El director de Antimafia Dos Mil y Our Voice en Radio Monumental, y Telefuturo de Paraguay

“La ignorancia del pueblo favorece a la criminalidad”

De cara al 16 de octubre, a nueve años del asesinato del periodista y colaborador de nuestra revista, Pablo Medina, y de su asistente Antonia Almada, la joven Nathalia Pereira y el enviado especial a Paraguay, director de Antimafia Dos Mil, Georges Almendras, participaron en el programa En voz alta de Radio Monumental y Telefuturo, una de los más importantes medios de comunicación del país.

El crimen organizado, los recientes acontecimientos en la cárcel de Tacumbú allí en plena capital guaraní, la infiltración criminal y la corrupción dentro de las instituciones del Estado, fueron los temas de conversación y debate, en la tarde del viernes 13 de octubre.

Los periodistas Roberto Coronel, William Domínguez y Fito Cabral, abordaron a Almendras, especialista en temas de crimen organizado, quien dio cátedra en 40 minutos de programa.

Consultado acerca de los tensos momentos que se viven en torno a la cárcel de Tacumbú luego de que el clan Rotela, que cumple condena dentro del penal, liderara un motín para reivindicar la inocencia de los presos frente al presunto asesinato de otro recluso -y exoficial de policía- del que se comprobó se encuentra vivo y prófugo, a través de un video presentado por los propios presos, el periodista uruguayo refirió: “El debilitamiento del Estado es un mal endémico, no es un hecho aislado. La criminalidad hace uso y abuso de las falencias que tiene el Estado, no solo para transformar jóvenes en sus soldados -porque están sin trabajo, consumiendo drogas- que el crimen organizado les da trabajo y dinero. El Estado está debilitado, hay una muy marcada infiltración dentro del Estado paraguayo”.

Según sus apreciaciones, esta realidad paraguaya “se está dando gradualmente en Uruguay y en Argentina”. Y agregó, con preocupación: “Por ejemplo, la ciudad de Rosario está bajo control de la narcocriminalidad. El periodista y diputado Del Frade, quien hace denuncias, prefiere estar solo que bajo custodia policial”.

Y volviendo al caso de la cárcel paraguaya, una de las más peligrosas del continente latinoamericano, dijo: “Este episodio de Tacumbú, la información que salió del ministro de Justicia, recibe la respuesta inmediata del cogobierno de este país”, en referencia a los presos amotinados. Y agregó, explicando los motivos del motín, y parafraseando a los presos: “Usted está diciendo que nosotros hemos matado, pero no, está acá”.

“El Estado tiene que informar y supeditarse a dar explicaciones a una acción de amedrantamiento absoluto”, continuó Almendras. Y puntualizó: “Lo que trato de demostrar es que una actitud de esa naturaleza está visibilizando muchas cosas, que las sabe muy bien seguramente la institucionalidad”.

Luego, profundizó en la necesidad de una respuesta frente a estos hechos, a nivel ciudadano: “Cuando hacemos criminología y estudiamos los fenómenos mafiosos, no tenemos que olvidarnos que tiene que haber una antimafia popular -señaló-. La ignorancia del pueblo favorece a la criminalidad. Porque ya tienen corrompido al sistema judicial, al sistema político. Hay un solo obstáculo: el pueblo”.

“Van a matar a un Pecci, a un Pablo Medina, a un Santiago Leguizamón. Porque pueden ser obstáculo, y lo son”, reflexionó. Y continuó: “La mejor forma de acallar a una persona que obstaculice es sacarlo de la faz de la tierra”.

Consultado por uno de los periodistas acerca del “cogobierno” del crimen con el Estado, en este hecho donde se valoró que el enfrentamiento al gobierno se hizo “porque pueden”, y teorizando que haya agentes del gobierno involucrados, Almendras estableció una comparación: “La tortura en tiempos dictatoriales y aún en democracia la practica un oficial de menor rango porque sabe que es impune. Después de las etapas dictatoriales, de 100 involucrados represores se ha castigado quizás un 40%. Esta metodología es la misma. Se aplica un cogobierno porque se sabe la impunidad. No viene ni siquiera de un comisario, porque está supeditado al político”.

En su análisis estableció una comparación de los grupos criminales paraguayos con la mafia italiana. “Esas acciones descarnadas como la violencia, el microtráfico, pelea por territorios de poder, el clan Rotela, el PCC, el Comando Vermelho, son bocetos de lo que son los grupos mafiosos verdaderos que tienen su origen en Italia”. Y agregó: “Si la ‘Ndrangheta logra 80 mil millones de euros en una semana, ellos con el 10% de esa cifra son reyes. Por eso dominan ciudades como Pedro Juan Caballero, matan a periodistas y no les importa eliminar a un Marcelo Pecci. Pero para matar aun Pecci exige una logística, una preparación, dinero”.

“La transnacionalidad me está visibilizando a qué niveles estamos llegando. El cogobierno es solo una cara visible de que el pulpo ya está entre nosotros”. Y continuó: “Bajo nosotros circulan influencias, dinero, mecanismos y metodologías para generar dinero y poder. Y el poder me va a dar más poder, más dinero y más estabilidad criminal”.

El investigador llamó a la audiencia a interesarse por estos temas, y fue crítico además con los medios masivos: “Hay que empezar a armar las piezas del rompecabezas, porque los medios de comunicación son funcionales a distorsionar”.

Y agregó una reflexión, clave, para entender qué pasa con los delincuentes que penetran en las instituciones del Estado, así como en la política y otros ámbitos: “Ellos se infiltran donde se sienten operativos”.

Finalmente, otro de los periodistas en la mesa, preguntó al especialista acerca de la acusación que hizo el “cerebro” de la logística del asesinato al fiscal paraguayo Marcelo Pecci, al narco Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico, y al expresidente Horacio Cartes.

¿Qué relevancia tiene que un criminal que debe rendir cuentas ante la justicia colombiana mencione a una alta autoridad política y a uno de los narcotraficantes más peligrosos de los últimos tiempos?

“Un Estado antimafia tiene que pararse y decir: ‘señores, aunque venga quien venga y haga la denuncia, hay que investigarla a fondo. ¿Cuándo se empieza a distorsionar la investigación? Estamos cediendo espacio a una duda y la duda genera otras cosas”.

“La acusación contra Cartes de Francisco Correa Galeano, si es que hace parte de una estrategia, ¿por qué hace parte de una estrategia? Si no es, ¿por qué Tio Rico y Cartes están involucrados?”.

“Hay cosas que suceden subterráneamente y que sabremos después”, destacó, y puso como ejemplo el asesinato de John F. Kennedy: “Esperemos no saber después de 40 años de que Cartes y Tío Rio no hayan planificado el asesinato de Pecci”.

“Hay que aclarar e investigar a fondo. Pero cuando el sistema político transforma la investigación, la politiza, estamos ante otro grave problema: la investigación policial y judicial pierden objetividad”.

Y enfatizó: “No fue al cohete esa acusación. Quizás no es lo que dijeron, pero tuvo un propósito. Hay muchos indicadores que hay que investigar”.

Luego, para cerrar, recordó cómo jóvenes de muchas organizaciones, entre ellas, Our Voice, se manifestaron en Italia contra la mafia, e hizo un llamamiento a las y los oyentes: “En Italia los jóvenes del movimiento Our Voice -mi hijo está entre ellos-, en las calles de Palermo, en un hecho inédito, gritaron en las calles de Palermo: ‘Fuera la mafia del Estado porque es una montaña de mierda’. Es la verdad, en Italia gobierna un estado mafioso”.

Our Voice: “Creemos que como colectividad se puede llegar a algo”

Por su parte, Nathalia Pereira, contó cuáles serán las actividades a realizarse el próximo lunes 16 de octubre, una fecha de conmemoración de los 9 años del asesinato de Pablo Medina y de Antonia Almada, pero que engloba otras reivindicaciones.

“Además de exigir justicia para Pablo Medina y Antonia Almada, vamos a estar exigiendo una verdadera libertad de expresión. SI no accionamos, la lista larga de periodistas asesinados va a seguir creciendo”.

“Marcharemos hasta la Fiscalía. Como organizaciones queremos accionar, queremos hacer algo. Creemos que como colectividad se puede llegar a algo”.

Fotos: Antimafia Dos Mil