Berlusconi a DellUtri 2

Además, el informe hace referencia a una conversación entre el mismo exsenador Dell'Utri y Alfredo Messina, tesorero de Forza Italia.

Según los analistas de la DIA, de la misma emerge que "las solicitudes de Dell'Utri también tienen la función de recordar de forma encubierta, por ejemplo, que pagar a sus defensores también significa pagar por la defensa de Berlusconi y de Forza Italia, como si quisiera decir que, por el contrario, podría haber peligros para el exprimer ministro".

Al mismo tiempo también se reportaron algunas escuchas de Miranda Ratti, esposa del exsenador, la que, según la DIA, "se cree portadora, y dueña, de derechos económicos reales hacia Berlusconi", dando a entender de alguna manera "que la deuda con ellos sigue abierta".

Tal vez ahora se pueda decir que la "deuda" entre Silvio Berlusconi y el mafioso Marcello Dell'Utri está saldada.

Aunque todo deba probarse, sigue siendo fuerte la sospecha de que detrás de las reiteradas aportaciones económicas a Dell'Utri, a las que se suma el "legado testamentario", haya algo más.

¿Qué pasaría si este dinero transferido no fuera más que el "interés" anual acumulado a favor de Cosa Nostra, por los préstamos otorgados originalmente al empresario Berlusconi?

Es cierto que según se desprende de los juicios "nunca se dijo que Dell'Utri hubiera facilitado de ningún modo el blanqueo de capitales ilícitos en las actividades de Berlusconi".

Sin embargo, en los últimos años, diversos colaboradores de justicia han contado la relación de ambos con la mafia.

Más recientemente, el jefe de las masacres, Giuseppe Graviano, también se refirió a los negocios que supuestamente hizo su familia con Berlusconi, afirmando que tuvo reuniones (al menos tres) durante su fuga.

¿Verdadero? ¿Falso? Las investigaciones de los órganos judiciales deberán determinarlo. 

Como las que está realizando la fiscalía de Florencia sobre la supuesta existencia de una foto que retrataría a Berlusconi, al general Delfino y al propio Graviano sentados a la misma mesa.

Una toma que habría sido mostrada al periodista Massimo Giletti por Salvatore Baiardo, cómplice histórico de los hermanos Graviano. Un asunto sobre el que se mantiene una máxima reserva. Mientras tanto, analizando la historia, aunque el ex primer ministro nunca haya sido procesado, para nosotros sigue siendo probable que Berlusconi y la mafia hayan sido "socios comerciales".

La muerte de Berlusconi, sin perjuicio del respeto a la misma y a la oración de los creyentes cristianos, no cierra la partida. Ya lo hemos dicho antes.

Antes de su muerte, junto con Dell'Utri, a quien le deseamos una larga vida, fue investigado en varias causas relacionadas con hechos mafiosos y de las masacres, que fueron cerradas, por el archivo o por extinción del delito.

Ambos fueron investigados, con indicios probatorios relevantes, como autores intelectuales de las masacres más sangrientas de la historia de nuestra República. Si se llega a un juicio y a una posterior sentencia definitiva, significaría que una parte de la historia empresarial, política y social de Italia ha sido fuertemente condicionada (cuando no gestionada) por la mafia, y que este personaje (Berlusconi) exaltado con funerales de Estado y luto nacional, sería comparable (si no peor, dado el engaño perpetrado sobre el pueblo italiano) a verdugos como Hitler o Mussolini.

Foto: Realización gráfica de Paolo Bassani
Foto 2: Marcello Dell'Utri y Silvio Berlusconi © Imagoeconomica
Foto 3: Los hermanos Filippo y Giuseppe Graviano