Viernes 10 Mayo 2024

Reverberi escapó de la justicia argentina en el 2011. Según el ministro, no puede ser extraditado por motivos de salud, a pesar del dictamen contrario de una pericia y de los jueces

El ministro de Justicia, Carlo Nordio, rechazó el pedido de extradición del sacerdote católico Franco Reverberi, cerrando así la puerta al pedido de la Argentina, que desde hace al menos 12 años quiere juzgarlo por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar encabezada por Jorge Rafael Videla.

Reverberi, originario de Sorbolo, un pequeño pueblo de Emilia-Romaña, es sacerdote de la diócesis de Parma desde hace años y debe responder de varios crímenes cometidos en Argentina en 1976, concretamente en el centro clandestino de tortura y exterminio conocido como Casa Departamental, en San Rafael, en el sur de la provincia de Mendoza. Entre ellos, el asesinato en 1976 del militante peronista José Guillermo Berón, de 25 años, aún desaparecido. Reverberi, que en ese momento era capellán del centro clandestino de detención, también está acusado de haber presenciado numerosas torturas a las que fueron sometidos los prisioneros del régimen de Videla antes de ser asesinados y desaparecidos.

Según la documentación aportada por las autoridades argentinas, el sacerdote, "que ya había servido en las fuerzas militares anti subversión, formaba parte constantemente de los grupos de militares dedicados a las torturas denunciadas por las víctimas sobrevivientes, presenciando las mismas, incluso las más brutales y mortales, invitando a las víctimas a 'colaborar' con las fuerzas armadas 'para el alivio espiritual' (los testigos lo recuerdan vestido de soldado con la Biblia en la mano y el arma en la funda)". Sobre este punto, añadieron los investigadores argentinos, el capellán "nunca habría dado, sin embargo, ningún 'alivio espiritual' y por tanto no desempeñó ninguna función propia de su aparente papel". En la primavera del 2011 fue citado por el fiscal federal de Mendoza, pero para entonces Reverberi -que siempre se declaró inocente- había huido a Italia, a Sorbolo, donde nació en 1937 y donde, al menos hasta hace unos meses, celebró misa, bautizó a recién nacidos y unió en matrimonio.

El proceso judicial

En el 2012, Interpol emitió una orden de búsqueda en su contra, mientras que la solicitud de extradición presentada por Argentina, por no existir entonces el delito de tortura en el código penal italiano, que fuera introducido recién en el 2017, fue rechazada por primera vez por el Tribunal de Apelación de Bolonia en 2013 y luego por el Tribunal de Casación, en el 2014. En octubre del 2020, sin embargo, se presentó una nueva solicitud de extradición contra el sacerdote, nuevamente rechazada por el Tribunal de Apelación de Bolonia el 17 de marzo del 2021 por "falta de indicios graves de culpabilidad por los delitos de asesinato y tortura agravados por la muerte de José Guillermo Berón y la prescripción, según la ley italiana, de los restantes cargos". El tribunal se había remitido, en parte, a las conclusiones de sentencias anteriores.

Por ello, la República Argentina, junto con la fiscal general adjunta Francesca Ceroni, interpuso un recurso de apelación ante la Casación solicitando la nulidad de la sentencia impugnada. El recurso fue ganado el 30 de junio del 2022. La sexta sección penal, presidida por Anna Criscuolo, anuló la suspensión de la extradición del ex capellán y ordenó su remisión a otra sección del Tribunal de Apelación de Bolonia. El 10 de julio del año pasado la Corte de Apelaciones hizo lugar a la extradición de Reverberi y Casación, en octubre pasado, reconociendo los argumentos del abogado Arturo Salerni, letrado de la embajada argentina en Italia, dio luz verde a la extradición, confirmando la decisión de los jueces de Bolonia y desestimando el recurso presentado por la defensa del sacerdote.

Desaparecidos en Italia Nordio niega extradicion del sacerdote acusado de tortura y homicidio 2

Las valoraciones de la Corte de Casación

En cinco páginas, los jueces del Tribunal Supremo subrayaron la existencia de "la gravedad de los indicios", señalada en el recurso, "de las acusaciones relativas a los delitos de tortura contra otros nueve presos además de Berón. Los crímenes cometidos contra este último -dicen- formaban parte de un sistema serial de torturas, tipificadas como crímenes de lesa humanidad, llevadas a cabo contra disidentes políticos del régimen militar entonces en el poder en Argentina, llevadas a cabo dentro de una estructura penitenciaria utilizada para tal fin y en cuyo interior se encontraba el hoy extraditado, hombre que desempeñaba funciones de capellán militar y que se suponía había favorecido las acciones de los militares".

Los testimonios recogidos de ex detenidos "se consideraron adecuados para identificar a Reverberi como participante en las torturas, de las que a veces presenció, aunque no participó personalmente". El último aspecto, examinado por la Corte de Casación, se refiere a las condiciones de salud del sacerdote que, si se hubieran considerado precarias, habrían salvado a Reverberi de ser entregado a las autoridades argentinas. El ex capellán, en efecto, tiene 87 años y ha padecido varios problemas cardíacos. Para superar este impasse, se ordenó un informe médico para constatar la posibilidad de que Reverberi afronte el proceso de extradición sin complicaciones para su salud, a partir del viaje en avión interoceánico. El pasado 27 de abril, el informe elaborado por una junta médico legal y presentado ante la Corte de Apelaciones determinó que "las actuales condiciones de salud de don Franco Reverberi son compatibles con el traslado a Argentina". Luego, el Tribunal de Apelación confirmó la extradición y en diciembre la Corte de Casación compartió las valoraciones de los jueces boloñeses. El ministro Nordio tenía 45 días para confirmar o denegar la decisión de los jueces. Hoy se conoció la amarga sorpresa para los numerosos familiares de desaparecidos: la solicitud de extradición fue rechazada, Reverberi permanecerá en Italia.

El tecnicismo de Nordio

El tecnicismo que llevó al Guardasellos a rechazar la solicitud de extradición tiene que ver con la salud de la persona extraditada. "La avanzada edad de la persona y sus condiciones de salud son requisitos personales que justifican el ejercicio del derecho de denegación", dice el documento que rechaza la extradición. En particular, "de la documentación sanitaria contenida en el expediente de extradición se desprende claramente el carácter crítico del estado general de salud de Reverberi, quien padece diversas patologías cardíacas y factores de riesgo cardiovascular, al haber sido portador desde el 2016 de un cuadro isquémico postinfarto y de un estado de descompensación cardiocirculatoria, que lo obligó a someterse a una revascularización miocárdica quirúrgica y posterior rehabilitación cardiovascular en el hospital, durante la cual experimentó un episodio de insuficiencia cardíaca congestiva".

En definitiva, para Nordio, más allá de la indudable gravedad de los hechos delictivos a los que se refiere la solicitud de extracción, "el traslado aéreo sólo debe realizarse si va acompañado de una serie de precauciones muy difíciles de aplicar conjuntamente en la práctica y en cualquier caso inadecuado para garantizar el estado de salud de Reverberi. El procedimiento global podría tener consecuencias desastrosas para el sujeto, incluso después del traslado al país extranjero y del inicio de la condición carcelaria a la que será sometido". La conclusión que justifica, por tanto, el rechazo de la solicitud de extradición es que "debe considerarse el impacto médico-legal global del procedimiento sobre las ya precarias condiciones de salud de Reverberi, debido también a su edad extremadamente avanzada y a la consiguiente probabilidad de no regresar nunca al territorio italiano, impacto que provocaría un estrés psicológico importante que podría integrar un factor de riesgo adicional en relación con las patologías cardiológicas comprobadas que lo afectan". Según la organización sin fines de lucro 24Marzo, que se ocupa de llevar adelante los procesos relacionados con los desaparecidos en Italia, además de ser un portal de documentación sobre los crímenes de las dictaduras latinoamericanas, el ministro Nordio, no obstante, sus facultades, ha superado las evaluaciones médicas recogidas en la sentencia de los jueces de Bolonia y compartidas por la Corte Suprema de Casación. Los motivos esgrimidos por el Guardasellos, según Jorge Ithurburu, presidente de la organización sin fines de lucro 24Marzo, son "un pretexto. Nordio dice que hay un tema médico, pero el mismo ya fue examinado y resuelto". La suya, añadió, "es una consideración política".

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Aut dedere aut judicare

La audiencia ante la Corte de Apelaciones de Bolonia para revocar la medida que aún pesa sobre Reverberi, con la obligación de presentarse a la policía judicial en la estación de Carabineros de Sorbolo Mezzani, solicitada por el Guardasellos y la fiscalía general tras la emisión del decreto que deniega la extradición, fue fijada para el 19 de enero próximo.

Por otra parte, Argentina podría apelar al TAR de Roma. Pero se trata de un proceso que difícilmente verá la luz dado el nuevo gobierno de Javier Milei, que no ha ocultado entre sus miembros la nostalgia por los años de dictadura. "Además -explica la organización sin fines de lucro- sería un recurso de un Estado extranjero contra un gobierno amigo, y esto no suele hacerse en la diplomacia". Sin embargo, razona Ithurburu, dado que se reconoce la responsabilidad de Reverberi en el asesinato de José Guillermo Berón por parte de todos los jueces italianos, y no sólo por las autoridades argentinas, se podría proceder con el principio jurídico internacional de aut dedere aut judicare -esto es extraditar o juzgar- según el cual el Estado, en cuyo territorio se refugia una persona culpable de delitos graves, si no permite la extradición solicitada por otro Estado, está obligado a juzgar al prófugo en su propio territorio. Por tanto, se podría abrir el caso contra Reverberi en Italia. Bastaría con presentar una denuncia. Sobre este punto, Ithurburu afirmó que "Berón tiene dos hermanos y una sobrina que podrían presentar una denuncia en el consulado italiano en Mendoza. Además, habría dos testigos que recuerdan haber visto a Reverberi antes y después de que asesinaran a Berón". Si se presenta una denuncia, ésta deberá ser recogida por la Fiscalía de Parma, que a su vez deberá remitirla al ministro Nordio, quien deberá autorizarla, ya que se trata de un delito cometido en el extranjero. En tal caso, la decisión sobre Reverberi volvería a manos del ministro. En ese momento se sabrá si Carlo Nordio realmente quiere hacer justicia a los familiares de quienes, en la Casa Departamental, fueron torturados bajo la mirada del capellán.

Fotos: © Imagoeconomica

Foto 2: Carlo Nordio, ministro de Justicia

Foto 3: el presidente de 24Marzo Onlus, Jorge Ithurburu