Viernes 17 Mayo 2024

La Legislatura Porteña sería escenario de un lacerante evento convocado por Victoria Villarruel

Sería para homenajear a los genocidas de la dictadura militar, empresarial y eclesiástica

Rechazo y repudio frontal, a un acto, con sabor a homenaje a las “víctimas del terrorismo” -entendiendo que los terroristas fueron los movimientos guerrilleros y todos los partidos o agrupaciones, y personas,  que a conciencia y valerosamente resistieron la dictadura militar, cívica y eclesiástica en la Argentina- que está previsto para este lunes 4 de setiembre, a las 17 horas, en el Salón Dorado de la Legislatura Porteña, de la calle Perú, convocado por la diputada Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta, en la fórmula con Javier Milei. Un acto bochornoso que se burla de las verdaderas víctimas del terrorismo de Estado, el único terrorismo que ha sido considerado -ajustado a derecho- por los Tribunales Judiciales Penales en toda la Argentina, dictándose condenas -por delitos de lesa humanidad, desaparición forzada, torturas, robo de bebes y violencias represivas- a militares de las tres armas, policías y empresarios, en democracia.

Rechazo y repudio frontal de parte personas y organizaciones, con expresiones, reflexiones y comunicados, direccionados a la resistencia y a la denuncia, de un evento patético, provocador y antidemocrático.

“Ese acto es una forma de poner en peligro los acuerdos básicos que lograron las distintas fuerzas democráticas. Quiero expresarle mi más profunda preocupación por este acontecimiento, ya que pone en peligro acuerdos básicos alcanzados por la mayoría de las fuerzas políticas con representación parlamentaria y contradice los posicionamientos históricos que cada año esta Legislatura renueva, en referencia a la última dictadura cívico-militar acontecida en nuestro país entre 1976 y 1983”, escribió Victoria Montenegro (presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, de la Legislatura Porteña e hija de desaparecidos) en una carta dirigida al vicepresidente Primero de la Legislatura, Emmanuel Ferrario, solicitándole tome medidas.

“No es un homenaje, es una reivindicación de la dictadura. Resulta una verdadera provocación que en la Legislatura se realice una actividad para reivindicar y promover la impunidad de los crímenes más atroces del terrorismo de Estado”, afirmó públicamente la legisladora Alejandrina Barry del PTS/FIT-U, hija de desaparecida, pidiendo que se suspenda el acto.

“Estamos en presencia de un acto político reaccionario en defensa de los genocidas de la dictadura y el terrorismo de Estado”, escribió Gabriel Solano, del PO-FIT-U, en una nota dirigida a la Legislatura Porteña. 

“Es otra acción más de este grupo tan identificado con la dictadura, desde que están sentados en La legislatura, cada 24 de marzo no acompañan el documento consensuado con los otros bloques políticos donde se repudia el golpe de Estado. Y cuando vos no repudias los crímenes de lesa humanidad que se cometieron en ese tiempo es porque decidís avalarlos”, sostuvo con preocupación el legislador del FDT, Claudio Morresi e integrante Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, cuyo hermano fue secuestrado a los 17 años por un grupo de tareas.

"Podemos afirmar que Victoria Villarruel es una hija obediente del genocidio, que obedece los mandatos filiatorios de lealtad familiar que perpetúan el silencio y justifican los crímenes. Tan grave como eso, es que desde su posición dirigencial promueva políticas de odio que pueden resultar en hechos dramáticos en el futuro inmediato. En Historias Desobedientes afirmamos que los familiares de genocidas, como parte de una sociedad comprometida con los Derechos Humanos, tenemos la obligación y el deber ético y social de repudiar los crímenes de lesa humanidad que han cometido nuestros familiares. Nuestra existencia es posible gracias a una construcción social que entiende que el Estado debe proteger y garantizar los Derechos Humanos y no violarlos. Nuestros familiares – muchos de ellos juzgados y condenados-, torturaron, secuestraron, asesinaron y desaparecieron personas, también se han apropiado de cientos de bebés a quienes las Abuelas siguen buscando", tal el comunicado de Historias Desobedientes, que agrupa a familiares de genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

"Decimos que no hubo dos demonios y el único terrorismo fue el que llevó adelante el Estado genocida. Exigimos que se adopten todas las medidas necesarias para evitar que esa provocación se materialice, que no sólo niega y falsea la verdad histórica sino que ofende la memoria colectiva, y demandamos que las autoridades y el pleno de ese cuerpo legislativo, como de todo el arco político, las organizaciones sociales, estudiantiles y sindicales, que efectivamente aspiran a consolidar el estado de Derecho y la Democracia, que tanto nos costara recuperar, se expresen en idéntico sentido", dice textualmente el comunicado firmado por Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Fundación Memoria Histórica y Social Agentina, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, la APDH La Matanza, la Comisión Zona Norte, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH) y la Asociación Buena Memoria.

"Hace muchos años que las Madres reivindicamos no solo la memoria de los desaparecidos, sino también sus luchas y sus objetivos políticos", sostuvieron voceros de la Asociación Madres de Plaza de Mayo calificando el evento como “una ofensa a la memoria histórica en un sitio clave para la democracia, como lo es la Legislatura porteña”.

“Es un acto de promoción de olvido y la reivindicación del terrorismo de Estado. Una institución de la democracia (NdR, refiriéndose a la Legislatura Porteña) no puede tolerar discursos ni actos negacionistas ni de odio. Este tipo de acciones exceden el límite de los consensos democráticos de nuestro país, reconocidos en el mundo", afirmaron desde H.I.J.O.S Capital.

“Nos declaramos en estado de alerta y movilización”, fue el pronunciamiento de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina, filial Ciudad.

"A 40 años de la vuelta de la democracia resulta alarmante la proliferación de discursos negacionistas provenientes de ciertos sectores políticos con aspiraciones presidenciales”, se dijo desde la Intersindical de Derechos Humanos, que integran la CGT y las dos CTA.

"Repudiamos la apología del delito y hacemos pública nuestra honda preocupación frente al avance de este tipo de actos que reactualizan lo peor de la metodología de etapa más oscura de la historia", dice el texto firmado por Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Ana María Careaga, Stella Calloni, Irma Medina y Lita Stantic.

"El único sentido que tiene esto es provocar. Villarruel visitaba genocidas, ¿ahora quiere visitar la Legislatura para contarlo?", se preguntó, en redes sociales, la diputada nacional Myriam Bregman, apuntando contra Villarruel por el encuentro que organiza: "El único sentido que tiene esto es provocar. Villarruel visitaba genocidas, ¿ahora quiere visitar la Legislatura para contarlo?".

Victoria Villarruel, que es hija del teniente Coronel Eduardo Marcelo Villarruel -quien se jactaba por haber hecho parte de la lucha contra la subversión en los ámbitos rural y urbano- y que es sobrina de Ernesto Guillermo Villarruel (que oportunamente fue detenido por orden del juez Daniel Rafecas por su actuación en el centro clandestino denominado Vesubio, siendo luego separado del proceso por su quebranto de salud), cuando convoca a este acto homenaje, se abraza a la unilateralidad más reaccionaria y más rancia, de forma burda y grosera, con el ímpetu de una mujer que siendo además abogada, mancha la esencia de su profesión -la mansilla alevosamente- con la puesta en práctica de un sentimiento antidemocrático que le sale desde las profundidades de su ser, y la convierte en uno de los emblemas más descarados del fascismo que ultraja, desangra, y asesina, todas las ideas que se le oponen a su paso, mutilando esperanzas y todos y cada uno de los caminos extendidos hacia una convivencia humana en paz y en democracia.

Victoria Villarruel, hoy por hoy, candidata a la vicepresidencia en yunta con Javier Milei, a la cabeza de esta muy pesada convocatoria en la Legislatura Porteña, dentro de un contexto social, político, y económico de catástrofe, en el hermano país, era la bolilla que le faltaba a los argentinos.

Victoria Villarruel, una archiconocida mujer militante pro impunidad, y militante desde hace años por defender a los genocidas, como Rafael Videla, Miguel Etchecolatz, entre otros, reivindicando, además, haciendo parte de organizaciones varias, todas las acciones represivas de la dictadura militar. Una fundamentalista del terror, a la hora de presidir el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), y al momento en que, como máxima dirigente de esta organización, convocó a un acto, nada más ni nada menos que en la Legislatura Porteña, como si haciéndolo allí, fuera su mensaje más provocador, de su nada cauta ni nada reducida carrera como encubridora, y defensora de la impunidad para todos los represores. 

Más inmoral, ella misma, no podía ser. Porque no solo cercena y corroe los vientos de paz que ya son escasos en la Argentina, sino que, además, con un descaro, y un cinismo pavoroso, se pavonea -si se quiere con impunidad inequívoca- aplicando en sus actos, y en sus palabras, y en sus convocatorias, un régimen draconiano, castigándola a la democracia, como si ella fuese una criminal al acecho.

Y, por si fuera poco, con esa despreciable e infame iniciativa, no hace más que ofender a la inteligencia humana, la que por otra parte, después de la dictadura militar-eclesiástica y empresarial, reconstruyó sobre muertos, desaparecidos, y sangre y sufrimientos, por doquier, un vida en sociedad abrazando acuerdos básicos para la convivencia. Acuerdos, que ya por la sola naturaleza del acto, los hace añicos, con todo lo que ello implica.

No hay derecho que ahora, una alienada como ella, que se reivindica como defensora del genocidio, entre a la cancha, para pisotear todos y cada uno de los legítimos fallos judiciales argentinos en contra de los represores, en un estado de derecho vigente en ese país.

Lo que entonces significa, en pocas palabras, que, con esta señora y sus ideas, los argentinos se aproximan -y se aproximarán, más aun dándole su voto, en las próximas elecciones nacionales- al borde de un profundo precipicio, de profundidades insospechadas. 

Pero, los imprevistos militantes podrían dar una vuelta de tuerca en el gran Buenos Aires, y a las puertas mismas de la Legislatura Porteña de la calle Perú al 160, a la hora del acto de la señora Villarruel, porque en paralelo -casi con sabor a escrache- las organizaciones de DDHH y todos los ciudadanos a fines, con Madres Abuelas de Plaza de Mayo, convocaron a la ciudadanía a estar presentes este lunes allí mismo, donde Villarruel pretende embanderarse con los genocidas. Puede suspenderse el acto, o no. Lo sabremos en esa jornada. Pero es un hecho que la militancia por el Nunca Más, no estará ausente.

Y este homenaje en puerta, si habilitan su ejecución, será la evidencia de que la resistencia deberá redoblarse, y las alertas más aún, movilizaciones de por medio, en ambas orillas del Río de la Plata, porque por estos pagos uruguayos no estamos nada distantes de estos panoramas, a juzgar por los hechos, que no son pocos: los represores buscan una ley que les asegure prisión domiciliaria; se aprueban indemnizaciones económicas para las víctimas de la guerrilla; todos los gobiernos democráticos -sin excepción- demostraron escasa ( cuando no, nula) voluntad política para ubicar los restos de los desaparecidos; solo se hallaron restos óseos de seis personas enterradas en predios militares, de casi 200 que hay desde 1973 a la fecha; los antropólogos forenses hacen excavaciones prácticamente con muy escasa información porque la omertá de la casta militar rige y está protegida por el sistema político, que en definitiva es funcional a la cultura de la impunidad; los represores presos en la cárcel de Domingo Arena reivindican la teoría de los dos demonios y se declaran públicamente “presos políticos”; una jueza, la doctora Mariana Mota, hoy jubilada como magistrada  -en el 2013- es apartada sorpresivamente y sorprendentemente, del área penal, en el contexto de un gobierno de izquierda, presidido por José “Pepe” Mujica, quien además fue proclive en justificar que los represores ancianos no podían estar presos por su ancianidad; una justicia que tardíamente falla ( o no lo puede hacer, debidamente) en casos de tortura y de asesinatos de Estado, como es el caso de las Muchachas de Abril del barrio Brazo Oriental o el caso de los jóvenes estudiantes de secundaria del departamento de Treinta y Tres, que fueron presos en cuarteles y torturados, y sus victimarios están impunes, etc. 

Estos solo son algunos de los tristes y no menos lacerantes ejemplos en el Uruguay, porque hay más.

Entonces, a buen entendedor, pocas palabras y una única y urgente acción: resistir en democracia. En ambas márgenes del Plata.

Foto: Diario Norte